Etapa 3: Langa de Duero - Berlanga de Duero. (Camino del Cid).

18 de Agosto de 2021.

Etapa 3:  Langa de Duero - Berlanga de Duero..

Camino del Cid.

Track de la etapa de hoy.

Video de la etapa de hoy.

Las Fotografías de la etapa de hoy. 


El Cid en Alcubilla del Marqués.

Perfil de la etapa:


Perfil de la etapa generado por el programa Perfils.




Extensos campos en Alcubilla del Marqués.

Crónica:

            Amanece otro día en nuestra particular singladura hacia tierras del levante, siguiendo la estela dejada por el Cid, no hay más preocupación que la de coger nuestras bicis y seguir hacia el destino de hoy que será Berlanga de Duero por lo que seguimos en tierras sorianas, el día al igual que los precedentes amanece totalmente despejado y con su radiante color azul que nos tiene acostumbrados.

             Una vez que ya tenemos las monturas preparadas nos disponemos a desayunar en la cafetería que le vimos el día anterior, que está justo al lado del hotel por lo que mientras las bicis se quedan aparcadas pacientemente en la acera nosotros vamos disponiendo del desayuno.


Puente sobre el Duero saliendo de Langa de Duero.

            Casi a las diez de la mañana salimos de Langa de Duero por su calle principal, antes de arrancar del todo miro a ver si por una ligera casualidad la oficina de información y turismo está abierta, pero no pudo ser, nos marchamos de esta localidad sin el sello en el salvoconducto, una verdadera pena.

             Vamos saliendo del casco urbano de la localidad y nos dirigimos hacia el largo puente medieval con sus doce arcos recién reformados para cruzar el río Duero, una vez pasado el puente hacemos una de nuestras variantes y en vez de seguir la señalización del camino oficial, seguimos hacia la izquierda por la carretera provincial SO-P-4009 dirección a Soto de San Esteban, esta carretera discurre a unos metros en paralelo al cauce del río Duero pero aguas arriba, así que tiene una pequeña pendiente apenas perceptible en su transcurrir, a parte de los típicos chopos de la vega del rio dejamos a nuestro paso, extensos campos de cereales salpicados con algún que otro campo de girasoles.


Carretera local, totalmente parcheada.


        Cuando llevamos diez quilómetros de asfalto parcheado y después de cruzarnos con unos pocos ciclistas locales abandonamos la carretera porque así lo manda el trazado planificado meses atrás, ahora el recorrido transcurre por un camino rural integrándonos en el entorno.

        Pasaremos por unas bodegas antes de llegar a la Aldea de San Esteban, en este lugar volvemos a enlazar con el camino oficial del Cid y una vez cruzado un pequeño puente nos encontramos con la Aldea de San Esteban por la calle Real, dimos un pequeño rodeo para volver a encontrarnos con el camino de salida que nos sirvió para comprobar la poca actividad de sus calles en ese momento.


Camino a la Aldea de San Esteban.


        También sirvió este pequeño rodeo para salir de la localidad y contemplar el conjunto de bodegas tradicionales que se agrupan en el cerro de salida.

        Saldremos cruzando la carretera N-110 que va a San Esteban de Gormaz, nosotros iremos por caminos rurales para llegar a este pintoresco e importante municipio cerca del río Duero que en tiempos fue frontera natural de musulmanes y cristianos.

           Varios kilómetros antes de llegar a San Esteban de Gormaz en la Aldea, ya dominan a lo lejos y en el alto del cerro las defensas de San Esteban de Gormaz, a su entrada cruzamos el río Duero por el puente de entrada, primeramente buscamos la Oficina de Información y Turismo, para sellar el salvoconducto y para que después de unas breves nociones de historia nos indicaran el recorrido para ir hacia las ruinas del Castillo de San Esteban, hacia el cerro pudimos observar la iglesia románica de San Miguel Arcángel, con la fachada porticada similar a la ermita de San Cristobal, como Ricardo me hizo saber.


San Esteban de Gormaz - Puente de entrada sobre el Duero.

San Esteban de Gormaz - Iglesia románica de San Miguel Arcángel.

San Esteban de Gormaz - Vista desde el Castillo.

        Desde el castillo o lo que queda de él la vista es espectacular, después de estar un rato observando el paisaje hasta donde la vista alcanza es hora de regresar a nuestro camino, a las doce del mediodía abandonamos San Esteban de Gormaz y lo hacemos por una zona recreativa al lado del río Duero, esta vez por el margen contrario por dónde venimos.


El Molino de los Ojos, área recreativa.


            Avanzamos paralelos al río hasta que llegamos a un tranquilo paraje, se trata del molino de los ojos, en este lugar con salto de agua que haría funcionar el molino en un tiempo anterior, estuvimos charlando con unos paisanos que nos contaron una y otra característica del lugar, hasta aquí el camino se encuentra en buenas condiciones, ahora seguimos paralelos al brazo que alimenta al molino, pero se va estropeando según avanzamos, me hizo pensar en la ciclabilidad ya que el camino se iba desdibujando, pero menos mal que fueron unos pocos metros ya que salimos a una pista principal para llegar a Pedraja de San Esteban.


