16 de Septiembre de 2016.

6ª Etapa.

Molinaseca (El Bierzo, León) - Sarria (Lugo).



Hora de Salida: 8:00
Hora de llegada: 18:43
Kilómetros: 100 Km.
Desnivel acumulado: 1760 mts.
Alojamiento: Albergue Credencial en Sarria (Lugo).
Destacable: Ponferrada, Villafranca del Bierzo, subida o Cebreiro.


En el alto O Cebreiro.

    Nos levantamos, como casi todos los días a las 7:00 de la mañana, entre ordenar los maletines y hacer unos pocos estiramientos se va haciendo la hora del desayuno.

Preparándonos para la etapa de hoy.
    El desayuno lo tomamos en el mismo hotel, no lo sabíamos, pero el comedor está en el piso inferior en la que se ubica la cocina de corte modernista con  mesas dispuestas a modo de restaurante, no es muy grande pero si muy coqueta.

    Ahí nos atiende una amable joven que nos ofrece tostadas, bollería e incluso si queremos repetir.
 
    A las 8:00 todo preparado para la gran ruta, por lo menos larga, ya que yo antes de comenzar el camino, había previsto hacerla en dos etapas, Molinaseca-Vega ValcarceVega Valcarce-Sarria, pero Alberto me convenció de hacerla de una tacada tal y como él la tenia prevista. no me importa unir dos rutas no tenemos otra cosa que hacer en  todo el día más que pedalear, lo único que hoy toca la subida al “O Cebreiro”, así que vamos al tema.

Puente a la entrada a Ponferrada.
    A siete kilómetros está la ciudad de Ponferrada la capital del Bierzo, a su entrada nos da la bienvenida el puente medieval sobre el río Boeza, aquí estuvimos haciendo una sesión fotográfica con numerosas tomas esperando que alguna saliese bien, seguimos las indicaciones del Camino y llegamos hasta el Castillo de los Templarios, de lejos vemos la Basílica de Nuestra señora de la Encina.

    No paramos mucho, acabamos como quien dice de iniciar la etapa, así que a las nueve menos cuarto estamos saliendo de Ponferrada.

    Atravesamos el parque de La Concordia, un bonito lugar en que los ponferradinos utilizarán para hacer deporte y darse unos buenos paseos, con la compañía del río Sil.

Alberto y el Castillo de los Templarios.
    Los edificios empiezan a quedar atrás y entramos a lo que fue la zona industrial, reconocible por las altas chimeneas de sus edificios, hay un edificio que destaca notablemente, es una antigua central térmica que a base de carbón se utilizaba para crear electricidad, ahora es un museo, el museo de la luz, reconocible por sus numerosas chimeneas.

     Una vez ya fuera de Ponferrada, pasamos por el barrio de Compostilla, visitando el pórtico de su iglesia.

    A siete kilómetros está la población de Camponaraya, a su salida pasamos el puente que cruza la autovía A6, es en este punto cuando realmente comienza lo bonito del camino que hasta ahora venía salpicado de urbanizaciones para dar paso a los viñedos de la zona de El Bierzo.

    Llegando a Cacabelos, está el consejo regulador denominación de origen Bierzo, y como no, uno que viene de La Rioja se hace una foto, con el consejo de fondo.

Entrada a la bodega La Moncloa, en Cacabelos.
    En Cacabelos tenemos la primera anécdota del día, estos días atrás ordenando los apuntes del Camino había leído que en la bodega, La Moncloa en Cacabelos obsequiaban al peregrino con un trocito de empanada y un vaso de vino, así que ni corto ni perezoso, entro a la bodega en la que en un principio parecía que no había nadie, Alberto mientras esperaba acontecimientos, en esto que aparece una mujer y le comento que si en este lugar sellan, ella me responde afirmativamente y en eso que nos ofrece el correspondiente vaso de vino acompañado de un trozo de empanada, ah y el sello.

    Salimos de Cacabelos por el puente sobre el río Cua, y seguidamente pasamos por una casa peculiar de lo que podría haber sido en su día un molino de agua.

Camino entre viñedos de la zona.
    Voy siguiendo la estela de Alberto pero me paro un momentito para quitarme la camiseta térmica, poco a poco va haciendo calor, cuando me reincorporo mi compañero ha desaparecido en  la longitud del camino, por lo que prosigo en solitario, en esto que llego a una intersección del camino con dos opciones, una seguir por la carretera o ir por camino a través de los viñedos de la zona, más bonita, así que elijo esta última.

    Es un camino agrícola que pasa entre los viñedos de la zona, pasa por la Valtuille de arriba.

Citas de los peregrinos en Valtuille de Arriba.
    Yo andaba todavía con la duda del camino que cogió Alberto, pero al subir  por el cerro  por donde transcurre el camino, me quedó claro ya que no se le veía en el horizonte.

    Entre Valtuille de arriba y Villafranca del Bierzo les separa una distancia de cinco kilómetros, así que Villafranca del Bierzo será nuestro punto de encuentro.

    La entrada a la ciudad es por la misma carretera que abandonamos y que mi compañero siguió, ya estoy entrando en Villafranca del Bierzo, una llamada de teléfono y concretamos el punto de reunión, en mi callejear paso por delante de una tienda de bicicletas que seguramente será punto de reparación para los bicigrinos, de allí veo salir a un peregrino alemán con su peculiar medio de transporte, una bici y una especie de barca invertida de remolque, salía de la tienda después de reparar alguna avería.

Convento de los Padre Paúles, Villafranca del Bierzo.
    Aquí estamos otra vez los dos, y mientras Alberto cierra sus negocios por teléfono yo voy en busca de una tienda de ultramarinos en busca para comprar alguna cosa, bien aconsejado por una anónima ciudadana, me dirijo a la tienda de ultramarinos que está cerca del convento de los Padre Paules.

