1 de Agosto de 2020.-
1ª Etapa:
Bilbao - Castro Urdiales.-
Distancia: 41.45 Km.
Altitud Ganada: 454 metros.
Altitud Perdida: 478 metros.
El primer día justo coger, en mi
caso las vacaciones, nos aventurarnos a la marcha, primero tenemos que ir a
Bilbao desde nuestra ciudad que es Logroño, así que nos encontramos en la
estación de autobuses a las ocho menos cuarto, lo primero de todo son lo
preparativos para empaquetar las bicis así que desmontamos la rueda delantera y
las alforjas y enrollamos las bicis en el film, hasta dejar un paquete
preparado para meter en la bodega del autobús.
Saliendo de Bilbao. |
La primera anécdota del día nos
la da el viaje hasta Bilbao, un viaje que en coche apenas es de hora y media,
no dejó una ruta de 3 horas, pasando y parando por todos los pueblos de la
rioja Alavesa, ya que fuimos por Laguardia, hasta que no pasamos Haro, no
cogimos la directa.
Una vez en la nueva terminal de
autobuses de Bilbao, nos disponemos a montar las bicis con sus alforjas, una
vez en el subterráneo, Ricardo se da cuenta que ha desaparecido un cristal de
las gafas que lleva cuando sale en bici, así que la primera pérdida es de las
tan queridas gafas.
Damos comienzo a nuestro viaje a
Santiago de Compostela, con la ampliación a Finisterre, vamos bicicleteando por
Bilbao, por carriles bici a lo largo de la Ría, para pasar por una increíble
bidegorria, que parece hasta una carretera habilitada para el tránsito tanto de
bicis con sus carriles y señalización vertical, como un espacio tipo arcén para
los peatones, una envidia de carril-bici, que ya quisiéramos en nuestros
lugares de origen.
Carril Bici, que parece una carretera. |
Después de pasar por Barakaldo,
Sestao y Ortuella, para ir en descenso hasta la playa de Muskiz, aquí pasamos
por con las bicis por un paso de maderas para librar a arena y un puente para
encontrarnos con una escalinata en la que tuvimos que empujar de lo lindo para
subir nuestras bicis con su carga, una vez arriba del paso una pequeña vía
verde se nos abre a nuestro paso con unas impresionantes vistas de la playa de
Muskiz y del mar Cantábrico.
Llegada a la playa de Muskiz. |
Serpenteando junto al mar por
esta vía verde hasta el término de Ontón, donde el trazado se hace coincidente
con la carretera Nacional, así llegaremos hasta Mioño en donde Ricardo, como
estuvo hace poco tiempo, me enseñó la playa del Dicido y aprovechamos para
tomar un tentempié para descansar del viajecito del autobús y de los primeros kilómetros
de bici en ruta.
Una vez subidas unas escaleras, las vistas son preciosas. |
Una vez reanudamos la marcha,
atravesamos Mioño para coger un túnel de un antiguo tren que nos deja a las
puertas de Castro Urdiales.
Playa del Dicido, en Mioño. |
En Castro Urdiales pasamos por el
paseo, y al llegar a la parte del ayuntamiento volvimos a hacer una parada para
comer algo, es el momento de llamar al albergue con el que había hablado desde
casa, lamentablemente no estaba abierto estos días así que hubo un inesperado
cambio de planes.
Puerto de Castro Urdiales. |
Después de ir llamando a
albergues por delante de Castro Urdiales, vimos que era imposible encontrar
alojamiento, así que preguntamos a la chica que nos sirvió esa cerveza y
tortilla que nos reparó las pocas fuerzas que habíamos gastado nos señaló una
pensión que estaba a unos pocos metros de donde nos encontrábamos, pensión LaSota, así que llame y como había sitio pusimos término a la etapa de hoy.
Por la tarde después de ver el
final de etapa de la vuelta ciclista a Burgos, con final en la zona que conoce
muy bien Ricardo, las Lagunas de Neila, y de llamar al albergue del día
siguiente,dimos una vuelta por Castro Urdiales, visitando la Iglesia se Santa
María de la Asunción, la zona del Castillo y la ermita del puerto.
Una pizza en la zona del paseo
marítimo dio por finalizado el día y ya preparando la etapa de mañana.
El puerto al atardecer. |
En resumen una etapa cortita para
conocer el comportamiento de nuestras e-bicis con las alforjas y para
introducirnos poco a poco en materia, el pequeño susto del tornillo de la
parrilla de la bici de Ricardo que rozó con la cubierta y no dio lugar a males
mayores, y el de no encontrar alojamiento en un primer momento, por ese motivo
también se acortó la etapa.
Castro Urdiales, vista de la Iglesia y el Castillo. |
Durante la marcha. |
Vista de la Iglesia de Santa María. |