Iglesia de La Pedraja de San esteban.


        Después de este pequeño municipio cruzamos un paso a nivel cuyas vías dejaron de ser operativas hace tiempo y así llegamos a otra localidad, se trata de Alcubilla del Marqués, unas risas a expensas de nuestro colega "el Marqués", compañero de aventuras de dónde somos originarios, ja ja ja.

        En Alcubilla del Marqués nos encontramos con una aldea que está adornada con figuras y objetos realizados de manera artesanal por un vecino del pueblo, de la que destaca la figura del Cid, pero que en cualquier rincón podemos observar alguna obra suya, como una referencia al vino, un escudo heráldico en un edificio y unas cigüeñas en el pilón de la plaza. 


Alcubilla del Marqués - El Cid.

Alcubilla del Marqués - Cigüeñas en el pilón y al fondo escudo heráldico. 


        Seguimos en nuestro caminar y cuando llegamos hasta el puente sobre el Río Ucero ya llevamos 40 km., es la una y media de la tarde, aquí tenía un punto de inflexión, ya que cuando uno planifica las etapas en casa no sabe muy bien cómo se van a transcurrir las etapas, el nivel de cansancio de cada uno o la empatía con el entorno, así que le pregunto a Ricardo si le parece bien que nos dirijamos a El Burgo de Osma, son siete kilómetros que hay que añadir a la ruta, a lo que me responde que cómo nos vamos a perder tan importante emplazamiento, que no nos lo podemos perder, así que cogiendo el carril bici que va paralelo al río nos dirigimos hacia esta localidad.


Carril bici a El Burgo de Osma.

Puente sobre el río Ucero y el castillo de El Burgo de Osma.


            Todo lo que podemos observar es extraordinario, desde los restos del Castillo en el alto del monte,  el rio, el puente y la presa medieval y más tarde en el casco urbano con la Catedral, la calle Mayor con sus innumerables turistas y oferta hostelera.

             Siguiendo la calle Mayor llegamos hasta la plaza dónde se encuentran dos edificios uno enfrente del otro, uno es el ayuntamiento y el otro antiguo hospital de San Agustín que alberga en la actualidad la oficina de Información y Turismo, una ciudad castellana digna de ser visitada.

            Aquí hay que sellar si o si, falta un minuto para las dos de la tarde o lo que es lo mismo para el cierre de la oficina, por lo que echo a correr como un loco, ya que estamos en la otra parte de la plaza buscando algún sitio para comer, casi poniendo el pie en la puerta para evitar que se cerrara logré entrar en la misma, aquí la chica de la oficina muy amablemente sella el salvoconducto, de otra manera hubiéramos tenido que esperar hasta la reapertura a las cuatro de la tarde.


El Burgo de Osma - Catedral.

El Burgo de Osma - Plaza y ayuntamiento.

El Burgo de Osma - Antiguo hospital de San Agustín en la plaza del ayuntamiento.



                Mientras yo estaba liado con el tema de información y turismo, Ricardo se encontraba buscando sitio para comer lo que fue misión imposible, por lo menos en el meollo de la plaza y alrededores, así que salimos de la zona turística y nos fuimos siguiendo las indicaciones que nos dio un vecino de la localidad. 

                Terminamos en un bar muy cerca de la plaza pero lejos del bullicio de una ciudad turística, el bar se llama +1, unos precios aceptables y nuestros platos aunque sencillos estaban completos y saciantes, entre comer y después la sobremesa nos levantamos de la mesa casi a las cuatro de la tarde, si lo llegamos a saber, porque esa era la hora de la reapertura de la oficina de información y turismo.


Saliendo de El Burgo de Osma.


        Salimos de El Burgo de Osma sobre nuestros pasos, calle Mayor, Catedral y de nuevo por el carril bici en sentido inverso para llegar al puente del Río Ucero, no hemos recorrido todavía la mitad de la ruta pero en ello estamos, no tenemos ninguna prisa, así son este tipo de rutas de varios días, salimos de la carretera para abandonar de nuevo la señalización del Cid y seguir por el camino que transcurre por la vega del río Ucero, camino natural del Duero GR-14.





        Llegamos a La Olmeda, una pequeña aldea perteneciente al partido judicial de El Burgo de Osma, aquí en un rincón de la plaza adornada con unas macetas y una antigua bicicleta nos saluda escrita en la pared un poema de Antonio Machado.

"Al olmo viejo, hendido por el rayo

 y en su mitad podrido,

 con las lluvias de abril y el sol de mayo

 algunas hojas verdes le han salido.

 

  "El olmo centenario en la colina

 que lame el Duero! Un musgo amarillento

 le mancha la corteza blanquecina

al tronco carcomido y polvoriento.

