18 de Septiembre de 2016.

8ª Etapa (y última).

Arzúa (La Coruña) - Santiago de Compostela (La Coruña).




Hora de Salida: 8:45 h.
Hora de llegada: 12:10 h.
Kilómetros: 40 Km.
Desnivel acumulado: 625
Tiempo invertido: 4:30




Santiago de Compostela, fin de etapa y del Camino.



    Hoy, no sé muy bien si con la alegría de saber que estamos llegando a Santiago de Compostela, o con la tristeza de que esta vivencia, va dando los últimos coletazos.

Todo preparado para la última etapa del Camino.
    En el albergue, parece que nadie tiene prisa, yo me despierto y no hay ruido, la luz empieza a entrar por la ventana, sin saber que hora es, hago tiempo tumbado en la cam sin moverme, parece que nadie tiene prisa.

    Ya empiezan a desperezarse los demás peregrinos que como zombies parece que van moviéndose de un lado para otro con las caras desfiguradas todavía sin rostro.

     Alberto y yo nos vamos desperezando sin prisa, sólo quedan 40 kilómetros, así que a las ocho de la mañana nos levantamos procedemos al aseo y a preparar nuestras bicis, ya vestidos de auténticos bikers nos ponemos en marcha.

    Decidimos desayunar más adelante, ya que al habernos levantado todos los peregrinos a la vez hay un poco de overbooking en la cafetería.

    Nos despedimos también de un grupo de mujeres de Logroño, que hacían el camino del norte andando y que las dejamos en la mesa de la terraza tranquilamente, parecen que se lo toman muy relajadamente.

    Entre una cosa y otra son las nueve menos diez de la mañana cuando emprendemos la marcha, con la mente puesta en el famoso monte Do Gozo desde el cual se divisa la ciudad de Santiago de Compostela, y con el pequeño temor de conocer sus rampas, que al final no era tanto como nos esperábamos.

A La Altura de Pregontoño, por encima de la niebla.
   El día parece que nos va a acompañar, totalmente despejado y una muy buena temperatura, si que en el valle nos encontramos con un banco de niebla, pero enseguida volvemos a coger altura y la dejamos allá abajo.

La afluencia de peregrinos es notoria según avanzamos.
       El Camino como era previsible lleno de peregrinos, el camino en muy buen estado en continuo sube y baja haciéndolo rápido y divertido que nos hace descargar la adrenalina que llevamos acumulada durante todos estos días con la impaciencia de llegar a Santiago.

    En Santa Irene a diecisiete kilómetros de la salida es dónde paramos para desayunar y así proseguir con más fuerza si cabe, los últimos Kilómetros.

    Hacemos una parada en Lavacolla a coger agua y al reanudar la marcha nos debimos despistar con alguna señal e iniciamos el ascenso por la carretera en vez de por el Camino, la carretera es la N-634, la subida no tiene dificultad ninguna, y es que nos esperamos rampas de importante desnivel, pero ni mucho menos, era tendida hacia arriba pero nada del otro mundo.

Monumento en el Monte do Gozo.
    La subida es muy suave y la cogemos a buen ritmo, cuando nos aproximamos a Monte do Gozo abandonamos la carretera girando a la izquierda para empalmar con lo que es el Camino de Santiago, y después de unos 600 metros ahí está la cumbre del Monte do Gozo, son las doce menos cuarto de la mañanacon un tiempo inmejorable, yo diría hasta veraniego nos hicimos unas cuantas fotos y sin perder tiempo, nos dirigimos al destino y final del Camino, Santiago de Compostela.
 
    Nada más abandonar el monumento entramos en la ciudad, con sus rotondas, su circulación y su pequeño caos, siguiendo las señales y a los peregrinos vamos llegando a la parte histórica de la ciudad.

    Justo antes de llegar a la plaza del Obradoiro, en una escalinata nos recibe una gaitera con los sonidos inconfundibles que nos hace recordar, que estamos en Galicia.

     Son las doce y cuarto, apenas cinco kilómetros del Monte do Gozo, y estamos en la Plaza del Obradoiro, nuestro punto y final de este particular Camino de Santiago,prueba superada.

En La Plaza del Obradoiro.
   Luego fue un no parar, recoger la compostelana, nos llevó algo más de dos horas, allí mismo había una oficina de Renfe así que aprovechando la espera cogí el billete de tren de regreso a casa,  una vez recibida la compostelana, fuimos al hotel albergue, “La Salle”, delegación de seur para facturar la bicicleta y todos los accesorios de regreso a casa, allí nos cambiamos de vestimenta y abandonamos el mallot y el culote para vestirnos de personas normales, o de guiris mejor dicho.

    Con todo ya preparado para el regreso a casa, apenas nos quedó un poco de tiempo para compartir un bocata de tortilla de patata y tomar una cerveza con mi amigo Alberto.

  Antes de iniciar ya el camino de regreso paramos a comprar unos pequeños recuerdos y a eso de las cinco de la tarde dando un paseo llegamos a la estación de trenes, dónde nuestros caminos de regreso se bifurcan,nos dimos un fuerte abrazo y hasta otra Alberto, buen Camino.



Disfrutando con Alberto de unas merecidas cervezas.
La Credencial del Camino de Santiago, ( La Compostelana).

Más fotos de la última etapa del camino de Santiago, aquí.



17 de Septiembre de 2016.

7ª Etapa. Segunda Parte.

Sarria (Lugo) - (Arzúa (La Coruña).


Hora de Salida: 8:00, que al final fueron las 9:00.
Hora de llegada: 19:16
Kilómetros: 77 Km.
Desnivel acumulado: 1300 mts.
Alojamiento: Albergue Ultreia.




Esta segunda parte podemos disfrutar de sus preciosos paisajes.

