Etapa 4: Fuente Álamo - Albacete.

  7 de agosto de 2024.

Etapa 4: Fuente Álamo - Albacete.

Distancia: 68,01 km
Desnivel acumulado: 573 m
Hora de Salida: 6:16 h.
Hora de Llegada: 11:54 h.
Tiempo empleado: 5 horas 39 minutos, (tiempo en Wikiloc).


Castillo de Chinchilla de Monte Aragón.

        Cinco de la mañana, no le doy tiempo a que suene el despertador, creo que ya estoy acostumbrado a darme estos madrugones, es por este motivo por lo que también me acuesto sobre las diez de la tarde, porque dormir hay que dormir.

       Me tomo la leche con la bollería que compré ayer en la tienda y así, de esta manera, me  voy desperezando poco a poco, una vez que he terminado es hora de ir montando los aparejos electrónicos a la bici, su batería, el móvil de GPS, las luces recién cargadas, y ahora toca coger las alforjas, cerrar la habitación y sacar la bici.


La Salida como siempre de madrugada.

    
Son las seis y cuarto de la mañana, y la oscuridad de la noche es interrumpida por el bullicio de unos cazadores y sus perros, que terminan de disfrutar sus tentempiés antes de dirigirse a las zonas de caza en sus ruidosos todoterrenos. La salida es por el cementerio de la localidad, la noche es tan oscura que al alejarme de las farolas, solo la luz de mi foco me acompaña, iluminando lo poco que puedo ver en la penumbra del camino.

  Después de pasar por debajo de la circunvalación CM-412, me encuentro ya inmerso en el Camino de Santiago del Suroeste. Aún estoy rodeado de oscuridad, pero poco a poco el cielo comienza a teñirse de un tono anaranjado, anunciando la proximidad del amanecer.           
 

Empieza a amanecer en la provincia de Albacete.


  Son las seis y media de la mañana, y el anaranjado del amanecer se va transformando lentamente en un cielo azul, claro y despejado. Hoy se avecina otro día caluroso, por eso he decidido salir temprano al inicio de la ruta, ya que después del mediodía es imposible pedalear. Cuanto antes salgamos, mejor aprovecharemos las horas de menor intensidad solar.

Indicaciones de PR, pequeño rrecorrido y flechas amarillas.

        El camino es bueno y ya ha amanecido por lo que ya se ven los detalles que antes no eran visibles, los postes con indicaciones de rutas de pequeño recorrido aparecen en los cruces junto a las flechas amarillas que confirman mi camino.

        Una de las zonas por las que paso es un conjunto de casas casi en ruinas llamado El Cepero, antiguos corrales o casas de aperos. Continúo mi camino a una velocidad constante, casi sin usar el motor de mi e-bike, ya que la orografía del terreno me lo permite.

      El terreno está salpicado de almendros, olivos dispersos y campos de secano. Poco a poco, el camino comienza a inclinarse, ganando algo de altitud, aunque no demasiada. Esta variación del terreno da paso a un pequeños pinares. A lo largo de mi recorrido, paso por los parques eólicos de La Muela y Cerro Collado. Desde Fuente-Álamo hasta este cerro he ganado 221 metros de altitud; no parece mucho, pero en el perfil de la etapa se ve considerable. Me doy cuenta de que estos desniveles no son tan grandes, sobre todo comparados con el terreno al que estoy acostumbrado en mi lugar de origen.

Parque eólico de Cerro Collado.


        Una vez alcanzada la parte más alta, comienza el descenso, siguiendo el Camino del Suroeste. Es aquí donde encuentro el primer mojón con una concha, señalizando el Camino de Santiago. Siempre es reconfortante reencontrarse con estas indicaciones.

Ahora empieza el descenso, y tras un par de curvas, me espera una larga recta de unos cinco kilómetros. El camino está en buenas condiciones, aunque con algo de tierra suelta en la superficie, como si hubieran pasado una cuchilla para nivelarlo.

Mojón  con la concha indicando el Camino de Santiago.

Larga recta del camino hasta Pétrola (Albacete).


