10ª Etapa: Baamonde -Arzúa.

10 de Agosto de 2020.-


10ª Etapa:
Baamonde - Arzúa.



Distancia:     66.53 Km.
Desnivel positivo:  888 metros.
Desnivel negativo: 903 metros.




Como reza en la imagen 48Km y casi 100% de batería, eso es ahorrar.




        A las Siete de la mañana, más o menos nos despertamos y aseamos para comenzar una nueva etapa, ya con un ligero aire de nostalgia, las etapas van cayendo y la cercanía a Santiago va indicando que el camino va llegando a su fin, pero no quiero ponerme melancólico ya que tenemos la etapa extra de Finisterre, así que es mejor ir paso a paso y no adelantar acontecimientos.


Mi bicicleta preparada para la ruta de hoy.

        Después de asearnos y de vestirnos de romanos, o dicho de otro modo, con nuestra indumentaria ciclista, ordenamos las alforjas y hacemos inventario para no dejarnos nada, cerramos la puerta de la habitación y montamos las alforjas en las bicicletas, después de tantos días ya somos unos expertos en colocarlas, sobre todo las que lleva Ricardo que van con cinchas las puñeteras y no son prácticas aunque eso si, hacen su función.

        El día ha salido nublado, tónica habitual desde que entramos el Galicia, nos dirigimos al bar restaurante del área de servicio y ahí tomamos nuestro habitual desayuno, intercambiamos unas palabras con el camarero y así comenzamos la etapa de hoy que nos llevará hasta Arzúa, donde conectaremos con el camino francés.

Saliendo de Bahamonde el bosque no defrauda.



        Iniciaremos la marcha dirigiéndonos hacia la estación de tren para un poco más adelante girar a la derecha para coger el camino que cruza las vías por un paso inferior y pasar por al lado del centro recreativo Cercud, visitado ayer,  cruzamos el rio Parga  y volvemos a a girar a la derecha para ir unos tres kilómetros paralelos al rio hasta la ermita de San Alberto, en este tramo el camino esta bastante estropeado con grandes escalones, a parte de ser cuesta arriba que nos hace bajarnos de la bici y sortear este tramo a pie, en estos momentos, nos adelanta un peregrino en una gravel me pareció a mi y prácticamente sin  equipaje, que tal como nos adelanta desaparece visto y no visto a lo lejos del camino, a mi parecer eso no es hacer el camino, es ir a batir una marca, pero bueno para gustos los colores.



Puente medieval sobre el río Parga.



        El camino va por un frondoso y húmedo bosque, hasta que llegamos a los ocho kilómetros del inicio a una bifurcación, como otras veces ya teníamos decidido por cual tenemos que ir, tenemos dos opciones ir por As Cruces o por Miraz, el camino que elegimos es el de la izquierda que nos lleva por Miraz, que según las guías es el tradicional es un poco más largos pero tiene todos los servicios que necesita el peregrino el otro camino es otra opción, menos transitada y con menos albergues y de reciente señalización (2017).


Toma de decisión en el camino.


        El camino es estrecho y combinando tramos asfaltados con tierra pero bien integrado en el paisaje, salpicado de pequeños y alargados hórreos característicos de la zona, pasados dos kilómetros pasamos por Raposeira, más adelante pasaremos por una fuente de piedra a la altura de Eirexe, a su altura está la iglesia de Santa Locaia de Parga, por la cual no pasa el camino.


Uno de los abrevaderos o fuentes por los que pasamos en el día de hoy.



        Llegamos Seixon de abajo dónde el camino serpentea por la rúa, una casa en concreto nos llamó la atención, el muro que la rodea está llena de figuras alegóricas al Camino de Santiago, paramos a observar los detalles, pero no pudimos contactar con nadie ya que la casa parecía estar cerrada, más tarde buscando información, resulto ser la casa taller del artista y templario Francisco López Chacón, una vez que disfrutamos de los detalles del muro exterior y de la puerta, seguimos nuestro camino.

La casa taller del artista y templario Francisco López Chacón, en Xeixón.


        Salimos ahora por un camino asfaltado hasta que vemos la torre de Miraz, antigua fortaleza que se mantiene robusta en el tiempo, Miraz de momento es el primera población con un núcleo definido, por decir algo, ya que hasta ahora lo que hemos encontrado han sido aldeas o caseríos desperdigados, Saliendo de Miraz volvemos a los caminos bordeados por los clásicos muros de piedra y ya en continua ascenso, pasando por las ruinas de O Predrouzo das Cavadas el camino de tierra pasa a un terreno en que la tierra desaparece para aflorar unas grandes lascas o losas de roca, dándole un toque lunar por el sitio por el que marchamos. 


Torre de Miraz en Friol.


        Es curiosa la formación rocosa de la zona, probablemente antigua cantera en tiempos muy pero que muy lejanos, después de unos pasos en el que el camino es pura roca pasamos otra vez a la tierra y así hasta volver a ser bosque autóctono.



Paisaje austero, probablemente antigua cantera,.