 
    Una vez que nos separamos, cada uno en direcciones opuestas, Cheve con la meta puesta en llegar a coger el tren en Sarria, y yo de llegar al final de la etapa en Ultreia,aunque yo no dependa tanto del reloj, con llegar a una hora "normal" es más que suficiente.

Posando, Ventas de Narón en un típico hito.


    Son las tres menos cuarto de la tarde, quedan 46 Km por delante, a estas horas ya han desaparecido todos los peregrinos así que acompañados de los bonitos paisajes y también del buen estado del camino casi siempre flanqueado de frondosos árboles y por eucaliptos.


    Pasaremos por muchos Concellos que son como pequeños municipios en los que se divide la administración de cada provincia, estamos en la de Lugo.



No me van los cementerios pero
al pasar por Lestedo, no pasan inadvertidos.
      
     En primer lugar salimos de Gonzar que está una altitud de 550 metros ,de donde partimos en  esta segunda parte de la etapa, iremos en ascensión progresiva durante siete kilómetros hasta los 750 metros pasando por: Castromaior, O Hospital y Ventas de Narón, en cuestión del terreno, hemos tenido partes coincidentes con la carretera LU-633 que si bien la vamos flanqueando a derecha y a izquierda , a partir de O Hospital, cambiamos de vía y ahora vamos por la C-535  que es poco más que un camino asfaltado con la anchura de un carril y un paso separado por una hilera de adoquines de separación para los peregrinos.

    
    Pasado un kilómetro de Ventas de Nalón, es dónde tenemos la cota más alta de la jornada, a partir de ahora será un descenso hasta el punto de destino intercalado con leves subidas.

  
Escudo de Palas de Rei.
    
    Por la altura del sol se nota que es más tarde que los demás días, así que pedaleamos y pedaleamos rápidamente sin perder mucho tiempo, y así van cayendo los kilómetros, en cada hito que señala el Camino de Santiago y la distancia que queda hasta el final del camino.

   Pasaremos por las poblaciones de, A Prebisa, Lameiros, Ligonde, Airexe, Portos, Lestedo, Os Valos, Brea,As Lamelas, Orosario, hasta llegar a Palas de rey, éste último es el primer núcleo urbano importante que nos encontramos desde Portomarín, que lo dejamos hace cuatro horas.

     Es una gozada esta parte del camino, yo diría que me encuentro en su esencia, el terreno es de tierra en inmejorables condiciones, rápido y siempre picando para abajo, teniendo en consideración que me encuentro solo, no veo a ningún peregrino haciendo el camino, salvo cuando paso por enfrente de algún albergue, que ahí están descansando para el día siguiente.
En Ponte Campaña nos encontraremos con  tramos del camino tan bonitos y hermosos como este.

     Después de Palas de Rey seguimos por un hermoso camino salpicado de poblaciones de apenas unas pocas casas, pasaremos por O Cotón, Ponte Campaña, A Campanilla, O Coto, Leboreiro, Furelos, hasta llegara a la ciudad de Melide.


Melide y su pulpo a la gallega.
    Melide, bien conocida por ser el lugar dónde se come el mejor pulpo de la península, seguramente que se merece una parada y degustar esos manjares que nos ofrece el mar, pero creo que el camino no me lo tomé en modo gastronómico, así que prosigo imaginándome una buena ración de pulpo a la gallega, así que si alguien va a Melide, no se olvide de su plato estrella, yo lo dejo en tareas pendientes.

    Recapitulando, desde Sarria llevamos 61 kilómetros, el tiempo invertido es lo de menos y quedan 14 kilómetros hasta llegar a Arzúa, quizá por lo apresurado de esta segunda parte de la etapa no me voy dando cuenta, de que la aventura del Camino de Santiago va llegando a su fin, pero todavía queda el día de mañana así que no vayamos tan deprisa.

    Salimos de Melide y continuamos por las poblaciones de O Rañado, Raído, seguramente que me dejo alguna, pero en este tramo el camino está salpicado de pequeños núcleos urbanos que no van allá más de unas pocas casas.

    Estamos en los parajes más bonitos del camino, y es que a la hermosura de los bosques de eucalipto, el característico olor que desprende y estas hora de la tarde, que no hace otra cosa que darle un toque algo mágico rellenando el paisaje con unas sombras que parecen hablarte.

El Olor a eucalipto y las sombras del atardecer hacen del camino algo mágico.

        Recuerdo entre los términos de O Rañado y Raído, a un peregrino de larga estancia más bien ermitaño,  que tenía anclada su tienda de campaña a orillas de un arroyo con un burro como acompañante, como es el sitio ideal, al lado del Camino, tiene dispuesta una mesa con un sello, para estampar en la credencial y una hucha para depositar una limosna.

Las sombras delatan las altas horas de la tarde.   

  
    Cuando nos despedimos del ermitaño, son las seis de la tarde y los rayos del sol son cada vez más bajos y mas largos como queriéndose abrazar al día, no queriendo que se acerque la noche.

    Todavía quedan más poblaciones, por las que pasaremos en un paso rápido ya que el camino parece que invita a disfrutar de él, Barreiro de Abaixo, Riocobo, A Peroxa, Boente,  Rivadixo son algunas de ellas.

    Llego a Arzúa, son las siete y cuarto, no me encuentro cansado ya que entre la sorpresa de la primera parte de la etapa y esta segunda parte maravillosa y entretenida, no he tenido tiempo de pensar en la fatiga que pudiera llevar.

    Aquí me está esperando Alberto, que como buen anfitrión me está esperando para indicarme dónde está el albergue y la distribución del mismo, que las literas aquí, las duchas, aquí se aparcan las bicis,...

