Etapa 9: La Calzada de Béjar - Aldealengua (Salamanca).

 3 de Julio de 2023. 

Etapa 9: Calzada de Béjar - Aldealengua (Salamanca). 

Distancia:  84.77 km

Desnivel acumulado:  Positivo: 850 m. Negativo: 853 m.

Hora de Salida: 06:00 h.

Hora de Llegada: 13:00 h..

Tiempo empleado: 6 horas 27 minutos, (Según Wikiloc).


Tramo de la Calzada de Salamanca en el tramo de Predrosillo de los Aires, Salamanca.

        La ruta de hoy sigue el mismo trayecto que la Vía de la Plata, salvo el final, que en vez de hacerlo en Salamanca decido recorrer unos kilómetros más y así hacer la ruta del día siguiente algo más corta, pero vamos al relato de lo que hoy acontece.

        A las seis de la mañana ya tengo todo preparado para la marcha, me despido de Klaus deseándole un buen camino, él va caminando y su meta dista unos cuantos días más hasta Finisterre.

        Iluminado con mi foco y con los manguitos puestos tapándome los brazos a causa del frescor de la mañana empiezo mi pedalear entre la oscuridad de la noche.

Salida de La Calzada de Béjar, Salamanca.

        Después de recorrer unos pocos metros de carretera comarcal, en la primera curva la señalización del camino y las indicaciones del GPS, nos dirige a abandonar el asfalto para continuar por un camino completamente recto, s lo largo de este trayecto me encuentran antiguos miliarios que son algunos hitos que marcaban las distancias en tiempos romanos, no será hasta casi diez kilómetros más adelante que llegaré a la localidad de Valverde de Valdelacasa.

Miliarios de la Vía de la Plata y puente para cruzar el Río de Sangusin.

        Hasta Valverde de Valdelacasa el terreno del recorrido es mayormente llano,Sin embargo, a partir de este punto, el camino empieza a ascender, dos kilómetros más adelante se encuentra Valdelacasa, los dos de la comarca de la Sierra de Béjar, le sigue Fuenterroble de Salvatierra ya de la comarca de Guijuelo, a lo largo de estos primeros veinte kilómetros de la ruta se encuentran indicaciones y paneles informativos relativos a la vía de la Plata encontrando diversos hitos y monumentos que rinden homenaje saludando así al peregrino.

Monumento al peregrino en Valverde de Valdelacasa.

        La ruta continúa a lo largo del antiguo trazado de la Vía de la Plata, una amplio y distintivo camino que sigue fielmente el camino recorrido por los romanos en su travesía por la península ibérica. Esta histórica vía, con su imponente presencia, nos conecta con el legado de una civilización ancestral marcando el paso del tiempo a lo largo de su recorrido, sus pistas anchas y firmes nos transportan en un viaje en el tiempo, permitiéndonos revivir los pasos de aquellos antiguos viajeros que, con determinación, dejaron su huella en estas mismos caminos que hoy tenemos el privilegio de transitar.

La calzada romana original se hace visible tras cinco kilómetros de Fuenterroble de Salvatierra.

        Pasados once kilómetros de Fuenterroble de Salvatierra, se encuentra con una bifurcación crucial en el camino, la señalización oficial indica la ruta que sube hacia el exigente alto de Dueñas, una subida especialmente desafiante para quienes, como yo, viajamos en bicicleta con alforjas, y como aún conservo vívidos recuerdos de las dificultades que enfrenté en mi travesía anterior por este trayecto, en eta ocasión elijo continuar recto hacia Dueñas de Abajo, prefiriendo evitar complicaciones.
        
Elección entre el alto de Dueñas o seguir recto sin desniveles.

         Este trayecto de la Vía de la Plata es un tramo de varios kilómetros totalmente rectos y bien conservados, en los que puedo comprobar el ganado existente en la zona, piara de cerdos y alguna manada de ganado vacuno, también se transcurre abriendo y cerrando alguna cancela limitando así el paso de animales de una finca a otra.
        
