Primer día en Lisboa, (el Viaje y los preparativos).

 Lisboa, esa capital tan cerca y desconocida.





Día de Aviones, aeropuerto Humberto Delgado en Lisboa.


    En Bilbao me despido de la mujer y me dirijo al aeropuerto, el vuelo sale a las 8:00h, en Madrid haré escala para no salir de la terminal y esperar hasta las 10:26h que sale el vuelo a Lisboa desde la misma terminal, así que después de esperar un poquito ya nos dirigimos a la capital de Portugal.

    Como la diferencia horaria es de una hora y el viaje dura una hora, las horas de salida y llegada son las mismas por lo que a las 10:26h, estamos aterrizando.

El típico tranvía amarillo, (lleno de publicidad), de Lisboa.


    Cojo el autobús que me acerca a la zona del centro, hay otro que parece que va hasta la misma catedral o más cerca que el mío, pero prefiero bajar y darme el primer paseo por la capital así que ya con los pies en tierra me dirijo hasta la Praça do Comércio, empecé a recordar lugares de un viaje hace más de 25 años.

Plaça Pedro IV, (Rossio).


    Enseguida observo los típicos tranvías amarillos y para el medio día estoy frente a la fachada de la Catedral, entro y pregunto dónde se recogen las credenciales del Camino, si credenciales, ya que voy a coger dos, una es para la mujer que intentaremos encontrarnos en Santiago de Compostela dentro de unos días.

Las dos credenciales en mi poder.


    El precio de la credencial es de dos euros, la chica que me atiende me nombra una de las webs, que quizá, haya utilizado más en los meses de preparación del Camino, www.Gronze.com.

    Una vez con ellas me dirijo andando al hotel donde todavía no puedo hacer el Chek-in, pero me dirijo a comprobar que la bici y mis pertenencias están impaciente esperando a que las prepare para el viaje.

    Busqué un lugar para comer en las cercanías del hotel, vi un local repleto de gente, así que aquí mismo, cuando me enseñan la carta observo que es un restaurante Fitness, vegano o algo parecido, pero bueno, mis piernas están cansadas y ya me he sentado y me resarciré en la cena. 

La Bici esperando a ser desembalada.

    A la salida del local me dirigí ya a coger la habitación y empezar con el montaje la bici, la bici llegó en buen estado, es necesario proteger tubos y demás por los posibles roces o golpes que se pudiera llevar durante el transporte.

    Lo primero que hice fue subir las alforjas a la habitación y deshacerme del cartonaje, después en la recepción del hotel ante la curiosa mirada del recepcionista empecé con el proceso de desembalaje, comprobación y montaje de la bici, que hubo que quitarle hasta el sillín para que entrara sin problemas en la caja ya que no era la super caja de Seur, sino que la caja era grande pero sin llegar a dichas dimensiones, y con parrilla y todo la bici aumenta bastante su volumen.

Todo bien empaquetado.


    Durante el proceso, al recepcionista del hotel le llegó la hora del relevo, así que también de cambiar de curioso observador.

    Después de ensamblaje total de la bici y de comprobar que todo estaba bien apretado, (años atrás en Sevilla tuve que parar nada más arrancar), aparco la bici en el maletero del hotel y después de una ducha, toca dar otra vuelta por la capital, desde el hotel me dirijo a la zona otra vez de la Plaça do Comercio, una pequeña visita a la iglesia de San Antonio el patrón de Lisboa y viendo sus tiendas los turistas y sus gentes, me perdí en sus empinadas calles.

El Elevador de Santa Justa, también llamado Elevador do Carmo.

    

Por las empinadas calles, (Rua do Carmo).


    Ya termina el día y decido cenar en las cercanías del hotel, de casualidad veo unas ventanas a la altura de una entreplanta algo como una hamburguesería, descubro que se accede por unas escaleras de lo que parece un centro de negocios o comercial casi abandonado por los locales vacíos que hay.

    Subo a la entreplanta y se trata de la hamburguesería "The Great American Disaster", parece un oasis entre tanto local vacío, cené muy bien, cuando estaba esperando a que me sirvieran en la mesa me doy cuenta de que es un sitio bastante frecuentado por la fila existente para obtener una mesa libre.

La cena, un sitio encontrado de casualidad.

    Cuando salgo rebusco un poco por la zona y encuentro un pequeño bar donde entro preguntando si tienen café ya que en otra cafetería me dijeron que ya era tarde, con tranquilidad y viendo un partido de futbol, por cierto, de la liga española, y cuatro personas que ahí estábamos me tomé tranquilamente el café que serviría para despedir el día.

    Son las 10:30 de la Noche, un día de preparativos y de redescubrir un poquito más Lisboa, así que mañana empiezo con el camino a Santiago de Compostela.

Noche en Lisboa.


No hay comentarios:

Publicar un comentario