    Una buena ducha y a cenar, cenamos en el mismo albergue, el ambiente es bastante cordial, como por todos los lugares por los que hemos pasado, una vez cenados ya no me acuerdo si hubo café, a las 11 de la noche ya estábamos las literas, para descansar, mañana llega la recta final del Camino de Santiago.














17 de Septiembre de 2016.

7ª Etapa.  Primera Parte

Sarria (Lugo) - Arzúa (La Coruña).



Hora de Salida: 8:00, que al final fueron las 9:00.
Hora de llegada: 19:16
Kilómetros: 77 Km.
Desnivel acumulado: 1300 mts.
Alojamiento: Albergue Ultreia.




Estación de tren de Sarria.

    En la primera fotografía de la narración de esta etapa aparece la estación de Sarria, en breve sabremos el porqué, comenzamos.

    Apenas son las seis y media de la mañana, ya empiezan los peregrinos más madrugadores a recoger sus pertenencias y preparar sus pesadas mochilas para la ruta del día, son los que van caminando, tienen que aprovechar las horas más tempranas del día y así evitar el calor y llegar al mediodía a sus destinos.

Alberto asegurando el equipaje.
    Entre el trasiego de peregrinos que van al aseo y las conversaciones en voz baja, me voy desperezando así que cuando nos terminamos de espabilar son las siete de la mañana.

     Después de meter todos los bártulos en las alforjas y comprobar que no nos dejamos nada, mi compañero de Camino Alberto y yo nos dirigimos a la cafetería, cuando vamos a pedir el desayuno en vez de la chica de mediana estatura que nos atendió el día anterior, nos encontramos que tenemos que pedirlo mirando hacia el techo, al otro lado de la barra se encuentra un tipo de unos 2,05 metros de altura que por sus características seguro que es o ha sido jugador de baloncesto, efectivamente su nombre es Iker Trevijano jugador en EBA y en  Plata, intercambiando unas palabras me comenta que conoce al C.B. Clavijo, equipo de mi tierra y en particular a  Alberto Ruiz de Galarreta, curiosidades del Camino.

    Una vez bien desayunados, salimos a por las bicis que han estado en buen recaudo en una lonja aledaña al albergue, preparamos el equipaje y cuando vamos a emprender el viaje, sucede un hecho un tanto peculiar.

La salida de Sarria es un tanto cuesta arriba.
    Cuando vamos a partir recibo un Whastapp de Marijose, mi mujer y que reza más o menos así, "Buenos Días, mañana no salgas antes de las ocho." Perplejo por la situación la llamo y no me resuelve la intriga, así que salimos despacio para dar lugar a algo que no sabemos qué es.

     La salida de Sarria es un tanto cuesta arriba, vamos subiendo y cuando estamos a punto de abandonar la ciudad, no sé todavía nada de nada del acontecimiento extra, así que paramos a la altura de la antigua cárcel reconvertida en museo y llamo por teléfono a casa, entonces ante el desajuste de horario me tiene que destapar la sorpresa.

     Así que me dice, "a las nueve de la mañana llega un tren de Logroño con un amigo que quiere  acompañarte a hacer un tramo del Camino". ¿?,  ¿Quien puede ser?, Joder si es Cheve, pero que ocurrencia más alocada, pues sí así que le digo a Alberto que continúe el trayecto que voy para la estación.
Cheve dispuesto a su aventura en el Camino.

    Como todavía queda un poco hasta que llegue el tren con Cheve, busco una salida alternativa de la ciudad, que no sea tan empinada como la que terminábamos de hacer Alberto y yo.

   Incrédulo todavía, aquí estoy en Sarria provincia de Lugo, esperando al colega que es capaz en tiempo récord de hacerse con una bici, desmontarla embalarla y comprar el billete de tren a una ciudad en la que probablemente estuviese yo ese día y a una hora determinada, joder que fino hilas.

    A las nueve y dos minutos, en este caso con total puntualidad hace su entrada el tren procedente de Logroño, impaciente espero a que pare, se abren sus puertas y...  ahí baja Cheve con una bici y poco más de equipaje feliz y con cara de haber dormido poco, una vez intercambiados los saludos y el asombro, procedemos al montaje de la bicicleta que la tuvo que desmontar para viajar en tren.

     Iniciamos el camino por la variante que había visto sin tanta pendiente, no es bueno después de estar ocho horas en el tren encontrarte de repente con una pendiente de aúpa.

    La idea de mi amigo es acompañarme un tramo, más o menos largo para más tarde darse la vuelta y coger otra vez el tren de regreso a casa, por cierto el billete de tren era de ida y vuelta.
    
En Vilei, después de desayunar.
    Emprendemos la marcha y cuando apenas llevamos cinco kilómetros, en la población de Vilei, paramos a desayunar hay que coger fuerzas, bueno en mi caso sería el segundo desayuno.

    Cuando nos disponemos a salir, unos chicos de Vitoria, para más señas,  nos piden ayuda para sus bicicletas habían roto la cadena y se habían quedado sin tronchadenas, así preparamos el taller mecánico y en un plis plas cadena arreglada y engrase por el mismo precio.

    Son las diez menos cuarto, así que vamos avanzando, entre la incredulidad del momento van cayendo los kilómetros, pasaremos por A Serra, A Pena, San Miguel, A Brea y así innumerables y características poblaciones de la zona, el terreno es amable, caminos de tierra, algún tramo de carretera flanqueados con árboles y el verde que corresponde con los paisajes de Galicia.
Camino empedrado llegando a A Brea.

    La afluencia de peregrinos es numerosa, puede ser por la cercanía de las poblaciones y que queramos o no cada vez estamos más próximos a Santiago de Compostela.

    Algunas pendiente nos sorprenden y tenemos que echar pie a tierra, la variedad del suelo de los caminos está presente, a veces son empedrados, otras veces asfaltados o simplemente de tierra, pero siempre en buenas condiciones.