Tramo perfectamente visible de la Calzada Romana.

        Siguiendo mi ruta atravieso la pequeña localidad de Pedrosillo de los Aires, alrededor de las nueve de la mañana y con cuarenta y cuatro kilómetros ya recorridos, alcanzo el punto medio del trayecto en Monterrubio de la Sierra, en este pueblo, las indicaciones del camino me confunden al salir, continuo siguiendo el asfalto hacia la izquierda, pero en el avancer noto la falta de señalización, perdiendo incluso la ruta en mi GPS, me cuesta retroceder sobre mis pasos así que utilizando los mapas del GPS, identifico una posible solución, seguir en esta dirección y tomar un cruce a la izquierda, para más adelante, para retomar el sendero marcado. 
        
Collado donde se encuentra la localidad de Pedrosillo de los Aires.
 
        Sigo por la estrecha carretera que parece más bien un camino asfaltado hasta la bifurcación que me llevará hacia Morille, para mi sorpresa en las indicaciones del cruce se encuentra un par de flechas amarillas que te reconducen de nuevo a la vía de la Plata.

        
Cruce y flechas amarillas para retomar el buen camino.

        Al avistar esas flechas, recupero la confianza al constatar que no me he desviado mucho del trayecto original, en pocos kilómetros llego a Morille, donde cruzo sus tranquilas calles, al dirigirme a la salida de la localidad para reencontrarme de nuevo con la Vía de la Plata, diviso un monumento peculiar, es la parada de Autobús obra de Florencio Maíllo, esta estructura única, que se alza a más de 12 metros de altura, no pasando desapercibida, está compuesta por una maraña de herramientas agrícolas que, en forma de monumento, rinde homenaje a las personas del campo.

la parada de Autobús obra de Florencio Maíllo, en Morille.

        Morille, un enclave impregnado de arte en cada esquina, se distingue por su esencia creativa y su parada de autobús es solo un ejemplo de ello, destacan lugares emblemáticos como el cementerio del arte, entre otras maravillas.

        Una vez de regreso a las indicaciones de la Vía de la Plata, el asfalto se convierte en el camino principal de la ruta. Inicialmente, a través de una carretera estrecha que más parece un sendero asfaltado, recorriendo 3 kilómetros en la DSA-407, más adelante, el trayecto se une a la DSA-204 parte principal de la Cañada Real de la Plata o Zamorana.

La entrada a Aldeatejada: prólogo que anticipa la llegada a Salamanca.

        Más adelante, se alcanza la localidad de Aldeatejada, un indicio revelador de nuestra cercanía a Salamanca, el recuerdo de mi paso por este lugar en la ruta anterior aún perdura: la lluvia, la parada en el cajero de la Caja Rural... Hoy, no hay rastro alguno de lluvia, el cielo se presenta despejado en su totalidad.

Puente romano sobre el Tormes entrando en Salamanca.

       La entrada a Salamanca se realiza a través del carril bici, cruzando el pintoresco Parque Miguel Delibes para llegar al icónico Puente Romano sobre el río Tormes, en este punto ya he recorrido setenta kilómetros y apenas son las once de la mañana, una muestra de la rapidez de este trayecto.

Plaza mayor de Salamanca.

       Me encamino hacia la Plaza Mayor y decido detenerme para capturar algunas fotografías para recordar este momento, mientras estaba allí, un hombre que pasaba por el lugar amablemente me tomó una foto con el ayuntamiento de fondo.
        
Detalle de una de las fachada de la plaza mayor de Salamanca.

        Aún es temprano para dar por concluido el día, así que decido extender mi recorrido hasta la primera población por la que pasa la ruta de mañana, Aldealengua, por lo que en la misma plaza contacto un alojamiento que encontré en la aplicación de reservas de hostales y demás, se pone el dueño del hostal y reservo en esa misma llamada. 

