Etapa 11: Tordesillas - Palencia.

5 de Julio de 2023. 

Etapa 11: Tordesillas - Palencia.

Distancia:  91 km

Desnivel acumulado:  Positivo: 208 m. Negativo: 146 m.

Hora de Salida: 5:40 h.

Hora de Llegada: 14:00 h..

Tiempo empleado:  8 horas, 12 minutos, (Según Wikiloc).


Vista del puente medieval de Simancas sobre el rio Pisuerga (Valladolid).

        Al igual que la ruta de ayer, esta también también carece de señalización oficial, me basé en planos y rutas compartidas por ciclistas locales para trazarla manualmente. Sin embargo, gratamente descubrí que entre Valladolid y Palencia, sigue el curso del Canal de Castilla, un detalle que me sorprendió y que realmente me apetecía realizar, a parte de otras interesantes localidades para visitar y conocer.

Todo preparado para la ruta de hoy.

        Me levanto alrededor de las cinco de la mañana sin necesidad de usar el despertador y aunque el calor dejó de ser una preocupación hace un par de etapas, el hábito sigue haciendo que me despierte temprano, disfruto de un desayuno relajado, no tengo prisa, mi desayuno habitual consta de un café con leche acompañado de algo de bollería y al menos una pieza de fruta, todo ello comprado en el supermercado el día anterior.
Siluetas del camino a mi salida de Tordesillas.

        La salida de Tordesillas la hago por el paseo de Juana de Castilla I, que es paralela al rio Duero, en enseguida se termina la iluminación artificial y voy únicamente guiado por el Gps y la luz de mi foco, el paisaje parece sacado de una película de Hitchcock, con unas fuertes siluetas en un negro profundo.

        A ocho kilómetros aparece la primera población se trata de Sn Miguel del Pino, el día ya ha clareado un poco, en su plaza me encuentro con uno de sus moradores en bici que supongo que irá a trabajar por la ropa que lleva.
        
Plaza Mayor de la villa con las piedras de molino.


            El trinar de las golondrinas y el y el característico chasquido de las cigüeñas crean un bullicio en la madrugada, anunciando que el día está despertando, una vuelta por el centro de la localidad me lleva hasta la iglesia de San Miguel, claro está que cerrada a estas horas de esta manera me despido de este encantador pueblo vallisoletano dando una última vuelta alrededor de la iglesia.

        Continúo por la margen derecha del río Duero. El terreno es notablemente fértil; de hecho, en primer plano, se distinguen los canales y sistemas de riego utilizados para el cultivo de los campos de trigo en la región.

Campos de maíz en la zona a orillas del rio Duero.

        A unos escasos cuatro kilómetros de San Miguel, se encuentra Villamarciel. Esta localidad conserva la característica geometría de esos pueblos: casas amplias y de baja altura, probablemente habitadas en su mayoría por trabajadores de los campos cercanos. Estas tierras fértiles son beneficiadas por el riego proporcionado por el río Duero.

        En terreno totalmente llano, mi transcurrir es rápido pero a la vez tranquilo, no tengo prisa ningua, a los 22 kilómetros llego a la localidad de Simancas, entrando por una antigua harinera en el margen de rio.

Castillo de Simancas.

        Simancas es conocida por su imponente castillo, la fortaleza medieval alberga el Archivo General de Simancas, que es uno de los archivos históricos más relevantes de España, este archivo abarcan documentos desde el siglo XV hasta el XIX, incluyendo información sobre la administración colonial española en América. Además, Simancas tiene un casco antiguo dominado por su castillo con calles empedradas que invitan a pasear y explorar su historia y belleza arquitectónica.

La iglesia del Salvador en Simancas.


        Llegar al castillo fue todo un desafío en mi bicicleta, ya que las calles presentaban una pendiente marcada hasta llegar a lo alto de la fortaleza, por eso en el perfil de esta etapa, que en su mayoría es plana, destacan dos ascensos notables siendo uno de ellos la exigente subida hasta el Castillo de Simancas.

       El segundo ascenso corresponde a la salida de Simancas, en el tramo paralelo a la autovía A-62 que conduce a Valladolid, o más precisamente a Arroyo de la Encomienda, que sirve como antesala antes de llegar a la ciudad de Valladolid.

Parque del rio Pisuerga e Arroyo de la Encomienda.

        Arroyo de la Encomienda ha crecido mucho en población y desarrollo urbano, convirtiéndose en un área residencial popular para quienes trabajan en Valladolid pero en un entorno más tranquilo, su ubicación cerca del río Pisuerga brinda variadas oportunidades para las actividades al aire libre.