         Al final de esta larga recta, me cruzo con otro ciclista que también ha salido temprano para disfrutar de este deporte que tanto nos gusta.

        Llego a una pequeña población llamada Pétrola, son las ocho y media de la mañana y ya llevo recorridos 21 km. A esta hora es raro encontrar a alguien por las calles, aunque me topo con varias personas haciendo fila frente a la panadería.

        Al llegar a la plaza del pueblo, me encuentro con la iglesia de San Bernabé y, en un rincón, un cartel con varias rutas de la zona, incluida la de la Laguna Salada. Aún es temprano, así que decido hacer un pequeño desvío para recorrerla.

Plaza de Pétrola y la Iglesia de San Bernabé.

        Así que una vez tomada la decisión rodeo la laguna salada de Pétrola por un camino que lo rodea, apenas queda agua, será que en los mese de verano se queda casi desierta, si que se observa el color blanco de la sal.

        Según pone en los carteles el lugar es un paraíso para las aves, y tienen cierta importancia en mantener el ecosistema en equilibrio.

Panorámica de la Laguna salada de Pétrola.

        Una vuelta en redondo y de regreso al camino que en uno de sus cruces me recuerdo que estoy en el Camino de Santiago, el camino, si bien está un poco mas estropeado que los anteriores, sigue su rectitud, incluso se quiere desdibujar un poco pero se hacierta a distinguir ya que va paralelo al tendido eléctrico.

        Se suceden campos de viñedo con almendros y encinas, la velocidad es rápida ya que no hay desnivel alguno, después de unos kilómetros por caminos las indicaciones de dirigen hacia la carretera local CM-3211, no la abandonaré hasta pasados cuatro kilómetros, estoy en el kilómetro 40 y son las once menos diez de mañana.

Castillo de Chinchilla de Montearagón.



       Paso por alguna señal de la Cañada Real, el rodar es rápido y he de tener cuidado en no pasarme las indicaciones, el castillo de Chinchilla de Montearagón se impone allá a lo lejos.

       Poco a poco voy ha cercándole a esta localidad, lo que hace que se vea cada vez más imponente su castillo en lo alto de la colina, dominando majestuosamente con su imponente figura.

       Son las diez y media de la mañana y estoy callejeando por las calles de esta localidad, paso por un arco que me introduce al pasado, sus calles empedradas, un edificios medievales, señalan que esta fue una importante localidad, estoy en la plaza de la Mancha.

Plaza de la Mancha en Chinchilla de Montearagón (Albacete).


        Sigo callejeando ascendiendo por sus empinadas calles hasta el imponente castillo, lo que más me sorprendió de este fue la profundidad de su foso, a parte de lo bien conservado que está, por lo menos en su exterior.

       Una vez que estuve arriba, me hice con unas cuantas fotografías del castillo y de las vistas desde la colina, además de hacerle unas fotos a una pareja que por aquí estaba, intentando hacerse un selfie.

Puerta de entrada al Castillo.


          Estuve un buen rato hasta que decidí que ya era la hora de bajar para continuar con la ruta, descendí hasta la misma plaza del arco, pero bajè por otro sitio como cerrando un imaginario círculo formado por las calles de la localidad.

           Hice una parada para comerme un bocata en la plaza del pueblo, también compré un poco de fruta en una pequeña tienda de cercanía, son algo más de las diez y media de la mañana, y ya empieza a calentar el sol, ahora solo quedan 16Km para Albacete y son totalmente llanos.
           
Vista desde la colina del castillo con Albacete al fondo.


          La salida de Chinchilla es descendiendo hasta un polígono industrial, en el que me llamó la atención una nave llena de robots industriales, queriendo decir el alto grado de ingeniería que existe por la zona  

          Más o menos el recorrido va paralelo a la autovía A-31, hasta que se pasa un poquito antes de entrar a la ciudad de Albacete por la calle De San Pedro, si las doce de la Mañana cuando llegó al hotel donde me alojaré, se trata de Hotel Europa, al cola llegue como de costumbre, una vez que llego a la ciudad introduzco la dirección de alojamiento en el GPS de coche en versión para la bici, y así llego al destino a la primera.

