7ª Etapa: Muros de Nalón - Navia.-

 7 de Agosto de 2020.-


7ª Etapa:
Muros de Nalón - Navia.-



Distancia:     84 Km.
Desnivel positivo:  1.521 metros.
Desnivel negativo: 1.624 metros.




La playa del silencio.




    Amanece un nuevo día en nuestro peregrinar hacia Santiago, nos asomamos a la ventana y la vista que nos ofrece es de lo más peculiar, el cielo está mas bien nublado y la niebla parece un mar que se ha engullido la parte baja  del valle, como siempre, recogemos y preparamos todo para esta etapa, también larga como la de ayer, a ver que tal se nos da.


Amanece en Muros de Nalón, la niebla en el valle.


    Ayer llamando al albergue en el que hoy nos hospedaremos nos comentó su responsable, Aurelio, que la ruta que tenemos prevista para hoy es un serpentear a lo largo de la carretera Nacional, así que podíamos hacer la etapa desde Soto de Luiña por la poco transitada N-632 hasta Luarca, bien, veremos lo que nos sale hoy.


Plaza de Muros de Nalón.



    Empezamos el día con un contundente desayuno en el mismo bar del albergue, y para las ocho de la mañana empezamos a rodar, salimos de Navia siguiendo las flechas que ayer vimos y que pasaban al lado del palacio de Valdecarnaza, al lado de la oficina de turismo de Navia, enseguida nos internamos en el bosque, para a unos cuatro kilómetros salir a la carretera comarcal a la altura de El Pitu, atravesamos sin conocer que al lado mismo de nuestro paso se encuentra el Versalles del norte de España, es el palacio de los Selgas, con sus impresionantes jardines, seguimos sin detenernos por la carretera y se pasa por la parte alta de Cudillero, las siguientes localidades por las que pasamos son: Villademar y Rellayo en dónde ya vemos el Cantábrico, siempre en paralelo con los viaductos de la carretera del Cantábrico, de la autopista y de la antigua N-632.


Salida de Muros de Nalón.




El Pito, Cudillero, Asturias, entrada de El Palacio de los Selgas.


Enormes viaductos para salvar la orografía del norte.


    Abandonamos el asfalto siguiendo por camino y más adelante pasamos por una tienda de alquiler de bicicletas eléctricas para que los turistas que lleguen hasta aquí tengan otro tipo de contacto con estos parajes ,aquí paramos y charlamos un buen rato con el que parece el dueño del negocio, la verdad es que tiene un buen número de e-bikes y también un completo taller mecánico y que no tenía nada que envidiar a cualquier tienda del gremio.


E-bikes de Renting, (Nosotros seguiremos con las nuestras, je je).



    Una vez charlamos continuamos ahora por pista que empieza paralelo a la autovía para luego girar a la izquierda para alejarnos de ella y así para vernos rodeados por los montes del interior, el camino se ha convertido en camino de herradura rodeado de árboles haciendo un paisaje espectacular, seguiremos así hasta encontrarnos con la carretera nacional a unos dos kilómetros de Soto de Luiña.


Iglesia de Santa María en Soto de Luiña.

     A un par de Kilómetros de Novellana tenemos una bifurcación del Camino del norte, tenemos que elegir entre el camino real, por montaña o por el camino de Ballotas, por la costa, elegiremos como la mayoría de peregrinos el camino por la costa, también comentar que estas decisiones ya las teníamos tomadas con anterioridad.


Por montaña o por la costa.


 
    Según Aurelio a partir de aquí,  se supone que la carretera y el camino empiezan a entrelazarse, tras unos pocos kilómetros pasamos por Novellana que según pone en el cartel de entrada fue galardonada en 1962 como "El Pueblo más bonito de Asturias" y en 1992 como "El pueblo ejemplar", es curiosa la manera de adornar el pueblo, en cada jardín hay una bicicleta  restaurada a modo de jardineras haciendo una característica propia del pueblo,  una vez que lo atravesamos llegamos a Castañedas, y ahí cogemos un desvío hacia la Playa de Silencio.