    En dicho supermercado compro lo que suelo comer sin parar de la bici, fruta y más fruta, esto me servirá de tentempié hasta la hora de comer.

    Aproximadamente llevamos un cuarto de la etapa de hoy y son las 11 de la mañana así que proseguimos la marcha.

    El camino transcurre por la antigua carretera Nacional-VI, el tráfico casi inexistente ya que ahora transcurre por la autovía, así que por aquí casi no hay tráfico más que el de los furgones de reparto y de los vecinos entre las poblaciones cercanas.
Paradita en, Pereje.

    La primera población después de Villafranca del Bierzo es Pereje a cinco kilómetros de distancia. aquí nos hacemos una foto en una casa que nos llamó la atención por estar muy floreada, a partir de ahora la carretera está habilitada para el camino, aprovechando algo más que la anchura del arcén y separada por unos bloque de hormigón.

    En el transcurrir del camino adelantamos a otro ciclista que llevaba una bici que a lo mejor no había limpiado en su vida, los radios de las ruedas parecían mucho más gordos por la suciedad acumulada, eso sin contar con la cantidad de bultos entre alforjas y mochila que llevaba, además, el casco parecía uno de montaña, aún nos lo encontraríamos en otras partes del camino.

  En cuanto podamos tenemos que mirar mapa por dónde transcurre el río Valcarce, ya que pudimos cruzarlo en innumerables ocasiones, cada vez que atravesamos un puente la señal del río que cruzaba era siempre la misma.

Carretera entre Ruitelán y As Ferrerías.
    Siempre en ligero ascenso, vamos pasando por las distintas poblaciones, Trabadelo, Ambasmestas, Vega de Valcarce, Ruitelán y Las Herrerías o As Ferrerías, como rezaba uno de sus carteles.

    En As Ferrerías, como bien nos indicó un paisano deberemos subir por carretera y con una serie de precisas indicaciones, nos dijo algo del cruce de La Faba y algo de La Laguna, mucho caso no le debimos de hacer cuando nos alcanza en su coche a unos pocos metros y nos las vuelve a repetir.

    Es la una menos cuarto de la tarde y quedan unos 10 kilómetros de ascensión, estamos a 670 metros de altura y la cima del O Cebreiro está a 1.300 metros, aquí empiezo a tener leves molestias en la espalda así que, para no forzarme ni entretener a Alberto, le digo que cada uno vayamos a Sarria, destino de la etapa de hoy, cada uno a su ritmo.
Subida a La Faba.

    Subiendo me acuerdo algo importante que viene en los libros del Camino, no hay que ir por Piedrafita del Cebreiro ya que se hacen gratuitamente unos 4 Km de más.

    Así que evitamos subir por ahí, y vamos dirección a  la aldea de La Faba sin entrar en ella, para subir mas tarde a La Laguna, buenas rampas sin descanso, vamos cogiendo altura, yo voy vigilando mi GPS, así que me marca 1.151 metros de altitud, todavía quedan 2,5 Km para la cima.

Me pasa un biker de la zona, deduzco eso, pues no lleva equipaje alguno y la máquina que lleva es una BH Lynx 4.8 27.5″ Carbón, (qué bien viene hacer alguna fotografía).

    Subimos y subimos, buenas rampas, en la que también se observa por dónde va la senda de los caminantes, la verdad es que no les envidio nada.

Vista desde el alto O Cebreiro, (Lugo).
    A las tres menos cuarto llego a la cumbre del O Cebreiro que se encuentra a 1.227 metros de altitud aquí cambiamos de provincia entramos ya en Galicia.

    Una vez observado el paisaje ya es hora de reponer fuerzas,  y es que hoy con un bocadillo no es suficiente así una vez en O Cebreiro no me lo pienso dos veces y entro en el primer restaurante que encuentro.

    En el restaurante me indican donde puedo dejar la bici, una vez aparcada, tomo asiento y me pido el menú del peregrino.
 
    Una vez terminado el café salimos y hacemos una pequeña visita a la capilla de la Parroquia Santa María A Real y una pequeña visita al pueblo, las casas al igual que la iglesia son de piedra y los tejados de pizarra.

Alto de San Roque, a 1.270 metros de altitud.
    Quedan todavía unos 45 kilómetros hasta Sarria, así que seguimos el camino, bajaremos un poco para luego volver a ascender por un camino paralelo a la carretera pero que se interna entre árboles con sus múltiples colores ya que va entrando el otoño.
 
     Cuando recuperamos  recuperamos altitud la vegetación desaparece, estamos en el alto de San Roque 1.270m, pasaremos por varias aldeas, una Linares la acabamos de pasar antes de hacer cima, un poco más adelante en la aldea que se llama Hospital  vuelvo a ver al ciclista  de la bici que no la lavaba nunca con su casco, inconfundible.

    Pasamos el cruce para bajar del puerto, dirección Samos, Sarria todavía queda a 34.5 Km., pero por los consejos que nos han dado vamos a hacerlo todo por carretera.

Vacas en la aldea de Hospital.
    Llegamos al techo de la etapa, es el alto del Poio 1.335m, tal como descendemos nos encontramos con una zona de niebla y llovizna, solamente será la zona que comprende una cierta altitud, una vez que hemos descendido lo suficiente, ya volvemos a tener un día agradable. 

    Pasamos, como puntos destacables, por Triacastela, y por Samos, dónde me hago un selfie con su Monasterio, casi no veo su pórtico porque pilla a la contra del camino, aquí un taxista que estaba esperando a un cliente entabla unas palabras conmigo, siempre hay palabras para el peregrino.

Monasterio de Samos.
    Bueno y después de la pequeña parada en Samos,  Sarria queda solamente a 11 Km en los que nos quedan dos repechos, en los que la carretera se desdobla para hacer el carril de adelantamiento, cosa que ya sufren nuestras piernas y nuestra cabeza, deseando llegar ya a nuestro destino.