    Incluso hay lugares en el que el camino es coincidente con el recinto de algún cementerio como en Ferreiros, en este caso los caminantes tienen la oportunidad de pasar entre los nichos y tumbas que rodean a la Iglesia de Sta. María de Ferreiros.

Peregrinos por el paso del camino dentro del cementerio.
 En Morgarde, pasamos delante de un corral, en el que se agasaja al peregrino con alimentos de la zona, queso, miel e incluso le sacamos al paisano un vaso de vino.

    Una vez de haber charlado y saboreado los productos de la zona, proseguimos la marcha no sin antes dejar una pequeña limosna o ayuda en la hucha dispuesta para este menester, a la salida del pueblo una mujer se afanaba, azada en mano, en las labores de labranza, que por cierto andaba bien del oído ya que algo comentamos por lo bajo y  nos contestó.

    Seguimos en nuestra particular ruta salpicada por A Pena, As Rozas, Momeintos, A Parrocha y Pacios, es a la salida de este último núcleo cuando nos encontramos en un cruce en el camino, una señal reza Camino Complementario  y otro Camino de Santiago, uno se intuye que sale a pies de Portomarín sin cruzar el río  Miño que discurre por un  camino totalmente asfaltado y el segundo por un camino que si bien llevan al mismo sitio, termina en un estrecho paso en el que en mi caso tuve que quitar las alforjas  y pasarlas primero para luego volver a subir a por la bicicleta.

Cheve ayudando a los peregrinos llegando a Portomarín.
  No obstante haciendo de buenos samaritanos, tuvimos que ayudar a una peregrina de avanzada edad a salvar el estrecho paso así como a una familia que hacia el camino con su hijo de corta edad y que su carrito de niño no daba de anchura.

Una vez superado el contratiempo, no queda más que bajar unas cuantas escaleras en que se ha convertido la senda y voila, ya estamos a los pies del puente que cruza el Miño a la entrada de Portomarín
 
    No entramos en Portomarín así que lo primero que hacemos es volver a cruzar el río Miño, eso sí, por otro puente y después de dos kilómetros por camino entre pinares salimos a la carretera LU-633 a la altura de  una fábrica de Cerámicas, toca ahora unos 5 kilómetros hasta nuestra parada para comer, no obstante son las dos de la tarde una muy buena hora para reponer fuerzas.

El calor y las rectas de la carretera se convierten en una pesadilla.
    A pie de carretera encontramos un restaurante el cual tiene un nombre muy apropiado ya que el sol y el asfalto hacen que las fuerzas se vayan debilitando, su nombre "Descanso del peregrino", nunca mejor dicho.

    El menú plato combinado con beicon, filete de pechuga, huevos y patatas fritas, un manjar y regado con mucha mucha agua.

    Después del café llega el momento de la despedida, según cálculos es el punto ideal para que Cheve se dirija al punto de salida de la etapa de hoy, Sarria, que queda a unos 30 Kilómetros, por mi parte sigo hacia adelante, todavía quedan unos 46 Kilómetros más o menos hasta Arzúa donde está el final de la etapa de hoy.

Final de la primera parte.

Más fotos de la primera parte de la ruta de hoy,  Aquí.


    Por cierto, Cheve llegó sin contratiempos a coger el tren de regreso a casa.



    



16 de Septiembre de 2016.

6ª Etapa.

Molinaseca (El Bierzo, León) - Sarria (Lugo).



Hora de Salida: 8:00
Hora de llegada: 18:43
Kilómetros: 100 Km.
Desnivel acumulado: 1760 mts.
Alojamiento: Albergue Credencial en Sarria (Lugo).
Destacable: Ponferrada, Villafranca del Bierzo, subida o Cebreiro.


En el alto O Cebreiro.

    Nos levantamos, como casi todos los días a las 7:00 de la mañana, entre ordenar los maletines y hacer unos pocos estiramientos se va haciendo la hora del desayuno.

Preparándonos para la etapa de hoy.
    El desayuno lo tomamos en el mismo hotel, no lo sabíamos, pero el comedor está en el piso inferior en la que se ubica la cocina de corte modernista con  mesas dispuestas a modo de restaurante, no es muy grande pero si muy coqueta.

    Ahí nos atiende una amable joven que nos ofrece tostadas, bollería e incluso si queremos repetir.
 
    A las 8:00 todo preparado para la gran ruta, por lo menos larga, ya que yo antes de comenzar el camino, había previsto hacerla en dos etapas, Molinaseca-Vega ValcarceVega Valcarce-Sarria, pero Alberto me convenció de hacerla de una tacada tal y como él la tenia prevista. no me importa unir dos rutas no tenemos otra cosa que hacer en  todo el día más que pedalear, lo único que hoy toca la subida al “O Cebreiro”, así que vamos al tema.

Puente a la entrada a Ponferrada.
    A siete kilómetros está la ciudad de Ponferrada la capital del Bierzo, a su entrada nos da la bienvenida el puente medieval sobre el río Boeza, aquí estuvimos haciendo una sesión fotográfica con numerosas tomas esperando que alguna saliese bien, seguimos las indicaciones del Camino y llegamos hasta el Castillo de los Templarios, de lejos vemos la Basílica de Nuestra señora de la Encina.

    No paramos mucho, acabamos como quien dice de iniciar la etapa, así que a las nueve menos cuarto estamos saliendo de Ponferrada.

    Atravesamos el parque de La Concordia, un bonito lugar en que los ponferradinos utilizarán para hacer deporte y darse unos buenos paseos, con la compañía del río Sil.

Alberto y el Castillo de los Templarios.
    Los edificios empiezan a quedar atrás y entramos a lo que fue la zona industrial, reconocible por las altas chimeneas de sus edificios, hay un edificio que destaca notablemente, es una antigua central térmica que a base de carbón se utilizaba para crear electricidad, ahora es un museo, el museo de la luz, reconocible por sus numerosas chimeneas.

