Etapa 17: Camino inverso de Santiago Francés, Cardeñuela de Riopico - Logroño.

 22 de septiembre de 2022.

Etapa 17: Cardeñuela Riopico - Logroño.

Distancia:   112 km.
Desnivel acumulado: 1.151 m.
Tiempo empleado: 10 horas 54 minutos.

Gran cruz de madera que se encuentra en el alto de Matamulas cerca de Atapuerca.
  
Crónica:

        Todo llega a su desenlace y esta vez le toca a mi viaje en e-bike con alforjas, desde Oporto en Portugal hasta Logroño, ciudad de destino y ciudad dónde resido, han sido diecisiete días de bicicleta  disfrutando del camino, con sus gentes, lugares y recuerdos, un viaje placentero que nos brinda el rodar con la bicicleta que es un medio de transporte que no va tan rápido como puede ser el automóvil o tan pausado como ir caminando, pero los días de vacaciones no se pueden aumentar, así que de este modo también da tiempo para ver y disfrutar cada instante del camino.

        Hoy el día comienza temprano, y es que ya nos avisó la propietaria del albergue que para las ocho de la mañana quiere que todo el mundo esté fuera, un horario exigente para un establecimiento privado como este, que no es del todo un albergue, pero según sus palabras no quiere que este lugar se convierta en un hotel en el que el horario de salida sean las doce del mediodía.

A las siete de la mañana todavía es de noche en Cardeñuela de Riopico.

                Así que hacia las siete de la mañana ya estoy despierto y con todos los útiles preparados para bajarlos y montarlos en la e-bike, que esta noche ha dormido en el almacén del local, una vez que tengo todo preparado la aparco enfrente del bar del Hostal.

                En el bar, la dueña con el peinado desaliñado que indica que se ha levantado hace poco, me pregunta que es lo que deseo para desayunar, espero en una mesa junto a una pareja de peregrinos franceses pacientemente a que el desayuno esté preparado, mientras comentamos que el establecimiento está muy bien pero que todo sería mejor si los modales de la dueña no fueran tan dictatoriales, vamos que con poner una cara más amable la experiencia hubiera sido de sobresaliente alto.

Ayuntamiento de Cardeñuela de Riopico.

                Con la calma acostumbrada en todos estos días tomo mi desayuno y hacia las ocho de la mañana doy comienzo a la etapa de hoy, son terrenos de sobra conocidos, ya que el año pasado realicé esta etapa con Ricardo en el comienzo de la ruta del Cid.

                Desde que tomé el recorrido de Oeste a Este, desde Santiago días atrás, el sol al estar amaneciendo y al tenerlo de frente en los primeros compases del día resulta molesto, por lo que uno desea que el Sol vaya ascendiendo y cese de molestar, el día ha salido totalmente despejado pero como estamos en la provincia de Burgos y a una altitud de 900 metros la sensación térmica es de bastante fresca.

Salida del Sol en el alto de Matamulas.

               A cuatro kilómetros de la salida se encuentra la primera cima que hemos de rebasar, se trata del Alto de Matamulas, supongo que como su nombre indica en estos parajes debieron morir varias mulas por las características del terreno con el paisaje duro, pedregoso y sin atisbo de vegetación.

               Esta zona también es conocida por el campo de tiro y de maniobras que tiene el ejército, en mi transcurrir se sitúa a mi derecha una valla de alambre con varios carteles de advertencia, que rezan que el recinto adyacente es terreno del ejército.

Cruz de Atapuerca en el alto de Matamulas.

                Un poco más adelante se encuentra una gran cruz de Madera que divide el valle de Riopico y el de Atapuerca, ahora, mientras los peregrinos jadean ante la subida por la que transitan, a mí me toca bajar por esta zona rocosa y descarnada, con algún pequeño contratiempo a la hora de descender ya que tuve que hacer pie en alguna ocasión para evitar aterrizar y terminar en el duro suelo, si difícil es la subida en dirección a Burgos, la bajada en dirección contraria también se las trae.

                Una vez que he descendido por el camino antes descrito se llega a la población de Atapuerca, reconocida por sus yacimientos arqueológicos, los más importantes de Europa descubiertos accidentalmente al realizar movimientos de tierra para el ferrocarril minero del siglo pasado.

Paso del Camino por la localidad de Agés, (Burgos).

               Después de Atapuerca se encuentra la localidad de Agés, una pequeña población que con el paso de los peregrinos cobra una nueva vida dotándoles de servicios como una cantina y el albergue, de otra manera sería un lugar casi abandonado.

            A las nueve de la mañana hago una parada en el Monasterio de San Juan de Ortega, en este punto sin demora tengo que telefonear al trabajo, ya que cuando me marché de vacaciones no se quedó muy claro el día de regreso de las mismas, tanto que podía ser hoy mismo o mañana, me quedé más tranquilo al resolver que tenía que regresar un día mas tarde, por lo que la paz y la tranquilidad volvió de nuevo a mi Camino de Santiago.
            