    Una vez en Sarria, las indicaciones me las da Alberto que me llebara esperando eso de una hora más o menos, en el albergue entro a las siete y diez de la tarde.

    Por cierto, al ver en primer lugar que es un albergue y no estar preparado, ya que no llevo ni saco de dormir, me asusté un poco, pero luego entre lo bien que están las instalaciones y que te ofrecen unas sábanas y cubre-almohadas desechables y si necesitas una manta también te la ofrecen, se me quitaron todas las vergüenzas.

Río Sarria.
    Así que después cien kilómetros me tomo mi merecida ducha, me cambio a  ropa de calle y da tiempo a Alberto y a mí de dar una pequeña vuelta para buscar un restaurante que nos recomendaron en el albergue, es el Mesón Roberto en el malecón del Río Sarria.

    Comimos muy bien, además pudimos observar, que el plato estrella es el chuletón, no pudimos comprobar su sabor pero la pinta era buenísima, nosotros nos conformamos con un buen plato de pasta y huevos con patatas.

Y así se termina el día por hoy.




 15 de Septiembre de 2016.

5ª Etapa.

Hospital de Órbigo (León) - Molinaseca (El Bierzo, León).


Hora de Salida: 8:00
Hora de llegada: 16:15
Kilómetros: 65 Km.
Desnivel acumulado: 880 mts.
Alojamiento: The Way Hostel, Molinaseca.
Destacable: Astorga y Subida a la Cruz de Ferro.


Ayuntamiento de Astorga.
   

    Después del agua de ayer y temiendo que el día no iba a ser mejor hoy salgo de largo, por la mañana el desayuno de rigor, esperando las primeras luces, estamos en Septiembre y hasta que no dan las ocho de la mañana no se puede salir, así que aquí estamos Alberto y yo preparados para la etapa de hoy, la empleada de la estación de servicio nos abre el cuarto donde durmieron nuestras bicicletas, una pequeña limpieza de la cadena y las barras de suspensión y con todo dispuesto vamos a la tarea.

A la mañana es fácil encontrarse con
muchos peregrinos.
    La ruta se puede hacer paralela a la carretera o dando un rodeo por Villares de Órbigo, son cuatro kilómetros más pero merece la pena, iremos por campos y dejaremos de lado, por un momento la carretera N-120, carretera de Logroño.

    Por este recorrido pasamos por Santibañez de Valdeiglesias, el camino rural está en muy buenas condiciones, con un suelo de tierra bastante prensado en la que el rodar no se hace nada pesado, el camino en esta primera parte del día está salpicado de los madrugadores peregrinos que vamos poco a poco alcanzando, éstos han salido más temprano, ya para el mediodía éstos han hecho la labor.

    Como estamos los dos, Alberto y yo, aprovechamos para hacernos fotos en los sitios más pintorescos que nos encontramos, como con el maniquí saludando a los peregrinos.

La casa de los dioses
    Un poco antes de llegar a un curioso paraje llamado La Casa de los Dioses, nos despedimos, ya que llevamos ritmos distintos, aquí en La Casa de los Dioses, al peregrino se le ofrece una pieza de fruta o bebida a cambio de la voluntad, ah y de poner el sello en la credencial.
   
    Seguimos más adelante y nos encontramos con la Cruz de San Toribio, en cuya explanada, nos encontramos, esta vez a un tipo que tocando la guitarra, y por unas pocas monedas nos hace una serie de pareados.

    Lo dejo cuando estaba cantándome una oda y descendemos hasta San Justo de la Vega, a su salida pasamos por el Río Tuerto, para llegar a Astorga nos queda una recta de dos kilómetros, antes de adentrarnos en Astorga, primero pasaremos por un puente medieval con el que atravesamos  el Arroyo de la Moldera, para luego pasar por una pasarela de estructura metálica con bastantes vueltas para salvar la línea de ferrocarril Palencia-La Coruña.

Campanas del ayuntamiento de Astorga.
    Nada más pasar la rotonda que nos da la bienvenida al más puro estilo romano, Asturica Augusta, subimos por una calle un tanto empinada pasamos por delante de una escultura de un viajero, enfrente una Iglesia con la fachada característica de piedra, dónde en su lateral están a la vista unas excavaciones de los restos romanos de la ciudad, continuamos las indicaciones del camino y llegamos a la plaza del ayuntamiento, éste es un excepcional edificio que como bien delata el reloj del ayuntamiento son las 10 de la mañana, así que tuve la suerte de ver a los Maragatos como tocaban las campanas.

    Llego a la Plaza de Eduardo de Castro, dónde me encuentro con la Catedral y con el palacio episcopal, con el característico de inconfundible diseño del arquitecto y constructor Antonio Gaudí.

Catedral y palacio episcopal.
    Accedo a los jardines del palacio episcopal por la entrada del museo, donde también se pueden comprar las entradas para visitar su interior, cosa que no hice, ya lo que me faltaba, si me entretengo con dos piedras una encima de otra de aquí entonces, no salgo.

    Bueno después de pedirle a unos turistas que me retrataran con la obra de Gaudí al fondo, me marcho paraa ver la fachada principal de la Catedral, como siempre en vez ir por el camino más corto, osea por la plaza, doy un rodeo, gran rodeo, por las calles del casco antiguo, ya que la disposición de las calles son un tanto enrevesadas.

    Bueno termino yendo a la fachada principal en dirección contraria al Camino de Santiago, en esto que me vuelvo a encontrar al bicigrino de Madrid, Carlos creo que se llama, nos saludamos intercambiamos impresiones del camino y nos despedimos hasta otra, yo me quedo en la fachada de la Catedral intentando buscar esa foto que me cero que es única y la han hecho todos los turistas.