Bicicleta en Novellana.



La Playa del Silencio.




    Lo Bueno de ir en bici, y más concretamente en e-bike, es que no tenemos miedo a salirnos del trazado del Camino ya que los kilómetros y subidas extras no pesan nada, la incursión que hacemos a La Playa del Silencio, es por una estrecha carreterilla con un primer mirador en la parte alta, de ahí seguimos hacia abajo ya convertida la carretera en camino encementado y con un fuerte desnivel, y qué desnivel,  aprovechamos para hacer unas fotos y para disfrutar de las vistas que nos ofrece el conjunto de playa y rocas desafiando el oleaje del mar.


Otra vista de la playa del silencio.


    Retomamos la marcha de nuevo hacia Castañedas ya que volvemos a retomar el camino dónde lo dejamos, para ir a la siguiente localidad, Santa Marina, son las once y media de la mañana así que en el primer sitio que veamos decidimos hacer una parada, esta será en un lugar que será un bar a pie de carretera que también es pensión que se llama "Gayo", charlando con el dueño del porqué de es con "Y",a lo que nos comenta que es apellido así que solucionadas nuestra duda y también haber recuperado algo las fuerzas, por decir algo, seguimos por carretera para ir completando poco a poco la ruta de hoy, todavía es mucho lo que queda por andar, llevamos solo 30 Kilómetros.


Nuestro paso por Santa Marina.



    Ballota, Tablizo, todo por la carretera, una carretera desierta ya que la circulación va prácticamente por la autovía, a pie de carretera pasamos por una ermita con su área  recreativa llamada "la Fabariega", sin dejar la carretera el GPS nos indica que la debemos abandonar, nos dirigimos ahora por un camino asfaltado a la playa de Cadavedo, palabra que tuvimos que repetir varias veces para que no se nos trabara la lengua, Ca-da-ve-do.


Playa de Cadavedo.


    La Playa de Cadavedo en lugar de arena esta formada por pequeñas piedrillas rodeada de acantilados, una vez que que estamos un rato observando el bonito paisaje, retomamos el camino, cogiendo el cruce que dejamos unos metros atrás  antes de llegar a la playa, el camino nos dirige a la cima del acantilado, una ermita preciosa rodeada de una verde pradera nos deja otra bonita estampa de lo que son éstos parajes, es la ermita de La Regalina, una curiosa ermita con la fachada blanca y con las aristas pintadas de azul, dejamos las bicis en el suelo y damos una vueltecita para admirar el paisaje del mar y los acantilados.



La ermita de La Regalina.

    Al salir de este fantástico enclave pasamos por el pueblo de Cadavedo, haciendo una parada en el supermercado, aquí nos surtimos de pan fruta y viandas, hay que ir preparando los víveres de esta jornada, no obstante son las doce y media del mediodía.


La playa de Cadavedo desde el alto de La Regalina.



    Después de hacer la visita a la playa de Cadavedo y a la ermita de La Regalina, salimos de nuevo a la carretera, un cajero de mi caja a pie de carretera hace que nos volvamos a detener a sacar dinero, hay que rellenar el bolsillo de vez en cuando, seguimos la carretera hasta una rotonda de acceso a la autovía, que claro esta no la cogemos, seguimos las indicaciones del pueblo de Busto que nos lleva a caminos asfaltados, siguiendo la señalización giramos bruscamente a la izquierda para coger una gran recta y pasar por debajo de la autovía del Cantábrico.


Trazado asfaltado rodeado de frondosos bosques.


    Llegamos a las proximidades de la parroquia de San Miguel de Canero, aquí pararemos para hacernos los bocadillos con los productos que nos compramos en Cadavedo, tuvimos que buscar la zona que nos refugiara del aire ya que soplaba con fuerza y no hacia mucho calor, fue en la parte trasera de la Iglesia dónde nos sentamos a comer.


Parroquia de San Miguel de Canero.