Hotel Europa en Albacete.

       Cuando he realizado las labores de aseo y de lavado de la ropa y me dispongo a salir por la ciudad a dar una vuelta, recibo una llamada personal en que tengo que regresar con urgencia la Logroño, así que si tiempo para pensar, reviso como es la manera más rápida de llegar a mi ciudad y en la manera de dejar en consigna mi bicicleta y mis pertenencias en la consigna del hotel, hasta la recogida de los mismos unos días más adelante.

       Así, de esta manera tan repentina tengo que abortar mi ruta de este año, por lo que quedará en la mente para un futuro más o menos lejano.
 

        

Etapa 3: Cieza - Fuente Álamo.

6 de Agosto de 2024.

Etapa 3: Cieza - Fuente Álamo.

Distancia:70,26 Km.
Desnivel acumulado:858 m.
Hora de Salida: 5:25 h.
Hora de Llegada: 11:17 h.
Tiempo empleado: 5 horas 59 minutos, (tiempo en Wikiloc).


        
Totalmente de noche a la salida de Cieza.

        A las cinco de la mañana me despierto, dando inicio al día. Lo primero es un poco de aseo y el desayuno: un café con cruasanes y algo de fruta que compré ayer. Al terminar, me pongo la ropa de ciclista y, con rapidez, recojo mis pertenencias, asegurándome de no olvidar nada mientras guardo todo en las alforjas.

Monumento a la Semana Santa.

        Bajo a la calle, dejo las llaves en el buzón y cierro la puerta del portal, consciente de que ya no hay vuelta atrás. Son las cinco y media cuando comienzo a dirigirme hacia el punto de partida de la ruta, a pocos metros de aquí, en la plaza de la biblioteca. Allí, una inscripción en grandes letras reza: "Érase una vez...", un homenaje al inicio de los cuentos infantiles.

Es plena noche, y al salir de Cieza quedo envuelto en la oscuridad. Solo mi potente foco ilumina el camino; sin él, estas salidas nocturnas serían imposibles.

Inicio de la Vía Verde del Chicharra.

        Tras abandonar las calles, sigo por una carretera con algo de tráfico, tomando las precauciones necesarias y luego por un polígono industrial, todavía mudo por las horas que son, más adelante entro en un camino asfaltado que serpentea entre casas cuyos muros delimitan sus parcelas, cuando éstas desaparecen también el asfalto con ellas dando paso a un sendero de tierra compactada, estoy en la Vía Verde del Chicharra, un antiguo trazado ferroviario que existió hace mucho tiempo.

        Cruzo un puente sin ver el arroyo que salva, después de de tres kilómetros de vía verde la dejo, para seguir por un camino rodeado de campos de cultivo, no logro saber de que tipo de frutales son, éstos están vallados y no distingo de que tipo se trata.

El perfil de las montañas al amanecer.

        Por el camino que transito existen flechas que indican que es el camino de Caravaca y de la conexión de Cieza con Yecla.

        Los árboles frutales desaparecen y dan paso a las vides, extensos viñedos se extienden de un lado para el otro.

Señalización del camino de Caravaca y pequeños recorridos.

        La señalización no la pierdo, en cada cruce existe una flecha, pero llega un momento que ya no las veo, confiando en el track que tracé en casa, voy avanzando, pero llego a un punto en que me encuentro con una nave industrial y dos puertas que se supone que tenía que atravesar, una de entrada y la otra de salida.

Área de descanso y señalización de la vía.

        Esto hace que tenga que buscar una alternativa, por lo que sigo los caminos del mapa, intento no salir a la carretera, los caminos que aparecen como alternativa desembocan en la carretera, cosa que no quiero, por lo que voy un poco hacia atrás para intentar retomar mi trazado.

Viñedo con la Sierra Larga al fondo.

       A la vista tengo el camino que tengo que coger, pero el camino por el que voy no enlaza, sino, que va paralelo por el que estoy pero con un pequeño canal de regadío, por lo que tengo que coger la bici a pulso, siempre con una rueda apoyada en el suelo, para cruzarla, por lo que estoy enfilado y retomo de nuevo mi track preparado, dirección Jumilla.