    Para la salida de Astorga no hay más que seguir las indicaciones del Camino, llegaremos a un cruce que nos indica que Sta. Colomba de Somoza está a 16 Km. la carretera esta flanqueada con arbolitos a ambos lados que todavía dan poca sombra, cuando llevamos cuatro kilómetros un chasis de una moto en forma de monolito, seguro que recuerda a algún motorista que debió tener un fatal accidente en ese punto.
Ermita del Ecce Homo.

    Más adelante nos encontramos con la ermita del Ecce Homo, aquí una amable señora que estaba en la puerta nos invita a entrar, a parte de poder sellar en la credencial intercambiamos unas palabras, me imagino que sería del tiempo y alguna otra cosa banal, el caso que entre una cosa y la otra a la hora de firmar en el libro de visitas terminé llevándome el bolígrafo, como todos los peregrinos sean como yo no le dan las propinas que se efectúen, como en mi caso unos 20 céntimos.

    Más adelante a dos y medio kilómetros, en Murias de Rechivaldo, siento la necesidad de hacer una parada de esas que la naturaleza te obliga, así que paré en una pequeña cafetería, llamada Bar Cris, ahí, aproveché a tomarme un café con leche, oye al mismo precio que en casa, despachando con el camarero resulta que conoce el pueblo de Clavijo (la Rioja), ya que Murias de Rechivaldo y Clavijo, están hermanados y que él ha estado en alguna ocasión celebrando algún acto de su hermanamiento.
Al fondo, Sta. Catalina de Somoza.

    Ya con el cuerpo libre de la sensación fisiológica que me atrapaba, salimos deMurias de Rechivaldo  en ligero ascenso, por un camino de tierra apartado unos metros pero paralelo a la carretera, bastante bueno para rodar, llego a Sta. Catalina de Somoza, dónde a su entrada, me encuentro con un gatito, muy feo  pero chiquitín y cariñoso, lástima que en ese momento me estuviese comiendo un melocotón y yo no podía atender su hambre ya que creo que buscaba aluna que otra chocolatina.

    Cruzo el pueblo, con sus bares restaurantes y albergues, a cuatro o cinco kilómetros llego al poblado de El Ganso, curioso mesón Cowboy, en el que olía bastante a hierbas y no eran precisamente chupitos, aquí paro para echarme el sello mientras en el exterior un vecino de la zona se afana en hacer bastones de madera para los caminantes.

    El camino empieza a ser cada vez más pendiente, llegamos a Rabanal del Camino, es la una y media de la tarde y es buena hora para coger fuerzas e ir preparándose para el ascenso del puerto más alto del Camino de Santiago, el aire que sopla en contra es bastante molesto y frío, por lo que a la salida del pueblo encuentro el sitio perfecto para resguardarme, es un lavadero en el que me puedo refugiar.
    
Lavadero de Rabanal del Camino.
    Me como el bocata de una barra de pan entero y un par de melocotones, antes de reanudar la marcha, para protegerme del aire, me pongo la bolsa del supermercado en la pechera a modo de parapeto, por cierto me vino muy bien.

    A partir de este punto, es cuando me recomendaron que ante la lluvia que empezaba a arreciar lo mejor sería ir por la carretera, es una carretera de montaña con poca circulación, lo que hice fue coger el primer tramo por una senda para probar a ver que tal estaba el piso, la cosa parecía que pintaba bien, hasta que llegué a una zona en la que ya la existencia, cada vez más numerosa y extensa de charcos me obligaron, en un cruce con la carretera a salir a ella, y eso que la vi bastante entretenida, así que comprendí que mi destino era coger el asfalto, así que libré de ensuciar la bici que no he ensuciado desde mi salida desde casa.

Senda que tuve que dejar por la existencia mas adelante
de barro.
    En este tramo de senda, hay dos bancos para descansar y en uno de ellos hay dos plaquitas metálicas, en recuerdo a alguien fallecida, una con el nombre de Conall y otra con el de Johnny ambos de Irlanda.

    Así que con el barro amenazándome salgo al asfalto de la carretera LE-142, ahora marca el kilómetro 25, las nubes están altas y pegadas a la cumbre y todavía no hacen acto de presencia, así que cuando más ascendemos el paisaje es más bonito, con la vista de los montes de León.

En la Cruz de Ferro con la piedra
que cogí en La Grajera.
    Rabanal del camino está a 1.150 mts de altitud vamos ascendiendo hasta Foncebadón  a 1.430 mts, quedan 2,5 km de ascenso para el mítico alto de la Cruz de Ferro, ahora si que hemos alcanzado las nubes que se torna en una densa niebla, sin ver mucho más allá veo una pintada en el asfalto a modo de tour de Francia que pone un kilómetro, ya estoy casi en la cumbre.

    A unos 200 mts antes de llegar a la cumbre cojo la senda que va a lado de la carretera, no va a ser todo asfalto, de esta manera llego a la Cruz de Ferro.

    Hace un tiempo infernal con frío, aire y algo de llovizna, cumplo con la tradición de dejar a pies de La Cruz de Ferro, la piedra que cogí en Logroño en el parque de La Grajera.

Albergue de la orden de los Templarios,
 Manjardín Signos de Ciudad.
    Las tres de la tarde hora de ir emprendiendo la marcha, no quiero pasar mucho frío, que lo hace, así que después de bajar un poco llegamos a Manjarín Signos de Ciudad, un refugio regentado por Tomás Martinez, el último templario que ayuda a los peregrinos en la difícil etapa de La Cruz de Ferro, en su camino hacia Santiago de Compostela. no pude pararme a verlo debido al mal tiempo.

    Ascendemos un poco más, para recuperar la altitud perdida y es la hora de la deseada bajada, complicadísima por el Camino así que hay que hacerla obligatoriamaente por la carretera, según vamos descendiendo dejamos atrás las nubes que estaban pegadas a la cumbre, empieza a templar la temperatura, bajaremos con precaución, nos esperan cuevas cerradas y el asfalto está resbaladizo por la lluvia recibida, aparte, hay que ser conscientes de que llevamos 10 kilos de alforjas y los frenos no tienen toda su eficacia al están mojados.