        En un principio, pensaba que estaba en Valladolid, mi trazado discurre por el Parque del Pisuerga, que está junto al río destaca por sus bellezas naturales y diversas actividades, con amplias áreas verdes, senderos para caminar o andar en bicicleta, juegos infantiles y zonas de picnic, es ideal para disfrutar del aire libre en un magnifico entorno. 

        Su cercanía al río y las vistas panorámicas hacen de este espacio un lugar perfecto para relajarse, disfrutar la naturaleza y escapar del bullicio urbano.

Zonas recreativas en el Parque del Pisuerga en Arroyo de la Encomienda.

        Al salir del parque, ingreso a Valladolid por la avenida de Salamanca, una amplia vía que me da la bienvenida a la ciudad con su amplitud, en esta ocasión, sigo el carril bici a lo largo de esta extensa avenida. Después de recorrer cinco kilómetros, abandono la avenida para tomar a la izquierda la Avenida de Gijón, donde accedo al Canal de Castilla.

Canal de Castilla en Valladolid.

        Justo en la entrada del canal de Castilla, se despliega la dársena que guarda consigo los vestigios históricos de la actividad náutica del pasado, esta escena revela grúas y almacenes que atestiguan el movimiento de materiales durante la época dorada del canal. 

        Estos elementos arquitectónicos rescatan la esencia y la vitalidad de aquellos tiempos remotos en los que el canal era un centro neurálgico de intercambio y transporte de mercancías.

Grúa en la dársena del Canal de Castilla en Valladolid.

         El ramal del Canal de Castilla que transcurre entre las localidades entre Valladolid y Palencia es el Ramal del Sur o Ramal del Campos, este tramo específico del canal es una de las ramificaciones más importantes de todo el sistema del Canal de Castilla, y atraviesa diversas localidades como Cabezón de Pisuerga, Cigales, Trigueros del Valle, y se extiende hasta llegar a Palencia.

        Aún quedan aproximadamente 52 kilómetros hasta Palencia, con un suave y constante desnivel positivo, esto significa que será necesario pedalear de manera continua y suave, aunque algunas paradas en antiguas fábricas de harina, esclusas o puentes proporcionarán breves momentos de descanso.

        
Fabrica de Harinas abandonada entre Corcos y Aguilarejo, junto al Canal de Castilla.

       A lo largo del recorrido paralelo al Canal, me cruzo con numerosos senderistas, pescadores y algún que otro bicigrino. También voy pasando por diversas esclusas, cuyos paneles informativos detallan su funcionamiento.
        
A lo largo del Canal de Castilla se realizan un sin fin de actividades.

        Después de unos 33 kilómetros desde Valladolid, llego a la localidad de Dueñas. Son casi las doce de la mañana y al ser un núcleo poblacional grande, confío en encontrar un lugar para recuperar un poco las fuerzas gastadas a lo largo del día.

        Dueñas se ubica en la frontera entre las comarcas naturales de Tierra de Campos y El Cerrato, formando parte del sur de la provincia de Palencia, en los límites con Valladolid. Esta localidad está estratégicamente posicionada entre ambas capitales, a solo 17 kilómetros de Palencia y a 33 kilómetros de Valladolid.

Puerta de los Remedios, en Dueñas (Palencia).

        Dejo por un momento el curso del canal de Castilla para adentrarme en esta hermosa ciudad medieval, lo primero que me encuentro es el la puerta de entrada de la Ermita en la muralla, conocida como Ojo de la Virgen o Puerta de los Remedios situada junto al Arroyo Valdesanjuan, en cuyo interior se encuentra la ermita de Nuestra Señora de los Remedios.

        Me adentro en el centro de la ciudad Dueñas por su valioso conjunto artístico, destacando su magnífico hermosa iglesia de Santa María y alguna joya arquitectónica que refleja la historia y la belleza de la ciudad.
La iglesia de Santa María de la Asunción en la Plaza de la Paz de Dueñas.

                Me llama la atención la iglesia de Santa María de la Asunción en la Plaza de la Paz de Dueñas, visité su impresionante interior, siendo una impresionante obra de estilo gótico-renacentista, destacando por su imponente torre y su hermosa fachada, donde se combinan elementos decorativos únicos y una historia rica en detalles arquitectónicos.

Monumento dedicado al Botijo, Dueñas ( Palencia).

        Antes de partir definitivamente de Dueñas, busco un lugar para reponer energías. Encuentro un acogedor bar donde pido una refrescante cerveza fría y un sabroso bocadillo que satisfacen mi sed y apetito, preparándome para el trayecto hacia la cercana Palencia.