        Vamos poco a poco y sin darnos cuenta cogiendo altura con lo que a través de la niebla ya se dejan asomar algún que otro parque eólico de alguna cordillera cercana, seguimos y nos volvemos a meter en el tupido bosque para salir a un camino asfaltado en la aldea de A Braña, después de unos cuantos kilómetros por este camino, en teoría por la denominación parece que tenia que ser una carretera pero es más bien un camino asfaltado LU-P-2102, pasamos el alto de Mamoa (625 m.) a 25 Km desde que partimos desde Bahamonde, son las diez y media de la mañana.


La etapa de hoy no defrauda en espectacularidad y belleza .



        Siguiendo las buenas indicaciones de las conchas del camino pasamos por las aldeas de A Roxica, A Cabaña, todo entre verdes prados y salpicado por su ganadería, toca ahora hacer cumbre en el monte Porcariza (702m.), seguimos por el asfalto por A Marcela, en Corteporcos abandonamos el asfalto por un tramo para luego ya coger la carretera AC-934, sin saberlo hemos pasado de la provincia de Lugo a la de La Coruña, siguiendo por un camino desdoblado de la carretera pasamos por el alto de  O Marco das Pias (702m.).


Carretera y paralelamente el camino para los peregrinos.



        A Cuatro kilómetros de este alto llegamos a O Mesón, donde parece que aposta hay un bar restaurante llamado Suso, donde paramos a reponer fuerzas, no obstante son las doce menos cuarto de la mañana y aunque el tiempo no merma las fuerzas, al estar nublado, nos merecemos un descanso.

        Suso quiere decir parte alta, en La Rioja lo tenemos bastante interiorizado por aquello de que se encuentran los monasterios de Yuso y de Suso, así que inocentemente le preguntamos a la chica que nos sirvió que si sabía lo que quería decir Suso, lamentablemente no esperamos la contestación que queríamos oír, sino que el nombre del bar se debía a apellido del dueño, en fin.


Una parada para reponer fuerzas.



        Poquitos peregrinos vimos este agosto del 2020 por culpa de covid, apenas un grupo más de jóvenes estaban descansando de su andaduría.

        Después de abandonar el trazado de la carretera pasamos por las aldeas de A Lagoa y A Unqueira para llegar a Guitiza con su famoso crucero, a hora nos encontramos con la La Laguna de Sobrado, es una laguna artificial para dar servicio en su tiempo a los monjes de Xobrado, un sitio donde se respira paz y tranquilidad, con sus aguas llenas de nenúfares.


Laguna de Xobrado dos Monxes.

        Seguimos el camino y a lo lejos ya asoma el Monasterio de Sobrado de los monjes, llegamos a la ciudad turística por excelencia llena con cierta actividad hacemos una visita después de pasar por un arco al exterior del monasterio, tenemos suerte porque  han limpiado la piedra de la fachada y ésta luce con todo su esplendor.


Monasterio de Santa maria de Xobrado dos Monxes.

        También aprovechamos para pasar por la oficina de turismo para sellar la credencial, tuvimos que entrar de uno en uno por las normas de separación social que rigen en este momento, una vez ya visitado el monasterio y sellado, es mejor sellar primero ya que la oficina es lo primero que te encuentras en Sobrado, nos disponemos a salir de esta turística ciudad.

        Abandonamos este lugar por la carretera que va hacia Arzúa, nuestro destino de hoy, hasta ahora llevamos 44 Km y nos quedarán unos 22 Km hasta nuestro destino.


Atrás queda Xobrado dos Monxes con su Monasterio.



       Vamos viendo el majestuoso monasterio de Xobrado de los Monjes que cada vez es más pequeño debido a nuestro inexorable avance del camino, enseguida abandonamos la carretera provincial AC-934, para pasar por las aldeas de A Pontepedra, Vilarchao, proseguimos por pista forestal también pasaremos por O Peroxil y O Castro, Casanova y Madelos para desembocar en la carretera que dejamos a la salida de Sobrado de los Monjes, por asfalto pasamos por las aldeas de As Corredoiras y Boimil, y debido a la hora que es ya estamos buscando un sitio para comer, a un kilómetro más delante de ésta última localidad a la entrada de Boimorto, vemos un restaurante con todas las pintas de ser de los típicos de carretera y nada más lejos de la realidad, preguntamos si nos daban de comer y así nos señalaron el comedor, dejamos nuestras bicis con las alforjas en la parte de atrás del edificio con la tranquilidad de no perderlas de vista de la ventana donde estaba nuestra mesa para comer.


Parada a pie de carretera, esta vez para comer.


        Los comensales que aquí se encuentran son trabajadores que o son de a zona o están de paso desempeñando sus tareas por la zona, enseguida nos percatamos de la cantidad tan generosa y enorme platos del menú.

        Tanto Ricardo como yo, somos de buen comer y máxime si llevamos todo el día pedaleando, aclaramos aquí que el hecho de llevar eléctricas no nos exime del cansancio producido del peregrinaje, aunque eso sí, no tiene nada que ver con ir a riñón, (doy fe).

        Ojeando los platos de los comensales de alrededor, nos decantamos por unos fidegüas de primero, una fuente para cada uno y de segundo un costillas con sus patatas fritas, caseras, que hizo que casi explotáramos, así que para rematar la faena una buen trozo de tarta de queso para el postre y café.