Descenso desde La Cruz de Ferro con su serpenteante carretera.
    En el descenso atravesamos el bonito pueblo de Acebo de San Miguel, la carretera se convierte en una calle en la que el asfalto se ha convertido en hormigón salteado con cantos rodados, a ambos lados de la calle las fachadas de las casas de piedra te invitan a parar y contemplar el lugar.

Acebo de San Miguel.
    Seguimos descendiendo durante casi diez kilómetros hasta Molinaseca, pero antes pasaremos por Riego de Ambrós donde ni siquiera paré debido a la velocidad aque levaba y no ver nada que me llamara la atención.

     A las Cuatro y cuarto llego a Molinaseca, sin darme cuenta me paso el cruce que debía tomar para ir al Hotel que nos va a albergar esta noche, me interno en en la calle principal y cuando se me acaba el pueblo compruebo que me he pasado, pregunto por el hotel en una tienda de ultramarinos, que tenía a modo de expositor un tocadiscos con fruta en el plato y un pimiento levantando el brazo, para que este girase, muy amablemente me indicaron la dirección correcta.

    Cuando llego al Hostel the Way, en recepción no hay nadie, llamo al timbre sin respuesta, aquí estoy un rato hasta que se me ocurre llamar al móvil del Hotel, localizando al hombre con muy buena planta, con muchas ganas de hablar y que por él no existían las prisas para nada, un tipo interesante.

El río Meruelo, a su paso por Molinaseca.
 
    Me encuentro con Alberto, que llegaría más o menos una hora antes que yo, así que después de ordenar un poco las alforjas, asearnos, cargar el móvil etc, salimos a dar una vuelta por este bonito pueblo de sabor medieval.

    Terminamos cenando en el Mesón Casa Marcos, el mismo sitio donde anteriormente nos tomamos unas cervezas,el menú plato de pasta y huevos fritos con patatas.

    Una vez en el Hotel, la experiencia ha sido el de pasar una gran aventura, por mucho que nos quejemos, pero si al final nos gusta.


Más fotos de la ruta de hoy, Aquí.







14 de Septiembre de 2016.

4ª Etapa.

Sahagún (León) - Hospital de Órbigo (León).



Hora de Salida: 8:00 h.
Hora de llegada: 18:30 h.
Kilómetros: 93 Km.
Desnivel acumulado: 400 mts.
Alojamiento: Hotel el Paso Honroso (Hospital de Órbigo).
Destacable: Perfil prácticamente llano, León, aire en contra todo el camino.


    A las siete y media ya estoy desayunando, sentado en una mesa del bar, mi cola-cao, zumo y tostada, mientras, la televisión está encendida sin volumen no sé de que hablan pero me da igual, estoy totalmente desconectado de cualquier información.
Arco de San Benito. Sahagún

    A las ocho de la mañana comienzo a pedalear, teniendo en mente encontrarme con el arco de San Benito, monumento singular que había leído de su existencia el día anterior. Las mismas indicaciones del Camino de Santiago te llevarán hasta él.

    Voy de corto, pero con manguitos, con la esperanza de que según vaya avanzando el día pueda ir de totalmente corto y disfrutando del tacto de los rayos de Sol.

    Abandonamos la ciudad de Sahagún atravesando el río Cea por su puente Medieval.

     Nada más salir de la ciudad y sin la protección de las edificaciones, se empieza a notar un aire fresco y en contra bastante molesto, así que en vez que poderme quitar los manguitos, nos tenemos que abrigar y ponernos el cortavientos, el aire para males mayores, no dejó de soplar en todo el día.

Echando la mirada hacia atrás el cielo promete.
   Hay dos variantes del Camino, según se sale de Sahagún, están identificadas las dos, una va paralela a la carretera, un poco más corta, y otra que da un pequeño rodeo y que pasa por Calzadilla del Coto.

    Elijo la que va por Calzadilla del Coto , atravesando su población, a la salida nuevamente tenemos dos opciones, también están identificadas, una es el Real Camino de Santiago, y la otra es la Vía Trajana, esta última es una calzada romana llena de adoquines, y que no es nada aconsejable para los que vamos en bici, así que voy por el camino francés que es el ciclable y original.

Simpático girasol.
    Llegados al cruce para elegir uno u otro tomamos el de la izquierda, posteriormente empalmaremos con el camino que viene de Sahagún y que va paralelo a la carretera, hasta Berciarios del Real Camino vamos por la carretera, es una carretera sin circulación, ya que ésta la absorbe la autovía del camino.

    Saliendo de Berciarios del real Camino, nos iremos encontrando con mas abundantes y extensos campos de girasoles, algunas de esta plantas están decoradas con diversas caritas que los caminantes realizan en su peregrinar, aunque esto no sé si les hará gracia a los propietarios de las plantaciones, para mí resultaba hasta gracioso los emoticonos que resaltaban en los girasoles.

Carretera a Reliegos, a la izquierda el Camino.
    La siguiente población es El Burgo Ranero, aquí, podemos ir tranquilamente por la carretera y así a 18 Km llegamos a Reliegos, con el perfil totalmente plano.

    A la salida de Reliegos nos encontramos con un constante ir y venir de mega camiones cargados de toneladas de tierra, el devaneo es continuo, llamando la atención de cualquiera que pasa por este punto, es la construcción de la autovía entre Valladolid y León, a seis kilómetros llegamos a Mansilla de las Mulas.

    Todo este tramo que viene está salpicado de pueblos con sus respectivos albergues o áreas de descanso hasta nuestra llegada a León.