 

No será, cual los Álamos cantores

que guardan en el camino y la ribera

hablando de pardos ruiseñores.

 

Ejércitos de hormigas en hilera

van trepando por él, y en sus entrañas

urden sus telas grises las arañas."

                                    A.Machado.


             Después de La Olmeda cruzamos unas antiguas vías del tren que pelean para no ser engullidas por la maleza y el tiempo, como queriendo tener una segunda oportunidad, aquí en este punto se unen las marcas del GR con las señales del Camino del Cid, "ego Ruderico".


Vías del tren abandonadas.


            Como cualquier ruta que se precie, llega el punto en el que si seguimos el trazado del GPS hay que atravesar una parcela, primeramente abrimos una cancela o portilla por lo que parece que el paso está habilitado, cruzamos los 600 metros de la pieza a toda velocidad, no sé si por miedo a que nos viera el dueño de la finca o a la cercanía del ganado que quien sabe el nivel de excitación de los animales, al otro extremo otra portilla nos impide el rodar, madre mía lo que me costó deshacer el nudo de esta segunda portilla, después de observar el mapa pudimos comprobar la existencia de un camino que rodea la finca sin tener que cruzarla.


Al fondo la fortaleza de Gormaz.


            Seguimos por el camino entre pinos hasta que salimos a la carretera SO-160, a tres kilómetros de distancia pasamos al lado de una granja de cerdos con su característico olor,  la dejamos atrás y cogemos un camino que se mete a la derecha y así abandonamos el asfalto para seguir nuestro camino por tierra, hace ya un rato que observamos en lo alto de una colina una defensa amurallada que llama la atención por su gran longitud, poco a poco nos vamos acercando a ella, se trata de las defensas de Gormaz.


Acercándonos a Gormaz, se hace presente la gran Fortaleza.


        En Gormaz se encuentra la fortaleza califal más grande de Europa, con un amplio perímetro son las ruinas de su impresionante conjunto castillo - fortaleza, con una muralla reforzada con unos cuántos torreones, damos un rodeo para contemplar el conjunto en sus dos vertientes, en este punto volvemos a unirnos al Camino oficial del Cid que no dejaremos hasta Berlanga de Duero.


Vista de la fortaleza desde la otra vertiente.


        Después de dar un rodeo seguimos en marcha, y el siguiente pueblo que nos encontramos es Recuerda, recuerda un nombre que no se nos va a olvidar, en este lugar al atravesar la localidad nos cortaron el paso unas obras por lo que tuvimos que rodear una casa y cuando salimos a la plaza unos adoquines que había en el suelo hicieron caer a Ricardo al suelo como un saco, resultado Ricardo dolorido con un buen y extenso rasguño en el brazo, aquí nos protegió el Cid ya que la cosa podía haber sido peor, no fue una caída "sana", también el móvil resultó herido con la pantalla fragmentada pero funcionando, después del susto y de lavarse en la fuente de la plaza pudimos proseguir con la aventura, eso si Ricardo con un inolvidable recuerdo de Recuerda.


Iglesia de Recuerda.

Entrada a Morales.

Aguilera.

        Después de la localidad de Recuerda y por caminos de concentración llegamos hasta Morales y Aguilera, en este último tramo de la etapa de hoy aparecen ciertas pendientes por lo que los motores de las bicis hacen "buena" su función, el entorno de este último tramo esta rodeado de campos de cereal y de algún que otro campo de girasol.


Castillo de Berlanga nos da la bienvenida.

      
              Aparece a nuestra vista el Castillo de Berlanga, estamos llegando al destino de hoy, entramos por la parte alta de la villa, descendemos sin desviarnos hasta que pasamos por un arco, el pueblo típicamente medieval, nos recuerda a otros tantos por los que hemos estado, eso si, cada uno con su encanto, llegamos hasta la plaza del pueblo y al Hostal Ainoa, nos comentó el responsable que tenía el hostal completo, pero que no nos preocupáramos que se había encargado de encontrar otro alojamiento a unos pocos metros, así que perfecto, nos alojamos en el Hotel Fray Tomás, dónde cenamos después de dar una vuelta por este pueblo medieval.


Plaza del Ayuntamiento.

Palacio de los Marqueses de Berlanga

Colegiata de Santa María del Mercado.


                Una jornada intensa con muchas cosas para ver y visitar, lástima del accidente de Ricardo que se acordará durante varios días, menos mal que se quedó en un gran susto, San Esteban de Gormaz, El Burgo de Osma, y otros tantos pueblitos y aldeas que apenas salen en los mapas turísticos, que bien merecen una visita, me acuerdo de La Olmeda, con su decorado rincón, como también de Alcubilla del Marqués con su propio artesano que decora cada rincón de esa pequeña aldea.

        El Camino para disfrutar paso a paso y con cierto misticismo medieval, hasta mañana.

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