     Una vez ya fuera de Ponferrada, pasamos por el barrio de Compostilla, visitando el pórtico de su iglesia.

    A siete kilómetros está la población de Camponaraya, a su salida pasamos el puente que cruza la autovía A6, es en este punto cuando realmente comienza lo bonito del camino que hasta ahora venía salpicado de urbanizaciones para dar paso a los viñedos de la zona de El Bierzo.

    Llegando a Cacabelos, está el consejo regulador denominación de origen Bierzo, y como no, uno que viene de La Rioja se hace una foto, con el consejo de fondo.

Entrada a la bodega La Moncloa, en Cacabelos.
    En Cacabelos tenemos la primera anécdota del día, estos días atrás ordenando los apuntes del Camino había leído que en la bodega, La Moncloa en Cacabelos obsequiaban al peregrino con un trocito de empanada y un vaso de vino, así que ni corto ni perezoso, entro a la bodega en la que en un principio parecía que no había nadie, Alberto mientras esperaba acontecimientos, en esto que aparece una mujer y le comento que si en este lugar sellan, ella me responde afirmativamente y en eso que nos ofrece el correspondiente vaso de vino acompañado de un trozo de empanada, ah y el sello.

    Salimos de Cacabelos por el puente sobre el río Cua, y seguidamente pasamos por una casa peculiar de lo que podría haber sido en su día un molino de agua.

Camino entre viñedos de la zona.
    Voy siguiendo la estela de Alberto pero me paro un momentito para quitarme la camiseta térmica, poco a poco va haciendo calor, cuando me reincorporo mi compañero ha desaparecido en  la longitud del camino, por lo que prosigo en solitario, en esto que llego a una intersección del camino con dos opciones, una seguir por la carretera o ir por camino a través de los viñedos de la zona, más bonita, así que elijo esta última.

    Es un camino agrícola que pasa entre los viñedos de la zona, pasa por la Valtuille de arriba.

Citas de los peregrinos en Valtuille de Arriba.
    Yo andaba todavía con la duda del camino que cogió Alberto, pero al subir  por el cerro  por donde transcurre el camino, me quedó claro ya que no se le veía en el horizonte.

    Entre Valtuille de arriba y Villafranca del Bierzo les separa una distancia de cinco kilómetros, así que Villafranca del Bierzo será nuestro punto de encuentro.

    La entrada a la ciudad es por la misma carretera que abandonamos y que mi compañero siguió, ya estoy entrando en Villafranca del Bierzo, una llamada de teléfono y concretamos el punto de reunión, en mi callejear paso por delante de una tienda de bicicletas que seguramente será punto de reparación para los bicigrinos, de allí veo salir a un peregrino alemán con su peculiar medio de transporte, una bici y una especie de barca invertida de remolque, salía de la tienda después de reparar alguna avería.

Convento de los Padre Paúles, Villafranca del Bierzo.
    Aquí estamos otra vez los dos, y mientras Alberto cierra sus negocios por teléfono yo voy en busca de una tienda de ultramarinos en busca para comprar alguna cosa, bien aconsejado por una anónima ciudadana, me dirijo a la tienda de ultramarinos que está cerca del convento de los Padre Paules.

    En dicho supermercado compro lo que suelo comer sin parar de la bici, fruta y más fruta, esto me servirá de tentempié hasta la hora de comer.

    Aproximadamente llevamos un cuarto de la etapa de hoy y son las 11 de la mañana así que proseguimos la marcha.

    El camino transcurre por la antigua carretera Nacional-VI, el tráfico casi inexistente ya que ahora transcurre por la autovía, así que por aquí casi no hay tráfico más que el de los furgones de reparto y de los vecinos entre las poblaciones cercanas.
Paradita en, Pereje.

    La primera población después de Villafranca del Bierzo es Pereje a cinco kilómetros de distancia. aquí nos hacemos una foto en una casa que nos llamó la atención por estar muy floreada, a partir de ahora la carretera está habilitada para el camino, aprovechando algo más que la anchura del arcén y separada por unos bloque de hormigón.

    En el transcurrir del camino adelantamos a otro ciclista que llevaba una bici que a lo mejor no había limpiado en su vida, los radios de las ruedas parecían mucho más gordos por la suciedad acumulada, eso sin contar con la cantidad de bultos entre alforjas y mochila que llevaba, además, el casco parecía uno de montaña, aún nos lo encontraríamos en otras partes del camino.

  En cuanto podamos tenemos que mirar mapa por dónde transcurre el río Valcarce, ya que pudimos cruzarlo en innumerables ocasiones, cada vez que atravesamos un puente la señal del río que cruzaba era siempre la misma.

Carretera entre Ruitelán y As Ferrerías.
    Siempre en ligero ascenso, vamos pasando por las distintas poblaciones, Trabadelo, Ambasmestas, Vega de Valcarce, Ruitelán y Las Herrerías o As Ferrerías, como rezaba uno de sus carteles.

    En As Ferrerías, como bien nos indicó un paisano deberemos subir por carretera y con una serie de precisas indicaciones, nos dijo algo del cruce de La Faba y algo de La Laguna, mucho caso no le debimos de hacer cuando nos alcanza en su coche a unos pocos metros y nos las vuelve a repetir.

    Es la una menos cuarto de la tarde y quedan unos 10 kilómetros de ascensión, estamos a 670 metros de altura y la cima del O Cebreiro está a 1.300 metros, aquí empiezo a tener leves molestias en la espalda así que, para no forzarme ni entretener a Alberto, le digo que cada uno vayamos a Sarria, destino de la etapa de hoy, cada uno a su ritmo.
Subida a La Faba.