        El reloj marca las doce del mediodía, con el alojamiento asegurado y tras despedirme de la plaza, prosigo mi camino hacia este nuevo destino, paso por unas amplias avenidas que marcan la salida de la ciudad, mi objetivo es, antes de dejar por completo el área urbana, un lugar para comer algo y disfrutar de un breve descanso.

Calle peatonal en las cercanías de la Plaza Mayor.

       Tras este breve descanso, abandono definitivamente la Vía de la Plata para tomar rumbo hacia el Este, dejando la ciudad atrás me recibe un paisaje amplio de campos de cereal que se extienden hasta el horizonte, es la una de la tarde y tras recorrer los diez kilómetros que separan Salamanca de Aldealengua llego a mi destino, busco el alojamiento contactando por teléfono al encargado del hostal.

Final de etapa en Aldealengua a unos diez kilómetros de Salamanca.

       El alojamiento de esta noche es el Hotel Rural La Plazuela,  al llegar llamé al encargado para que me atendiera, el cuál fue muy amable al mostrarme la habitación y el restaurante ubicado en la planta baja del edificio, también le pregunté sobre el horario de las comidas.

Mi bicicleta descansará en el vestíbulo del hostal, la aseguré adecuadamente con el candado aunque el hostal se cierra con llave, por precaución adicional y para evitar sorpresas desagradables.

Restaurante del alojamiento de hoy en Aldealengua.

        Aldealengua es un municipio de tamaño modesto, se sitúa en las proximidades de Salamanca lo que brinda a sus residentes acceso cercano a los servicios necesarios para su día a día, en un ambiente tranquilo.

        Tras asearme y completar las tareas cotidianas, me preparé para descender al restaurante donde ya se encontraban otros comensales, el personal fue muy amable y el menú resultó excelente, un reconfortante café puso fin a esa deliciosa comida antes de retirarme a la habitación para echar una siesta.

Iglesia de Santiago Apóstol en Aldealengua.

        Por la tarde, busqué una farmacia debido a las molestias que había empezado a sentir en mi trasero después de horas montando en bicicleta, así que busqué alivio con alguna pomada o producto similar antes de que el malestar empeorara.

       Sin embargo, la farmacia estaba cerrada, aunque observé un teléfono en la puerta, a pesar de la escasa cobertura telefónica llamé esperando que alguien atendiera, por suerte, el farmacéutico contestó y dispuso a su auxiliar para ayudarme, logrando así conseguir la pomada que necesitaba.

        
Cuadro realizado por una trabajadora del Hostal.

        
Durante mi estancia en el hostal, me cautivaron los cuadros que decoraban el vestíbulo y la escalera del establecimiento. Mientras los observaba detenidamente, la mujer que trabaja en el hostal se acercó y me comentó que ella misma los había creado. Realmente, su trabajo es excepcional.

        A medida que avanzaba la tarde decidí visitar la única tienda disponible en el área, no ofrecía mucho, ya que la mayoría de los habitantes acudían a Salamanca para sus compras, al igual que los visitantes de fin de semana, las existencias eran limitada, principalmente pan, algo de embutido, bebidas y poco más, opté por comprar lo que encontré para el desayuno, como una tarrina de café con leche y bollería.

        Para la cena, me dirigí al único bar del pueblo, el cual es gestionado por el mismo propietario del hostal, me preparó un enorme bocadillo que, junto con una deliciosa cerveza, resultó en una cena excepcional.

Mural en la pared de la Iglesia em Aldealengua.

        No por ser un pueblo tranquilo y casi sin gente, que se encontraban en las piscinas, te tienes que aburrir, ni mucho menos, entre el paseo, la farmacia, buscar el rincon del pueblo con más cobertura de móvil, realizar el video de la etapa y limpiar y engrasar la bici, se va el día que no te enteras, sin prisa pero sin pausa.

        Hoy he hecho algo más de diez kilómetros de la ruta planificada, esto me vendrá bien para mañana, ya que he reducido esta distancia, además toca aventura ya que al salir de la vía de la plata me tendré que ir guiando únicamente del GPS, veremos que acontece,

        Así que hasta mañana

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