    De esta manera desde Mansilla de las Mulas, pasamos por Villamoros de Mansilla, Villarente, donde pasaremos por un puente paralelo al de la carretera, habilitado para el Camino que cruza el Río Poma, más tarde pasaremos por Arcahueja, en este punto ahora estaremos a unos siete kilómetros de León.

El Río Poma, a la salida de Villarente.
Vista de la Entrada a León desde la pasarela del Camino.
    Unos pabellones industriales nos avisan de que la gran ciudad está próxima, ahora vamos paralelos a la carretera general, aquí hay una pequeña subida, en la que me encontré a un ciclista que sudaba la gota gorda, pero gotas de las de verdad, luego coincidiría con él en un par de ocasiones más.

  Después de esa leve subida, cruzaremos la carretera general por una pasarela metálica de color azul, como hemos subido un poco, ahora tenemos que ir descendiendo, hasta la ciudad propiamente dicha, ahora las edificaciones se van haciendo presente, a la llegada a León nos reciben unos voluntarios de protección civil dónde nos sellan la credencial y ayudan en cualquier duda o problema que podamos tener.

    Nada más dejar la tienda de campaña de protección civil cruzamos por su correspondiente puente el Rio Torio para ya si, adentrarnos hacia el centro de la ciudad.


La Catedral de León, entre casas.
    A partir de aquí, ponemos el GPS del teléfono para ir a la catedral, ya que la señalización del Camino de Santiago, como nos pasó en Burgos, es para los que van andando y con la bici es difícil seguirlo.

    No sé por que calles me metí, pero de repente apareció, entre las casas, la impresionante Catedral.

    Como cualquier peregrino, estuve deambulando un poco por la plaza de la Catedral, haciendo alguna foto confundido entre los grupos de turistas que allí se encontraban.

    En plena plaza hay un poste con un reloj y un termómetro que marca unos 20 grados, me parece un poco excesivo, pero cuando miro la hora del reloj, me siento confundido, apenas son las 12 del mediodía, pues no voy nada mal, de repente empiezan a dar la hora las campanas de la Catedral, y, sorpresa, sólo da una campanada, era la una, el reloj estaba atrasado un hora.

    Total que entre fotos, catedral, japoneses varios, me encuentro con el ciclista que sudaba la gota gorda a la entrada de León, uf como pasa el tiempo, me comentó que seguiría el camino a partir de ahora con su hija que le estaba esperando en León, así que nos despedimos deseándonos Buen Camino.

Una de las muchas fotos que me hice con
la catedral de León.
     Así que siendo la una de la tarde, me pongo otra vez en marcha, voy saliendo de la plaza por la calle Ancha que te lleva hasta la plaza de Marcelo, donde vemos la existencia de otro singular edificio, es la casa Botines, cuya forma constructiva delata quien es su constructor y arquitecto, Antonio Gaudí.

    Para la salida de León ponemos, de nuevo, el GPS para que nos lleve al Parador de San Marcos, como ciudad turística y atravesada por el Camino de Santiago, podemos ver gran cantidad de turistas visitando la plaza y contemplando  el monumental edificio del parador.

Seguimos con la etapa, atravesamos el río Bernesga, por el puente de San Marcos, el mismo nombre que el del parador.

Colina a la salida de La Virgen del Camino,
con sus antenas.

    La salida es un poco caótica, así que le pregunto a un joven ciclista local por la salida de León, coincidiremos en gran parte del trayecto, entre semáforo y semáforo, así que no tengo más que seguirle para ir saliendo de la ciudad, nos separamos a los pies de una pasarela que salva el ferrocarril y por fín, ya estamos encaminados hacia la salida de la ciudad, que no la dejaremos definitivamente hasta llegar al Barrio de La Virgen del Camino, quedará atrás el bullicio de la ciudad, para adentrarnos de nuevo en el Camino.

    A dos kilómetros de La virgen del Camino y una vez atravesado por debajo la autovía A66 por medio de un túnel, tenemos que salvar la única y corta subida que nos llevará a lo alto de una colina con sus antenas que darán algún tipo de servicio a la ciudad de León, será la única subida destacable de una etapa prácticamente llana.

Carlos, en el camino a San Martín del Camino.
    Hasta Hospital de Órbigo, hay unos 26 km, atravesaremos las poblaciones de Valverde de la Virgen, San Miguel del Camino, Villadangos del Páramo y San Martín del Camino.

    En los últimos compases de la etapa, voy con otro bicigrino, esta vez es de Madrid, Carlos, era la segunda vez que intentaba el Camino, ya que la primera tuvo que abandonar por la rotura del eje del pedalier, espero que esta vez le haya ido bien, todavía lo veré puntualmente en otra etapa.

    Va un poco más deprisa que yo, pero nos acompañamos durante un buen trecho, más tarde, el no haber comido todavía, los kilómetros acumulados y el aire en nuestra cuenta, me hace mella y tengo la necesidad de parar a comer algo, me encuentro a apenas dos kilómetros de mi final de etapa, él proseguiría, si mal no recuerdo hasta Astorga, así que me despido de Carlos, deseándole un Buen Camino.

Entrada a Hospital de Orbigo, por el puente de El Paso Honroso.
    Tengo que parar en una zona resguardada del aire así que me protejo en una de esas montañas de alpacas de trigo que hacen las veces de parapeto del viento, ahí repongo fuerzas con el menú de costumbre, mi fruta y mi bocata de Jamón con queso, comprados el día anterior en Sahagún.

    Una vez recuperadas las fuerzas no queda más que cruzar el puente sobre el Río Órbigo y llegar al hotel, esta vez es un hotel de esos de carretera que se han quedado desplazados por la construcción de la autovía.


    Son las cuatro y media de la tarde, muy buena hora para llegar y descansar, aquí me encuentro con Alberto, otro bicigrino del camino y que ya habíamos quedado en este hotel, y que a partir de ahora compartiríamos aventuras, ya que seriamos compañeros de camino.