    Subiendo me acuerdo algo importante que viene en los libros del Camino, no hay que ir por Piedrafita del Cebreiro ya que se hacen gratuitamente unos 4 Km de más.

    Así que evitamos subir por ahí, y vamos dirección a  la aldea de La Faba sin entrar en ella, para subir mas tarde a La Laguna, buenas rampas sin descanso, vamos cogiendo altura, yo voy vigilando mi GPS, así que me marca 1.151 metros de altitud, todavía quedan 2,5 Km para la cima.

Me pasa un biker de la zona, deduzco eso, pues no lleva equipaje alguno y la máquina que lleva es una BH Lynx 4.8 27.5″ Carbón, (qué bien viene hacer alguna fotografía).

    Subimos y subimos, buenas rampas, en la que también se observa por dónde va la senda de los caminantes, la verdad es que no les envidio nada.

Vista desde el alto O Cebreiro, (Lugo).
    A las tres menos cuarto llego a la cumbre del O Cebreiro que se encuentra a 1.227 metros de altitud aquí cambiamos de provincia entramos ya en Galicia.

    Una vez observado el paisaje ya es hora de reponer fuerzas,  y es que hoy con un bocadillo no es suficiente así una vez en O Cebreiro no me lo pienso dos veces y entro en el primer restaurante que encuentro.

    En el restaurante me indican donde puedo dejar la bici, una vez aparcada, tomo asiento y me pido el menú del peregrino.
 
    Una vez terminado el café salimos y hacemos una pequeña visita a la capilla de la Parroquia Santa María A Real y una pequeña visita al pueblo, las casas al igual que la iglesia son de piedra y los tejados de pizarra.

Alto de San Roque, a 1.270 metros de altitud.
    Quedan todavía unos 45 kilómetros hasta Sarria, así que seguimos el camino, bajaremos un poco para luego volver a ascender por un camino paralelo a la carretera pero que se interna entre árboles con sus múltiples colores ya que va entrando el otoño.
 
     Cuando recuperamos  recuperamos altitud la vegetación desaparece, estamos en el alto de San Roque 1.270m, pasaremos por varias aldeas, una Linares la acabamos de pasar antes de hacer cima, un poco más adelante en la aldea que se llama Hospital  vuelvo a ver al ciclista  de la bici que no la lavaba nunca con su casco, inconfundible.

    Pasamos el cruce para bajar del puerto, dirección Samos, Sarria todavía queda a 34.5 Km., pero por los consejos que nos han dado vamos a hacerlo todo por carretera.

Vacas en la aldea de Hospital.
    Llegamos al techo de la etapa, es el alto del Poio 1.335m, tal como descendemos nos encontramos con una zona de niebla y llovizna, solamente será la zona que comprende una cierta altitud, una vez que hemos descendido lo suficiente, ya volvemos a tener un día agradable. 

    Pasamos, como puntos destacables, por Triacastela, y por Samos, dónde me hago un selfie con su Monasterio, casi no veo su pórtico porque pilla a la contra del camino, aquí un taxista que estaba esperando a un cliente entabla unas palabras conmigo, siempre hay palabras para el peregrino.

Monasterio de Samos.
    Bueno y después de la pequeña parada en Samos,  Sarria queda solamente a 11 Km en los que nos quedan dos repechos, en los que la carretera se desdobla para hacer el carril de adelantamiento, cosa que ya sufren nuestras piernas y nuestra cabeza, deseando llegar ya a nuestro destino.

    Una vez en Sarria, las indicaciones me las da Alberto que me llebara esperando eso de una hora más o menos, en el albergue entro a las siete y diez de la tarde.

    Por cierto, al ver en primer lugar que es un albergue y no estar preparado, ya que no llevo ni saco de dormir, me asusté un poco, pero luego entre lo bien que están las instalaciones y que te ofrecen unas sábanas y cubre-almohadas desechables y si necesitas una manta también te la ofrecen, se me quitaron todas las vergüenzas.

Río Sarria.
    Así que después cien kilómetros me tomo mi merecida ducha, me cambio a  ropa de calle y da tiempo a Alberto y a mí de dar una pequeña vuelta para buscar un restaurante que nos recomendaron en el albergue, es el Mesón Roberto en el malecón del Río Sarria.

    Comimos muy bien, además pudimos observar, que el plato estrella es el chuletón, no pudimos comprobar su sabor pero la pinta era buenísima, nosotros nos conformamos con un buen plato de pasta y huevos con patatas.

Y así se termina el día por hoy.




 15 de Septiembre de 2016.

5ª Etapa.

Hospital de Órbigo (León) - Molinaseca (El Bierzo, León).


Hora de Salida: 8:00
Hora de llegada: 16:15
Kilómetros: 65 Km.
Desnivel acumulado: 880 mts.
Alojamiento: The Way Hostel, Molinaseca.
Destacable: Astorga y Subida a la Cruz de Ferro.


Ayuntamiento de Astorga.
   

    Después del agua de ayer y temiendo que el día no iba a ser mejor hoy salgo de largo, por la mañana el desayuno de rigor, esperando las primeras luces, estamos en Septiembre y hasta que no dan las ocho de la mañana no se puede salir, así que aquí estamos Alberto y yo preparados para la etapa de hoy, la empleada de la estación de servicio nos abre el cuarto donde durmieron nuestras bicicletas, una pequeña limpieza de la cadena y las barras de suspensión y con todo dispuesto vamos a la tarea.

A la mañana es fácil encontrarse con
muchos peregrinos.
    La ruta se puede hacer paralela a la carretera o dando un rodeo por Villares de Órbigo, son cuatro kilómetros más pero merece la pena, iremos por campos y dejaremos de lado, por un momento la carretera N-120, carretera de Logroño.