        Famosa por sus vinos con Denominación de Origen, Jumilla se sitúa en el Altiplano de la Región de Murcia, donde las tierras del litoral dan paso a las llanuras manchegas.

Plaza de Arriba en Jumilla.

    

Iglesia de Santiago en Jumilla.

       Doy una vuelta alrededor de la iglesia de Santiago, sin muchas expectativas de encontrarla abierta, como efectivamente es el caso, así que decido continuar mi salida del pueblo, al llegar al último tramo de la calle, me encuentro con unos escalones, por lo que no tengo más opción que bajarme de la bici para descender las escaleras, haciendo inevitablemente ruido con las calas de mis zapatillas y el golpeteo de la bicicleta, así que no es de extrañar cara de sorpresa de una vecina, que probablemente acostumbrada a la calma del lugar, me mirara extrañada al ver a un ciclista atravesar esa calle donde quizás no es habitual ver ciclistas.

    Salgo de la ciudad, dejando atrás el castillo que domina la colina, tomo un camino de tierra hasta encontrar la carretera RM403, que recorreré durante 8 kilómetros hasta que llego a un cruce con varias señales que indican distintos puntos de interés, entre ellos la Cañada Real, por donde continuaré hoy hacia mi destino.

Paneles informativos en La Cañada Real.

       

        Aunque he dejado el asfalto, el camino sigue en paralelo a la carretera hasta que no tengo más opción que reincorporarme brevemente, esta vez, solo será por un kilómetro y medio, después de lo cual abandonaré el asfalto definitivamente. Ya llevo recorridos 52 kilómetros.

        Un cartel desvencijado y casi ilegible por el paso del tiempo me indica que estoy de nuevo en La Cañada, el camino de tierra está en buen estado y, aunque va ganando altitud de manera gradual, es rápido. No será mucho, ya que el desnivel total de la etapa de hoy es de 858 metros.

El asfalto en la Cañada Real de Albacete a Murcia.

        Más adelante, el camino de tierra se convierte en una vía asfaltada, aunque no deja de ser un simple camino, únicamente tiene una delgada capa de asfalto sobre la tierra, pero sigue siendo mejor que el terreno anterior.

Cortijo en ruinas en la Cañada Real de Murcia a Albacete.

        En mi solitario camino, solo me adelanta un coche ya entrado en años, adecuado para este tipo de pistas. La sombra del asfalto desaparece y continúo rodando por el camino de tierra, salpicado por algunos cruces señalizados con indicaciones de los actuales o antiguos moradores de los cortijos que se dispersan por el paisaje: Casa del Gaitán, Casa de José, así como también algunos cortijos abandonados y en ruinas.


        El terreno es árido, pero está salpicado de viñedos, gracias a las lagunas artificiales que permiten regar estas tierras de secano.

       En el kilómetro 61, me encuentro con un yacimiento arqueológico, los restos de unos antiguos hornos de yeso, cuyo origen histórico es difícil de precisar.

Ancestrales hornos de yeso de Los Llanos.

        Un poco más adelante, encuentro un área de descanso abrasada por el sol, con tres paneles informativos ilegibles y una señal que indica un camino hacia la cima de un cerro, flanqueado por molinos de viento. Allí se encuentran las ruinas de la ermita de Los Almendros, que puedo ver destacando en lo alto. Sin embargo, mi camino la deja a la izquierda, olvidándola por completo.

Ermita de los Almendros, todavía en la provincia de Murcia.

        Ahora toca ascender un poco para cruzar el altiplano que separa las provincias de Murcia y Castilla-La Mancha, donde se ubican los parques eólicos de Los Almendros I y II, quedan ya poco más de dos kilómetros hasta Fiente Álamo, miro el reloj y la verdad es que es bastante pronto, son las Diez y media de la mañana, cinco horas de ruta, que salvo el fresco del amanecer, han estado marcadas por un sol cegador y un calor sofocante.