Ricardo con cara de circunstancia al haber tanta comida.

        Una vez que pagamos el citado menú por el módico precio del menú del día, que aunque no lo recuerdo sería unos 10 u 11 Euros, toca ir al jardín donde habíamos dejado las bicis, y que si no hubiera sido por el frío y viento que hacía bien que nos hubiéramos tumbado a echar una siestecita, pero el día en lo meteorológico no acompañaba.

        Son casi las tres de la tarde cuando nos volvemos a poner en marcha ya, para realizar la última parte de la ruta de hoy, según arrancamos paramos enfrente del ayuntamiento de Boimorto para ver un miliario.


Miliario enfrente del ayuntamiento de Boimorto.

        El miliario en cuestión se trata de una referencia de distancia de una vía romana, lo que induce a pensar que por la zona por la que nos encontramos ya existía una comunicación terrestre en tiempo de los romanos, de este tipo de señalización romana me trajo buenos recuerdos de la ruta de la Plata.

        Salimos de Boimorto y todo el trayecto que queda lo haremos por asfalto, son carreteras que no son muy anchas y flanqueadas por los árboles de la zona, el paisaje no pierde su esplendor ya que las mismas hojas que van cayendo en otoño siguen el el húmedo terreno hasta la misma carretera, que casi podíamos decir que son algo más que caminos pero de asfalto, es la AC-0602 pasando por Francomil, A Iglesia, Piñeiro, en el último tramo, cruzamos la carretera AC-234, para llegar a Riadiso y así entrar por Arzúa dejando el campo de futbol a la izquierda, para más adelante entrar y conectar con el camino francés en la calle principal de Arzúa.


Aún marchando por asfalto el paisaje es bien bonito.


        Aquí llegando a Arzúa hicimos una parada antes de llegar a nuestro albergue para que nos sellaran la credencial en la oficina de turismo, dónde nos atendió una chica muy alegre que no paraba de reír, parece que tenía el muelle de la risa flojo.

        Llegamos a Arzúa y enseguida pudimos comprobar que la afluencia de peregrinos era testimonial o casi nula, una pena ya que esta localidad está acostumbrada al bullicio que aquí en la cercanía de Santiago y al ser la entrada de tres Caminos, el del Norte, el Francés y el Primitivo se hacía sentir la gran afluencia de peregrinos.


Arzúa con sus calles casi desiertas y ausencia de peregrinos.


        Buscamos el Albergue, que en esta ocasión es el Albergue Botafumeiro, donde muy amablemente nos atendió la responsable del establecimiento, debido a las restricciones del Covid, estuvimos en una habitación con tres literas para nosotros dos, así que estuvimos la mar de espaciosos, sí que había alguna que otra habitación ocupada.

        Son aproximadamente las cinco de la tarde, después de prepáranos los cargadores y demás artilugios, así como preparar nuestras camas y una buena ducha, salimos a dar una vuelta por Arzúa.


Vista desde nuestra habitación.


        Una desolada villa debido a la falta de peregrinos, los establecimientos hosteleros así como los numerosos albergues permanecían como aletargados esperando tiempos mejores, que algún día vendrán, esperemos que pronto.


Ricardo y yo en Arzúa, poco a poco vamos haciendo camino.


        Unas cervezas con sus correspondientes tapas, sirvieron de antesala a lo que nos venía encima, y no era otra cosa que ir preparando el regreso a casa, que aunque nos faltaban dos etapas había que tenerlo hecho de antemano.

        El plan que tenía previsto para el regreso a casa, que ya fue difícil planificarlo en casa se dio al traste al suspenderse el tren a Ourense que nos tenía que llevar de vuelta a casa por unos desprendimientos, por unos momentos creímos que estábamos incomunicados.

        Después de barajar distintas opciones, optamos por el regreso en Bus, una odisea pero encontramos la ruta de regreso, en la misma terraza donde estábamos tomando la caña, hicimos la compra de los billetes de Alsa, al tener los billetes fue como respirar hondo, resetear y volver a disfrutar del camino.


Calzado para pasear en el lugar de destino.


        Ricardo y yo ya no teníamos de que preocuparnos, ya que también teníamos el albergue donde nos debían acoger al día siguiente, y así fue pasando el tiempo hasta que se hizo la hora de cenar, un buen plato combinado y ya con el fresco de la noche, cualquiera diría que estamos en Agosto, nos volvimos al albergue a descansar.

        Nota: El camino por Galicia no defrauda y la etapa de hoy no ha sido para menos, sus paisajes las corredoiras, el paisaje lunar de una antigua cantera, los prados verdes, las montañas, monasterios e iglesias, la gente, todo esto hace que el camino no se olvide y que tenga esa especia de imán que te hace no importarte en repetirlo en alguna ocasión.



Más fotos aquí.




 




2 comentarios:

  1. Una etapa muy bonita. Se nota que se va acercando el final y al llegar a Arzua aparecen los nervios.
    Salud y esperanza
    Barrancas.

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  2. Poco a poco y pasito a pasito, y sin prisa, que buenas aventuras.

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