    Son las dos menos cuarto cuando terminamos de comer para proseguir con la marcha, iremos primeramente por una senda marcada como el Camino de Santiago para salir a la Nacional, más adelante dejamos la carretera, en contra del consejo que nos dieron, para ir por el camino que se interna en el bosque, el camino está muy bien para ciclarlo y la frondosidad de los árboles está muy bien, tiene un pero, la salida a la carretera es un tanto abrupta.


En el camino se intercalan tramos de monte con asfalto.


    Transcurridos cinco kilómetros de donde paramos a comer cogemos un desvío a la derecha hacia Barcelina abandonando la nacional, nos encontramos en las proximidades de Luarca.


    Llegamos a Luarca por la calle del faro, esta calle cambia de nombre para llamarse calle del Calvario, debe ser porque vamos cogiendo altitud hasta llegar a la Ermita de Ntra. Sra. la Blanca, parte alta de la ciudad, donde giramos siguiendo la Punta de la Encoronada dejándonos unas bonitas vistas del conjunto con el puerto pesquero como protagonista.


Vista desde la parte alta de Luarca.


    Acompañados de unas bonitas vistas la calle inicia el descenso hasta el puerto que lo recorremos a lo largo hasta llegar a una rotondilla y entonces ir paralelos al Río Negro para cruzar por uno de sus puentes, ahora nos encontramos marchando en la misma dirección pero por la otra orilla del río, entramos por una calle peatonal, y aquí empieza un poco el jaleo hasta encontrar de nuevo la salida de la ciudad por el Camino, recordamos que las señales del Camino sobre todo en las ciudades en Bici es como si desaparecieran a parte de pillar siempre alguna calle en dirección prohibida.


Puerto pesquero de Luarca.


    Se sale por la calle la Peña, empedrada y estrecha que se va en zig-zag para ir salvando el desnivel que tenemos que coger a la salida de Luarca, una vez alcanzada la altura el piso se convierte en camino asfaltado que trascurre por un sin fin  de fincas y su casa, que poco a poco se van espaciando cada vez más, hasta llegar a un entorno rural.


Salida de Luarca por la parte alta.

    Pasamos por localidades sin un núcleo de casas como conocemos en nuestra tierra, Otur, Hervedosas, llegamos a Bao y Barayo donde pasamos a la carretera nacional, N-632, hacemos una pequeña salida en Villapedre, para volverla a coger y no abandonarla hasta una rotonda con las indicaciones de Navia, dónde cogeremos un camino asfaltado a la derecha que nos llevará al destino.


Caminos asfaltados rodeados de maizales en Otur.


    Entramos a Navia por una calle en fuerte descenso con cuidado de no pasarnos el albergue y tener que volver sobre nuestros pasos, en el albergue, nos recibe Aurelio el responsable del albergue San Roque de Navia, que gran persona, es todo atención y buen trato, con personas así da gusto terminar las etapas. Con todas las medidas anti-covid, hacemos el check-in, ponemos las e-bikes a cargar en lo que es el salón cocina del albergue, tomamos posesión de las literas y nos preparamos para dar una vuelta por el pueblo.

Albergue de San Roque.



    Con todo preparado y recogido salimos del albergue a dar una vuelta, son algo más de las seis de la tarde, paseamos por Navia, nos asomamos a la ría que conforma el rio Navia en su desembocadura, unas fotitos, unas cervezas para luego ir a cenar, después de mucho buscar fuimos al restaurante Cantábrico dónde cenamos de primera, pulpo cachopo y sidra, escanciada con un artefacto que funcionaba a las mil maravillas.

La Ría de Navia.

    Hoy una ruta completa, Asturias, La playa del silencio, Cadavedo, Llanes, sitios que merecen ser visitados, dejándonos una honda huella de la que no olvidaremos.


Escánciame un poco más de sidra, por favor.


      

2 comentarios:

  1. Gran etapa la de ese día. Acabar en ese albergue fue estupendo. Gran persona Aurelio y un albergue muy recomendable.
    Salud y esperanza,
    Barrancas.

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  2. Que bien lo pasamos, vaya paisajes más bonitos, tanto monte o montaña.

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