       Llegando a Fuente Álamo, sigo por un camino salpicado de pequeños viñedos y olivos, entro al pueblo por la parte alta hasta llegar a la plaza, donde algunos vecinos están en la terraza de un bar, cómodamente resguardados a la sombra, buena elección. 

Iglesia San Dionisio Areopagita, Pl. España, Fuente-Álamo, (Albacete).

        Localizo mi alojamiento, justo en el centro del pueblo. Son las once y veinte de la mañana, llamo al timbre con cierta incertidumbre pensando que quizá la habitación aún no esté lista, y tenga que esperar ahora que el sol empieza a ser sofocante.

        Para mi sorpresa, la misma chica que estaba terminando de preparar la habitación es quien registra mi entrada, esta noche la pasaré en el Hotel de dos estrellas que se llama "Hostal Central", justo en la plaza de España, en el centro de Fuente-Álamo.

        Un buen alojamiento, cuenta con una cocina común con frigorífico, microondas, cafetera y tostadora y todo lo que necesitas para desayunar.

Vista desde eel Hotel de la Plaza de España de Fuente-Álamo, (Albacete).

        Una vez de haberme instalado, con la ropa tendida y yo aseado, me dispongo a comer, me comeré en bocadillo que me hice ayer ya que no he parado a almorzar, así que entro en el bar Rolix, enfrente del Hostal y en el interior me lo como, disfrutando del fresco del aire acondicionado y acompañado de una cerveza bien fría... o quizá dos.

        Hacia las tres de la tarde fui a comer al restaurante "Mesón El Álamo", menú bastante bien y bueno, je je, o será el hambre que se hace al hacer ejercicio moviendo las piernas.

Mandalas haciendo sombra en una calle de Fuente-Álamo.

        Entre la siesta, ver los deportes Olímpicos, el vídeo y preparar baterías para mañana va cayendo, la tarde, el sol sigue fuerte, pero me doy una vuelta por la localidad, también compro algo para hacerme un bocadillo para la cena y aunque el desayuno está incluido, aprovecho para comprar un poco más.

Ayuntamiento de Fuente-Álamo (Albacete).

        Ya cayendo el día, preparo las alforjas y la ropa de ciclismo para tener que hacer los mínimos movimientos en la madrugada antes de abandonar la habitación.

        Un día de calor como cabía esperar, y un pequeño lío que tuve antes de llegar a Jumilla, por culpa de una zona donde había una nave cobertizo que estaba con una puerta cerrada, que me hubiera permitido continuar por mi camino sin ese rodeo que me tocó hacer.

        Un saludo y hasta mañana.



Etapa 2: Murcia - Cieza.

5 de agosto de 2024.

Etapa 2: Murcia - Cieza.

Distancia: 68 Km.
Desnivel acumulado: 573 m.
Hora de Salida: 6:25 h.
Hora de Llegada: 13:10 h.
Tiempo empleado: 5 horas 39 minutos, (tiempo en Wikiloc).


Ruta marcada por el rio Segura.


        Son las cinco de la mañana y me despierto ya con las ganas de empezar este día, aunque es totalmente de noche, así que después de asearme me dedico a desayunar, un café frio con algo de bollería, también un poco de fruta.

        Todo está ya metido en las alforjas y así bajo hasta el hall de la entrada y me despido del recepcionista del hotel, aparcado en la puerta del mismo hago la primera foto del día, más bien de la noche, me dirijo primeramente hasta la plaza de la Catedral que está aquí cerca y que hago que sea el inicio de la etapa en el día de hoy.

Catedral de Murcia.


        La ruta comienza remontando el Rio Segura por el corredor fluvial que va desde Murcia a Contraparada, es una especie de carril bici y camino que va paralelo del rio y que en un principio esta iluminado con farolas hasta que éstas desaparecen y voy pendiente de la iluminación de mi potente foco.

Cauce del Rio Segura.

        El desnivel es casi inexistente, si que es en ligera pendiente cuesta arriba pero apenas se nota, me voy alejando de la ciudad y poco a poco las construcciones de la ciudad dan paso a pequeñas huertas.