Armadura y escudo en el hall del hotel.
    Con la amabilidad que se corresponde, nos recibe el conserje del hotel, aparcamos las bicis en un local que tienen acondicionado para ello y nos dirigimos cada uno a su habitación.

    Después de asearme, vuelvo a ir, dando un paseo, al puente de nombre El Paso Honroso, ya que la foto que hice al llegar no me gusta y la quiero repetir.

    Doy también una vueltecita por el pueblo, en frente del hotel hay un supermercado así que aprovecho para hacer la compra del día siguiente, también en previsión del tiempo para los próximos días entro en el bazar chino de al lado y cojo un poncho.

    No coincidiríamos en el hotel Alberto y yo, pero ya habíamos quedamos para el día siguiente, así que a las nueve de la noche entro al comedor y me doy mi particular festín, es hora de recuperar fuerzas.


Hotel el Paso Honroso.

    La etapa de hoy era llana completamente, lástima que el tiempo se haya enfriado de esa manera, y el aire no nos haya dejado tregua, prueba de ello, es que la pasta de dientes que va metida en el neceser y dentro de las alforjas parecía sacada de la nevera.

    Mañana será otro día, así que buenas noches.



Otras fotos, en este enlace.
13 de Septiembre de 2016.

3ª Etapa.

Hontanas (Burgos) - Sahagún (León).



Hora de Salida: 08:00 h.
Hora de llegada: 16:40 h.
Kilómetros: 94 Km.
Desnivel acumulado: 542 mts.
Alojamiento: Hotel La Codorniz (Sahagún).
Destacable: Canal de Castilla, Palencia y las dos tormentas que cayeron.


Preparado para el inicio de etapa.
    Después del calor del día de ayer, hay pronosticados para hoy tormentas que entran en la península por Galicia, así con con un poco de mala suerte nos toparemos con ellas.

    Hoy tengo previsto llegar hasta Sahagún, provincia de León, entre peregrinos, rezagados, desayuno mi cola-cao con tostadas, mermelada y el zumo de naranja, para coger fuerzas, a las 8 menos cuarto ya estoy preparado, como siempre hasta ahora me hago la última foto para despedirme de Hontanas, hasta ahora siempre que abandonas la ciudad que te a acogido sientes un cierto agradecimiento por la hospitalidad y el trato humano que se desprende por todos los sitios, así que al Camino.

    Camino de Castrojeriz, voy por una alegre camino, casi senda, en esta época del año está permitido hacerlo, ya que la afluencia de caminantes es más bajo y no los molestamos, sin embargo, en los meses de temporada alta la mejor opción sería ir por la carretera, que va paralela no muy alejada del camino.

Convento de San Antón.
    Cuando el camino nos lleva a la carretera y después de 6 km desde la salida, aparece las ruinas del Convento de San Antón, la curiosidad es ver como la carretera pasa por su interior.


    Atravesamos Castrojeriz, con su castillo en lo alto, y a la salida a uno o dos km cruzamos el Río Odra, bien por el puente habilitado para los peregrinos o por el puente mas grande que está justo a su lado, a partir de aquí  vemos como el camino tiene que salvar el alto de Mosterales, con una rampa del 12%, en subida, echando la vista atrás tenemos una bellísima estampa del sol todavía levantando el vuelo con la colina de Castrojeriz y del Camino de Santiago salpicado de peregrinos.

Alto de Mosterales con Castrojeriz al fondo.
    Como casi siempre, en los lugares de más o menos singulares, como éste, en el alto hay un un puesto ambulante en las que se nos ofrece fruta y bebidas, bien por un precio pactado, o con la voluntad.

    Una vez contempladas las vistas nos disponemos a descender, esta vez una señal de peligro nos advierte de la inclinación es del 18%, que bien, pero hay que ser conscientes y no bajar a todo gas, ya que hay que tener en cuenta de no molestar en excesivo a los caminantes y que la bici con las alforjas no se comporta de la misma manera que sin ellas, a parte que no queremos terminar por algún motivo consciente nuestro peregrinar aquí, es decir, cuidando la mecánica y la integridad física.

    Pasados unos pocos km, nos encontramos con la ermita de San Cristobal, en la que su puerta reza, Hospital para peregrinos de San Nicolás de Fitero.

Puente sobre el Pisuerga que separa las provincias
 de León y Palencia.
    Después atravesamos el Río Pisuerga, por el puente de Fitero, dada su estrechez para dar paso alternativo está regulado por un semáforo, claro es que en esta situación no es el caso, así que aquí abandonamos tierras burgalesas para adentrarnos en las de Palencia.

    Atravesamos el pueblo de Itero de la Vega, para más tarde cruzar el canal de riego proveniente del Pisuerga, desde que bajamos el alto de Mostelares todo el camino es prácticamente llano y con total ausencia de arbolado, el cielo, que en un principio parecía que iba a despejar, según vamos avanzando se va oscureciendo con unas nubes amenazantes de lluvia, mientras aguante así todo va bien, pensé.

    Hemos atravesado gran parte de terreno de cereal, si bien al entrar en la provincia de Palencia se nos antoja que los terrenos vayan pasando a regadío.

Canal de Castilla.
    Llegamos a Boadilla del Camino, nos recibe una curiosa fuente, en la que parece que hay que darle vueltas a una especie de timón para obtener agua, una vez que hemos salido del pueblo, nos encontramos con el Canal de Castilla, ahora y durante unos 5 Km tendremos a la derecha del camino una hilera de árboles y a la derecha el canal hasta llegar a Fromista.

    Antes de llegar a Fromista nos encontramos un conjunto de esclusas en el canal para librar la pendiente del terreno.

    Cuando salimos de Fromista  y dirección a Carrión de los Condes, pasamos por un puente para librar la autovía A-67, posteriormente pasaremos por los municipios de Población de Campos y Villarmentero de Campos y así hasta Villalcázar de Sirga, que dista unos 13 Km desde que dejamos Fromista.