Mi e-bike con el Monasterio de San Juan de Ortega.

                A partir de este momento inicio la subida al alto de La Pedraja, un puerto que en mi sentido de la marcha resultará más suave que atacándolo por Villafranca Montes de Oca.

            El número de peregrinos es numeroso, así que no encontraba un lugar para pasar la noche anterior, es una zona con pocos pueblos, son pequeños y con  escasos alojamientos así que enseguida se encuentran completos.

La Ancha pista que sube al alto de la Pedraja.

            Subiendo el alto de La Pedraja noto que la rueda delantera ha perdido presión, por lo que le hecho espuma del bote repara pinchazos, que si mal no recuerdo compré en una gasolinera en Portugal hace unos cuantos días atrás, un pequeño contratiempo que solventé sin entretenerme mucho, la rueda la dejé un poco más alta de presión para evitar tener que parar para volver a meterle aire, por lo que más adelante tuve que parar para quitarle algo de presión, ya que me la e-bike me iba pegando botes como un balón de fútbol.

            Sin llegar a la parte más alta del puerto, a dieciocho kilómetros de la salida se encuentra un área de descanso del Peregrino, este año, al contrario que el anterior, se encuentra abierto y pleno de peregrinos de distintos lugares de procedencia y atendido por su responsable, atendiendo un puesto con fruta y bebida para saciar al peregrino.

Área de descanso de La Pedraja.

            Hice una pausa para charlar un poco con él y me comentó las dificultades de tuvo estos años atrás con la pandemia, de hecho el año pasado estaba cerrado,  y la inexistencia de peregrinos, la verdad que fueron tiempos difíciles y esperemos que no vengan muchos más, con un "Buen Camino" nos despedimos, mientras él seguía atendiendo su puesto.

Monumento en recuerdo de los fusilados en este lugar en la guerra Civil.

            Después de pasar por el monumento por los caídos en la Guerra Civil Española, lugar donde fusilaron unas trescientas personas en 1936 en los primeros meses de la guerra civil española, después de observar y contemplar el monumento, como en años anteriores, reanudo la marcha por un buen camino y en continuo descenso.

Hermosa vista desde el Alto de La Pedraja.

            El camino en el puerto de La Pedraja es ancho y de buen firme, aquí también se encuentra innumerables peregrinos, y es que la mañana es propicia para el senderismo, todavía no hace calor y el bosque nos brinda una buena sombra.

            
Camino sombreado hacia Villafranca Montes de Oca.
        
            Cuando llevo transcurridos veinticinco kilómetros de la etapa de hoy y han pasado casi tres horas desde el inicio me encuentro en Villafranca Montes de Oca que indica que ya he pasado el puerto de La Pedraja en su totalidad y que el perfil de la etapa, salvo alguna elevación, lo dominante será en  descenso hasta el fin de la ruta.

Villafranca Montes de Oca con la Iglesia de Santiago apóstol.

            Después de este bosque, aparecen los amarillentos y lisos campos de cereales  y a la falta de sombra, en este tramo zigzagueamos la carretera Nacional N-120 por las localidades de Espinosa del Camino, Villambistia, Tosantos, hasta legar a la población de Belorado.

            En Belorado, me detengo delante de la Iglesia y hago un alto para vi9sitar su interior, el camino que realizo por sus calles es un poco más directo que que realizamos el año pasado para salir dirección a Burgos, ya que aún tengo fresca la memoria de la ruta del Cid del año pasado.

Placa en el suelo de Belorado en el camino de Santiago.

        Saliendo de Belorado, se sigue por el mismo tipo de camino y de paisaje ardiente por la hora que se va acercando al mediodía, se atraviesan las localidades de Villamayor del Río y un poco más desplazado de la N-120 y a ocho kilómetros de Belorado se encuentra Viloria de Rioja.

        Viloria de Rioja que aún teniendo este apellido, sigue siendo una localidad de la provincia de Burgos, es lugar de nacimiento de Sto. Domingo de la Calzada, Santo que dedicó su vida y obra a mejorar la asistencia a peregrinos que recorrían el Camino de Santiago.

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.

Pila Bautismal dónde fue bautizado Sto. Domingo de la Calzada.


        Visito el interior de la iglesia de Nuestra señora de la Asunción de Viloria, y allí se encuentra una vecina de la localidad, la cual me comenta, llena de alegría, la disputa que acaba de ganar el pueblo ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León sobre el paso del Camino de Santiago por su casco urbano, ya que con las modificaciones de la construcción de la autovía, excluían a este municipio del paso del camino.

            Después de esta interesante conversación, prosigo el camino hacia Castildelgado y Redecilla del Camino, y así dejar la provincia de Burgos para entrar en la provincia de La Rioja

Vista del amarillento paisaje desde el mirador de Grañón.