    Por este recorrido pasamos por Santibañez de Valdeiglesias, el camino rural está en muy buenas condiciones, con un suelo de tierra bastante prensado en la que el rodar no se hace nada pesado, el camino en esta primera parte del día está salpicado de los madrugadores peregrinos que vamos poco a poco alcanzando, éstos han salido más temprano, ya para el mediodía éstos han hecho la labor.

    Como estamos los dos, Alberto y yo, aprovechamos para hacernos fotos en los sitios más pintorescos que nos encontramos, como con el maniquí saludando a los peregrinos.

La casa de los dioses
    Un poco antes de llegar a un curioso paraje llamado La Casa de los Dioses, nos despedimos, ya que llevamos ritmos distintos, aquí en La Casa de los Dioses, al peregrino se le ofrece una pieza de fruta o bebida a cambio de la voluntad, ah y de poner el sello en la credencial.
   
    Seguimos más adelante y nos encontramos con la Cruz de San Toribio, en cuya explanada, nos encontramos, esta vez a un tipo que tocando la guitarra, y por unas pocas monedas nos hace una serie de pareados.

    Lo dejo cuando estaba cantándome una oda y descendemos hasta San Justo de la Vega, a su salida pasamos por el Río Tuerto, para llegar a Astorga nos queda una recta de dos kilómetros, antes de adentrarnos en Astorga, primero pasaremos por un puente medieval con el que atravesamos  el Arroyo de la Moldera, para luego pasar por una pasarela de estructura metálica con bastantes vueltas para salvar la línea de ferrocarril Palencia-La Coruña.

Campanas del ayuntamiento de Astorga.
    Nada más pasar la rotonda que nos da la bienvenida al más puro estilo romano, Asturica Augusta, subimos por una calle un tanto empinada pasamos por delante de una escultura de un viajero, enfrente una Iglesia con la fachada característica de piedra, dónde en su lateral están a la vista unas excavaciones de los restos romanos de la ciudad, continuamos las indicaciones del camino y llegamos a la plaza del ayuntamiento, éste es un excepcional edificio que como bien delata el reloj del ayuntamiento son las 10 de la mañana, así que tuve la suerte de ver a los Maragatos como tocaban las campanas.

    Llego a la Plaza de Eduardo de Castro, dónde me encuentro con la Catedral y con el palacio episcopal, con el característico de inconfundible diseño del arquitecto y constructor Antonio Gaudí.

Catedral y palacio episcopal.
    Accedo a los jardines del palacio episcopal por la entrada del museo, donde también se pueden comprar las entradas para visitar su interior, cosa que no hice, ya lo que me faltaba, si me entretengo con dos piedras una encima de otra de aquí entonces, no salgo.

    Bueno después de pedirle a unos turistas que me retrataran con la obra de Gaudí al fondo, me marcho paraa ver la fachada principal de la Catedral, como siempre en vez ir por el camino más corto, osea por la plaza, doy un rodeo, gran rodeo, por las calles del casco antiguo, ya que la disposición de las calles son un tanto enrevesadas.

    Bueno termino yendo a la fachada principal en dirección contraria al Camino de Santiago, en esto que me vuelvo a encontrar al bicigrino de Madrid, Carlos creo que se llama, nos saludamos intercambiamos impresiones del camino y nos despedimos hasta otra, yo me quedo en la fachada de la Catedral intentando buscar esa foto que me cero que es única y la han hecho todos los turistas.

    Para la salida de Astorga no hay más que seguir las indicaciones del Camino, llegaremos a un cruce que nos indica que Sta. Colomba de Somoza está a 16 Km. la carretera esta flanqueada con arbolitos a ambos lados que todavía dan poca sombra, cuando llevamos cuatro kilómetros un chasis de una moto en forma de monolito, seguro que recuerda a algún motorista que debió tener un fatal accidente en ese punto.
Ermita del Ecce Homo.

    Más adelante nos encontramos con la ermita del Ecce Homo, aquí una amable señora que estaba en la puerta nos invita a entrar, a parte de poder sellar en la credencial intercambiamos unas palabras, me imagino que sería del tiempo y alguna otra cosa banal, el caso que entre una cosa y la otra a la hora de firmar en el libro de visitas terminé llevándome el bolígrafo, como todos los peregrinos sean como yo no le dan las propinas que se efectúen, como en mi caso unos 20 céntimos.

    Más adelante a dos y medio kilómetros, en Murias de Rechivaldo, siento la necesidad de hacer una parada de esas que la naturaleza te obliga, así que paré en una pequeña cafetería, llamada Bar Cris, ahí, aproveché a tomarme un café con leche, oye al mismo precio que en casa, despachando con el camarero resulta que conoce el pueblo de Clavijo (la Rioja), ya que Murias de Rechivaldo y Clavijo, están hermanados y que él ha estado en alguna ocasión celebrando algún acto de su hermanamiento.
Al fondo, Sta. Catalina de Somoza.

    Ya con el cuerpo libre de la sensación fisiológica que me atrapaba, salimos deMurias de Rechivaldo  en ligero ascenso, por un camino de tierra apartado unos metros pero paralelo a la carretera, bastante bueno para rodar, llego a Sta. Catalina de Somoza, dónde a su entrada, me encuentro con un gatito, muy feo  pero chiquitín y cariñoso, lástima que en ese momento me estuviese comiendo un melocotón y yo no podía atender su hambre ya que creo que buscaba aluna que otra chocolatina.

    Cruzo el pueblo, con sus bares restaurantes y albergues, a cuatro o cinco kilómetros llego al poblado de El Ganso, curioso mesón Cowboy, en el que olía bastante a hierbas y no eran precisamente chupitos, aquí paro para echarme el sello mientras en el exterior un vecino de la zona se afana en hacer bastones de madera para los caminantes.