        El rodar se hace amable y así va amaneciendo, la ruta transcurre por el margen izquierdo del rio, al otro lado también existe otro camino paralelo al rio, se pasan por unos cuantos puentes que sirven de paso de una a la otra orilla del río.

        A los doce kilómetros el camino llega a la Contraparada, que es una especie de presa que regula el agua para la huerta murciana, y que hace una especie de soto, el cual se puede rodear por un camino existente, cosa que realizo haciendo un rodeo que completa el circulo del soto.

Presa de Contraparada en el rio Segura.

        Uno de los puentes que destaca es el puente rojo, un antiguo puente del ferrocarril que se encuentra bien conservado y que da acceso a la vía verde del noreste. Cerca de allí, se extiende un amplio campo de sandías, ya recolectadas, donde solo quedan algunos ejemplares desechados por las máquinas cosechadoras, ya que estaban demasiado verdes o fuera del alcance de la maquinaria, aunque  parece que esos pocos ejemplares han madurado con el paso del tiempo, sólo lo puedo comprobar porque hay algún ejemplar recién abierto con la carne bien roja.


Puente del ferrocarril, hoy vía verde.

        El camino sigue siendo una ciclovía con una parte de tierra y otra de asfalto hasta que este desaparece y se convierte todo el en camino de tierra compacta y en buen estado.

        No será hasta aproximadamente el kilómetro 36, que crucemos el rio por un puente por una zona de descanso a la altura de los municipios de La Algaida y Archena.

        La ruta por Archena es por un parque por la ribera del rio, desde el puente de hierro hasta la inmediaciones del balneario pasando por el museo de Archena.

        Antes de llegar al balneario se pasa por una playa fluvial, en la que ya estaban los chicos del lugar dándose un baño, aunque sean las Diez de la mañana, ganas no me faltaron ya que el sol y el calor ya se empiezan a notar.

Paseo de Archena con un monolito bañado con las aguas termales del Balneario.


        La ruta entra pasa por el balneario de Archena, e
l Balneario de Archena es un complejo termal de más de 200.000 m², situado en la provincia de Murcia, en el Paraje Natural de Valle de Ricote, junto al río Segura.

Balneario de Archena.


        Dejando el Balneario atrás y a cinco kilómetros se llega a la localidad de Villanueva del Rio Segura, las once de la mañana, hora de reponer fuerzas, me dirijo a la única tienda de esta pequeña localidad, y me dispongo a comer en la plaza de la Iglesia.

Iglesia de la Asunción en Villanueva del Rio Segura.

        Continuo la ruta volviendo a salir del centro de Villanueva bajando hasta el puente que cruza el rio Seguro, a poca distancia se encuentra la localidad Ulea 
perteneciente a la comarca del Valle de Ricote.

Vista desde el mirador del Salto de la Novia.


        A la salida de esta última localidad, se encuentra el mirador del Salto de la Novia, que ofrece vistas impresionantes. Continúo por una carretera que, en realidad, es más un camino asfaltado, ya que su firmeza y anchura no son las adecuadas para una vía principal.

Tras cruzar nuevamente el río Segura por un largo puente colgante, circulamos por la carretera MU-522, pasando por la localidad de Ojós, en este punto, me desvío de la carretera para visitar el lavadero.

Al igual que en otras localidades, este lugar ha sido escenario de generaciones de mujeres que se reunían para realizar sus labores diarias en una época en la que el lavado de ropa se hacía a mano, aprovechando el cauce fluvial de los ríos cercanos.

Recién restaurado lavadero de Ojós.

        Sigo por un camino estrecho hasta volver a salir a la carretera, que me lleva a la parte alta del cañón formado por la sierra del Salitre y la sierra del Chinte, ahora Comienza un descenso, y las ganas de sentir la bajada hacen que me pase el cruce que debía tomar, así que tuve que retroceder sobre mis pasos para cruzar la presa que forma el embalse de Ojós.
        
Embalse de Ojós.

        paso por encima de la presa y en la otra orilla se pasa por un túnel para dar continuidad a una carretera secundaria que me lleva a lo largo del embalse, a la altura de la localidad de Bayna el trazado abandona el asfalto para acercarse a la orilla del embalse a través de un parque.