Santa María de la Blanca en Villalcázar de Sirga.
     En Villalcázar de Sirga, haremos parada obligada para visitar la Iglesia de Santa María de la Blanca, previo pago de un euro si eres peregrino o uno y medio si eres "normal".

    Después de cruzar unas palabras con los peregrinos que están en el portalón de la iglesia, dónde algunos ya salen para  proseguir la caminata y otros van llegando, el cielo, se torna de gris intenso, es en este momento cuando empiezan a caer las primeras gotas de lluvia mezcladas con fuertes ráfagas de aire y que confirma lo que nos estábamos temiendo desde que hemos empezado la etapa de hoy.

    Así que aprovecho la visita para tomar conciencia del día que nos espera, me lo tomo con calma, así que hago mi sesión de fotos y al salir a la calle está todo mojado del diluvio que acaba de caer, pero suerte que ese brazo de la tormenta ha pasado.

Cielo amenazante, dan ganas de salir corriendo.
 
     El Camino de Santiago discurre paralelo a la carretera, es un camino llano y muy agradable y aunque haya llovido bastante, éste drena bastante bien y no se forman charcos.

    Hasta Carrión de los Condes el cielo aguanta amenazante como hacía tiempo que no lo veía, parece que te habla y te dice, hagas lo que hagas te voy a pillar, así hasta que llega un momento que es inevitable, primero empiezan unas fuertes ráfagas de aire para dar paso a una inmensa columna de agua, que nos deja como una sopa, después de meses sin llover, tiene que ser hoy, jolines si es que no llueve nunca a gusto de todos.

Carrión de los Condes, Sta. María del Camino.
    Hoy he comprobado que el cortavientos que llevo ni corta el aire ni tampoco la lluvia, pero bueno al final soy como un chiquillo y hasta me gusta.

    Atravesamos Carrión de los Condes, todo está mojado, ahora parece que el temporal amaina un poco así que, aprovechamos a hacer una pequeña parada enfrente de la puerta de  la Iglesia de Santa María del Camino.

    Sin querer, van cayendo los kilómetros y ya es la hora de comer, no es una hora determinada pero es cuando el cuerpo lo pide.
 
 Parada en un banquito a la entrada de Calzadilla de la Cueza, aquí preparo mi bocata de Jamón de york y queso, que previamente compré en un súpermercado de la cadena Día en Fromista, así y todo son las dos y media, de paso entro en el bar y me tomo un cola-cao bien caliente, estoy todavía calado de la tromba de agua y necesito entrar en calor, de cuerpo estaba bien pero los dedos de las manos estaban congelados.

Mi comida en Calzadilla de la Cueza.
     La camarera que allí estaba me puso un cola-cao que no había manera de cogerlo, estaba en plena ebullición, así que me senté con otros peregrinos a consultar la guia del Camino, entre el alto volumen de la música latina que según me dijo el jefe, era para darle ambiente.

    Mientras el cielo parece que quiere abrirse a lo lejos, apenas caen unas gotas, parece que el día da su respiro.

   Seguimos el camino, en contra de lo que pudiera parecer, no hay ni un solo charco bien sea por la sed de la tierra, el tipo de terreno o que drenan muy bien., y no acumula nada de agua, además no crea barro, prueba de ello que no tengo la necesidad de limpiar la bici en ningún momento.

In memorium.
    Pasamos por algunas poblaciones como Santa María de las Tiendas y Ledigos, dónde me pareció curioso ver un frontón en estas latitudes, no sabía que la pelota llegara estos lugares, en Terradillos de los Templarios veo que las construcciones de las casas en su mayoría son de adobe.

    Antes de llegar a Moratinos, se encuentra un arbolito, en el cual hay una placa a la memoria de un reverendo metodista fallecido haciendo el camino en Mayo del 2013, éste es una de las dedicatorias que nos encontramos a personas o peregrinos fallecidos en el camino.

    Llegamos a Moratinos, aquí es donde el cielo pasa del casi despejado a nublarse otra vez, y es que se avecina otra tormenta, ya empiezan a caer otra vez las primeras gotas y las ráfagas de aire se vuelven más intensas, será por eso que aquí los árboles están abrigados con unas fundas de punto. es curioso ver un parterre formado por piedrecitas, en las que han escrito el nombre del pueblo.

Moratinos y sus abrigados árboles.
    Quedan unos 6 Km para el destino de hoy, pasamos por la población de San Nicolás del Real Camino, siempre por el camino que va paralelo a la Nacional N-120 carretera de Logroño,

    La lluvia ya arrecia con fuerza, llegando a ser granizo, a ello se unen los truenos, es una tormenta de las que parece que se va a acabar el mundo, sigo en marcha, ya parará.

    Un hito nos recuerda que pasamos a la provincia de Palencia, parte iremos paralelos a la autovía del camino que serán unos pocos metros, para luego acompañar a la carretera nacional, entonces las indicaciones del Camino de Santiago nos llevan cruzando un puente medieval a puertas de la ermita de la Virgen del puente.

Área recreativa de la ermita de la Virgen del Puente.
     Ha dejado de llover y entrando en Sahagún, pongo el GPS para buscar el Hotel La Codorniz, que lo encuentro sin ningún problema, son las cinco menos veinte de la tarde, con un recibimiento muy agradable por parte del responsable, aparco mi bici, y subo a la habitación.

    Después del aseo me doy una vuelta por la ciudad, visito las iglesias que están a mi alcance, en esto que paso por un Supermercado que parece que está en lo que era unos cines, cine Ideal, así, que entro para comprar, lo que va a ser la comida de mañana, no me importa que no vaya a ir refrigerado ya que no se esperan altas temperaturas.

Cena en el restaurante de del propio Hostal y hasta mañana.


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