            A la una y media y transcurridos sesenta kilómetros me encuentro den Santo Domingo de la Calzada, donde pararé para buscar un lugar para comer, en la plaza de La Alameda encuentro una terraza perpetrada con una buena sombrilla que será destino de mis pretensiones.

            
Mi e-bike aparcada en la plaza de la Alameda.

            La terraza del restaurante donde repuse fuerzas se llama La Gallina que Cantó, mucha es la afluencia de comensales, tanto que me hice con la última mesa libre, por lo que un peregrino Polaco me pidió permiso para compartir mesa, así que durante la comida estuvimos charlando sobre las aventuras del Camino.

            Siendo las tres de la tarde y después del café me despido del peregrino, sigo mi camino hacia Logroño, un camino conocido y reconocido para mí, ya que no es extraño que haga dicha ruta dos o tres veces al año, así que por el camino memorizado van cayendo los kilómetros poco a poco.

Vista de mi salida de Santo Domingo de la Calzada.

            El calor aprieta bastante por lo que son escasos los peregrinos que se aventuran a estar a estas horas caminando, las siguientes poblaciones por las que pasa mi ruta son Cirueña Azofra, en Azofra me encuentro con un bicigrino que iba caminando empujando la bici, me dio la sensación de que le quedaban pocas fuerzas para seguir montado, por lo que le dije que comiera uva que le daría la suficiente energía para seguir su camino.

El paisaje va cambiando con el aumentado de los Viñedos.

            Los campos de cereales van cediendo a extensos viñedos, estamos en La Rioja que es una región vitivinícola por excelencia, la siguiente población es la ciudad de Nájera, son las cuatro y media de la tarde y ya llevo a mis espaldas ochenta kilómetros.

Llegando a Nájera con el alto de la Calavera.

            De Nájera a Ventosa, que es la siguiente población del Camino, se encuentra el alto de San Antón, última ascensión del día, se empieza a subir después de atravesar el paso inferior de la antigua carretera nacional N-120, el camino empieza a empinarse a la subida de las bodegas de Vivanco, ya estamos rodeados de viñedos, a la bajada del alto de San Antón y como conocedor del camino, tengo dos opciones, seguir recto hasta Navarrete o desviarme por Ventosa que es por donde se desarrolla el camino en estos últimos años.

Nuevas escaleras para los peregrinos en el alto de San Antón.

            Después de Ventosa, donde coincido con un residente local resultando ser un antiguo compañero de trabajo, ya se nota la cercanía de mi lugar de procedencia, ya en Navarrete lugar donde el cincuenta por ciento de mis rutas locales en btt pasan por aquí, decido parar y entrar a visitar la iglesia de Nuestra señora de la Anunciación, que me sorprendió enormemente el interior y su gran retablo.

Retablo de la Iglesia de Nuestra Sra. de la Anunciación en Navarrete.


        Después de estar un rato en su interior ya solo quedan recorrer los doce kilómetros que queda hasta Logroño, la entrada la realizo por el parque de La grajera son las seis y media de la tarde y enormemente contento y con la satisfacción de llegar al destino, doy por finalizada la aventura de un gran recorrido que duró más de diecisiete días, si contamos los que estuve parado en Santiago de Compostela, desde Oporto en Portugal hasta Logroño en España.

El embalse de La Grajera con la ciudad de  Logroño que se divisa al fondo.

          Con esto doy fin a la ruta que empezó a gestarse en los primeros compases del año, primero con escepticismo, no porque no podría aguantar tantos días de ciclo turismo en btt, sino lo que más me costó fue el tema de la logística, el llevar la bici con las alforjas hasta el punto de partida, claro que se puede hacer con dinero, pero siempre de un modo razonable, gracias a mi amigo y vendedor de confianza de Rioja Sport, no tuve problemas en mandar los paquetes al hotel de destino, y una cosa que creo que es importante es usar una empresa conocida de mensajería, yo siempre he usado Seur, también dar las gracias a mi familia que me apoya en este tipo de aventuras, y es que aún sabiendo el apoyo recibido, el estar fuera de casa siempre resulta otro hándicap que te hace tener una buena tranquilidad a la hora de ausentarse tantos días de casa. 

      La experiencia, como en todos las rutas de varias etapas es extraordinaria, uniendo las pequeñas aventuras, preciosos paisajes y también la solidaridad de peregrinos y personas que sacan lo mejor de cada uno a lo largo del camino. 

   Así que por todo ello, dejó abierta la posibilidad de que próximamente nos encontremos liados en otra aventura en BTT, aunque sea en e-bike.

   Por cierto la planificación de una posible ruta de varios días, comienza con la finalización de este conjunto de crónicas, así que hasta la próxima.

     Bebeteros somos y en el camino nos encontraremos. 

      Saludos.

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