        Continúo mi ruta desde el punto donde la dejé, avanzando a lo largo del Canal, sigo descubriendo a mi paso vestigios de su historia pasada, como antiguas fábricas de harina, impulsadas por ruedas de agua que activaban el proceso de molienda.

Fábrica de Harinas La Estrella de Castilla.

        
Mi bici con alforjas en una parada en las numerosas esclusas del Canal.

        La última localidad antes de llegar a Palencia es Villamuriel de Cerrato, Villamuriel se emplaza a 7 km de la capital, enmarcada como bien indica su denominación en la histórica comarca del Cerrato, en este tramo cambio el recorrido por el otro margen del canal, justo donde se encuentra otra Harinera en estado de abandono y ruinoso.

Otra Harinera abandonada esta vez en Villamuriel de Cerrato.

        Poco antes de llegar a Palencia, el margen del Canal se ve interceptado por la carretera local PP-9011, conocida como la carretera del Monte, en ese tramo, prosigo mi camino por el carril bici habilitado en su arcén.

        Enseguida, atravieso el puente Mayor sobre el río Carrión adentrándome en la ciudad de Palencia, conocida por su rica herencia arquitectónica que se remonta desde la época romana hasta la medieval, Palencia destaca por su majestuosa Catedral gótica y su encantador ambiente de ciudad pequeña, adornado con plazas pintorescas. Es un lugar sereno que rezuma historia y una atmósfera acogedora.

Entrada a Palencia por el puente Mayor sobre el río Carrión

        A los pocos metros encuentro el alojamiento de hoy, se trata del Hotel Monclús, ubicado en el corazón de la ciudad, este modesto hotel de dos estrellas está a solo 3 minutos a pie de las tranquilas orillas del río Carrión y a tan solo 6 minutos de la catedral gótica de Palencia, y cerca de las tiendas de la concurrida plaza Isabel la Católica.

        El trato de la recepción fue inmejorable, me dijeron dónde podía dejar la bici además de indicarme un lugar para comer una vez que hubiese terminado de acomodarme en la habitación.

Habitación del hotel en Palencia.

        Se trata de el Restaurante María Cristina, un restaurante con el menú del día económico, pienso que alguno de los comensales que aquí se encontraban eran clientes habituales, un lugar en el que se sirve el menú del día para trabajadores de la zona, a parte de la correspondiente carta.
Mesa en el restaurante María Cristina en Palencia.


        Después de disfrutar de una breve siesta para recargar energías, me dirigí al centro de la ciudad mientras paseaba por las calles me topé con el Convento de las Agustinas Recoletas y luego llegué a la Plaza de la Inmaculada, en este lugar se alza la Catedral de San Antolín, la tercera catedral más grande de España.

       Es una lástima que, por escasos minutos, no pudiera acceder al interior de la Catedral después de maravillarme con su imponente exterior gótico, aunque esto me decepcionó un poco no me detuvo para seguir explorando la ciudad, como la plaza con la escultura al Maestro para luego caminar hasta llegar a la Plaza del Ayuntamiento.

La imponente Catedral de Palencia.

Monumento al Maestro en la Plaza de la Inmaculada.

El ayuntamiento de Palencia.

Los Cuatro Cantones es uno de los puntos más populares de la ciudad de Palencia

         Las calles cercanas rebosaban de tiendas de grandes marcas, así como cafeterías y cervecerías, lugares perfectos para sumergirse en esta encantadora capital provincial y disfrutar de su ambiente.

        Después de este extenso paseo, decidí comprar algo para el desayuno y también para llevar algo en las alforjas que me sirvan para reponer energías para el día siguiente, más tarde, sin dudarlo, cené en el mismo restaurante donde había almorzado. Siempre que recibes un buen trato en un lugar, a veces es mejor no arriesgarse a probar otro, digo yo.

Calle Mayor de Palencia.

        Un día más que termina, un día bastante interesante, descubriendo la ciudad de Simancas, el canal de castilla y Palencia, así como otras pequeñas localidades que bien merecen una visita, españa está llena de regalos para nuestros ojos y también para adentrarse en su historia, esta etapa como otras tantas Esta experiencia, como muchas otras, dejará una marca significativa en mi curiosidad por seguir  descubriendo cosas.

        Con esto y después de editar el vídeo como hago diariamente doy por terminada la jornada, mañana la ruta me llevará hasta Burgos, ¿Qué me deparará el día?, mañana lo sabré.

Buenas Noches.

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