    El camino empieza a ser cada vez más pendiente, llegamos a Rabanal del Camino, es la una y media de la tarde y es buena hora para coger fuerzas e ir preparándose para el ascenso del puerto más alto del Camino de Santiago, el aire que sopla en contra es bastante molesto y frío, por lo que a la salida del pueblo encuentro el sitio perfecto para resguardarme, es un lavadero en el que me puedo refugiar.
    
Lavadero de Rabanal del Camino.
    Me como el bocata de una barra de pan entero y un par de melocotones, antes de reanudar la marcha, para protegerme del aire, me pongo la bolsa del supermercado en la pechera a modo de parapeto, por cierto me vino muy bien.

    A partir de este punto, es cuando me recomendaron que ante la lluvia que empezaba a arreciar lo mejor sería ir por la carretera, es una carretera de montaña con poca circulación, lo que hice fue coger el primer tramo por una senda para probar a ver que tal estaba el piso, la cosa parecía que pintaba bien, hasta que llegué a una zona en la que ya la existencia, cada vez más numerosa y extensa de charcos me obligaron, en un cruce con la carretera a salir a ella, y eso que la vi bastante entretenida, así que comprendí que mi destino era coger el asfalto, así que libré de ensuciar la bici que no he ensuciado desde mi salida desde casa.

Senda que tuve que dejar por la existencia mas adelante
de barro.
    En este tramo de senda, hay dos bancos para descansar y en uno de ellos hay dos plaquitas metálicas, en recuerdo a alguien fallecida, una con el nombre de Conall y otra con el de Johnny ambos de Irlanda.

    Así que con el barro amenazándome salgo al asfalto de la carretera LE-142, ahora marca el kilómetro 25, las nubes están altas y pegadas a la cumbre y todavía no hacen acto de presencia, así que cuando más ascendemos el paisaje es más bonito, con la vista de los montes de León.

En la Cruz de Ferro con la piedra
que cogí en La Grajera.
    Rabanal del camino está a 1.150 mts de altitud vamos ascendiendo hasta Foncebadón  a 1.430 mts, quedan 2,5 km de ascenso para el mítico alto de la Cruz de Ferro, ahora si que hemos alcanzado las nubes que se torna en una densa niebla, sin ver mucho más allá veo una pintada en el asfalto a modo de tour de Francia que pone un kilómetro, ya estoy casi en la cumbre.

    A unos 200 mts antes de llegar a la cumbre cojo la senda que va a lado de la carretera, no va a ser todo asfalto, de esta manera llego a la Cruz de Ferro.

    Hace un tiempo infernal con frío, aire y algo de llovizna, cumplo con la tradición de dejar a pies de La Cruz de Ferro, la piedra que cogí en Logroño en el parque de La Grajera.

Albergue de la orden de los Templarios,
 Manjardín Signos de Ciudad.
    Las tres de la tarde hora de ir emprendiendo la marcha, no quiero pasar mucho frío, que lo hace, así que después de bajar un poco llegamos a Manjarín Signos de Ciudad, un refugio regentado por Tomás Martinez, el último templario que ayuda a los peregrinos en la difícil etapa de La Cruz de Ferro, en su camino hacia Santiago de Compostela. no pude pararme a verlo debido al mal tiempo.

    Ascendemos un poco más, para recuperar la altitud perdida y es la hora de la deseada bajada, complicadísima por el Camino así que hay que hacerla obligatoriamaente por la carretera, según vamos descendiendo dejamos atrás las nubes que estaban pegadas a la cumbre, empieza a templar la temperatura, bajaremos con precaución, nos esperan cuevas cerradas y el asfalto está resbaladizo por la lluvia recibida, aparte, hay que ser conscientes de que llevamos 10 kilos de alforjas y los frenos no tienen toda su eficacia al están mojados.

Descenso desde La Cruz de Ferro con su serpenteante carretera.
    En el descenso atravesamos el bonito pueblo de Acebo de San Miguel, la carretera se convierte en una calle en la que el asfalto se ha convertido en hormigón salteado con cantos rodados, a ambos lados de la calle las fachadas de las casas de piedra te invitan a parar y contemplar el lugar.

Acebo de San Miguel.
    Seguimos descendiendo durante casi diez kilómetros hasta Molinaseca, pero antes pasaremos por Riego de Ambrós donde ni siquiera paré debido a la velocidad aque levaba y no ver nada que me llamara la atención.

     A las Cuatro y cuarto llego a Molinaseca, sin darme cuenta me paso el cruce que debía tomar para ir al Hotel que nos va a albergar esta noche, me interno en en la calle principal y cuando se me acaba el pueblo compruebo que me he pasado, pregunto por el hotel en una tienda de ultramarinos, que tenía a modo de expositor un tocadiscos con fruta en el plato y un pimiento levantando el brazo, para que este girase, muy amablemente me indicaron la dirección correcta.

    Cuando llego al Hostel the Way, en recepción no hay nadie, llamo al timbre sin respuesta, aquí estoy un rato hasta que se me ocurre llamar al móvil del Hotel, localizando al hombre con muy buena planta, con muchas ganas de hablar y que por él no existían las prisas para nada, un tipo interesante.

El río Meruelo, a su paso por Molinaseca.
 
    Me encuentro con Alberto, que llegaría más o menos una hora antes que yo, así que después de ordenar un poco las alforjas, asearnos, cargar el móvil etc, salimos a dar una vuelta por este bonito pueblo de sabor medieval.

    Terminamos cenando en el Mesón Casa Marcos, el mismo sitio donde anteriormente nos tomamos unas cervezas,el menú plato de pasta y huevos fritos con patatas.

    Una vez en el Hotel, la experiencia ha sido el de pasar una gran aventura, por mucho que nos quejemos, pero si al final nos gusta.


Más fotos de la ruta de hoy, Aquí.