Embalse de Ojós.

        Después de esta incursión la ruta vuelve al asfalto para llegar a la localidad de Blanca, aquí entro en un mirador en el que se puede observar todo el embalse y el paisaje que lo rodea. Es un lugar es bucólico para tener una vista panorámica y espectacular del corazón del valle de Ricote.

        Con Blanca a un lado y el embalse del Azud de Ojós a otro el mirador es uno de los mejores puntos para contemplar ambos lugares.

Vistas desde el mirador Alto de Bayna.

        Después de disfrutar de las imponentes vistas es momento de continuar, ya dejamos a parte el asfalto y la ruta transcurre por estrechas calles, inclusive escalones, en la localidad de Blanca, volvemos a cruzar el Segura para continuar por un zigzag de camino rodeado de limoneros.

        Para llegar a Abarán me encuentro con un  problema, el camino es una senda y según  el mapa continua hasta la localidad, pero se me pierde a la altura de un caserío en ruinas y me quedo bloqueado, tengo que echar un poco para atrás para rodear este caserío para salir al otro lado del mismo, cogiendo de nuevo la senda, la cual tiene las indicaciones de recorrido, aunque su trazado está bastante deteriorado.

Tramo complicado en Abarán.


        Una vez que he logrado de salir del tramo cortado, volvemos a estar cerca de la orilla del rio, a la altura de Blanca en el rio hay una presa que es aprovechada para ser una zona de baño y para hacer un descenso en canoa por la presa, organizada por alguna empresa de ocio, me quedé un poco esperando cómo bajaban por la pared de la presa con los chicos montados en ella.

Deportes acuáticos en la presa de Abarán.

        En este momento recibo una llamada de teléfono, es la dueña del alojamiento de Cieza, interesándose por la hora de mi llegada a su establecimiento, la verdad es que no tenía ni idea del tiempo que me podía costar, así que le dije mi ubicación y que ella calculara la distancia.

        Quedan unos seis kilómetros para llegar a Cieza, pero esta parte transcurre por un camino marcado que se iba estrechando convirtiéndose en una senda irregular justo en la orilla del rio.

Senda peligrosa a orillas del Segura, a 6 Km de Cieza.

        A la una y media de la tarde llego a la puerta de alojamiento, se trata de un aojamiento turístico que se llama La Casa del Sol, s
e trata de un piso con varias habitaciones, baño compartido y una cocina totalmente equipada, además, cuenta con terraza, lavadora y secadora a disposición de los huéspedes, todo esto, sumado a la amabilidad de la dueña que hace la estancia aún más agradable.

    
Casa donde me alojé en Cieza.

        La dueña del piso me recibió de manera muy amable y tras indicarme dónde se encontraba mi habitación, me comentó algunos lugares para comer y, además, me recomendó una excelente heladería, después de despedirse aproveché para asearme y poner una lavadora con mi ropa, la cual tendí en el patio donde también dejé estacionada la bicicleta.

Habitación donde me alojé en Cieza.
  
       Con algo más de tiempo, fui al restaurante que me había sugerido y, tras una buena comida, disfruté de una siesta reparadora, después, di un paseo por Cieza visitando algunas de sus plazas y avenidas.

Monumento a la agricultura, en Cieza.

        Al ser una ciudad de tamaño considerable, encontré un supermercado donde me aprovisioné para la cena y el desayuno, algo que he estado haciendo últimamente. Finalmente, regresé a la habitación para preparar el video y tomar unas notas rápidas sobre la etapa del día.

Monumento a la madre en Cieza.

Plaza de España y plaza de abastos de Cieza.


        Una etapa en la que el río Segura nos acompaña de principio a fin, convirtiendo el recorrido en una bonita y verde etapa, prácticamente sin desniveles. Es un trayecto muy cómodo, ideal para disfrutar del paisaje, transcurriendo casi en su totalidad por caminos y ciclovías. Solo se presentan un par de tramos complicados: la llegada a la localidad de Abarán con y una senda junto al Segura, donde es necesario tener algo de precaución al circular cerca de la orilla del río.