Etapa 8: Carcaboso - La Calzada de Béjar.

  2 de Julio de 2023. 

Etapa 8: Carcaboso - Calzada de Béjar. 

Distancia:  76,52 km

Desnivel acumulado:  Positivo: 775 m. Negativo: 285 m.

Hora de Salida: 06:00 h.

Hora de Llegada: 13:00 h..

Tiempo empleado: 6 horas 48 minutos, (Según Wikiloc).



       La etapa de hoy tiene un significado especial para mí, inicialmente, no planeaba que este viaje coincidiera con la Vía de La Plata, que ya había recorrido hace cuatro años, sin embargo, al reajustar la ruta, resultó que ahora estoy coincidiendo con dos etapas de aquel recorrido anterior, al final, decidí y me encantó la idea de recorrer de nuevo esta parte de la Vía.

        Aunque la etapa de hoy me lleva de Carcaboso a Calzada de Béjar, difiere bastante a la que realicé en el pasado, me emociona especialmente la posibilidad de pasar de nuevo por debajo del arco de Cáparra, un lugar que sin duda visitaré, para después, darle un giro diferente a esta etapa al buscar la Vía Verde que encontré en los mapas, dando un nuevo enfoque a mi ruta, empezamos...

El Impresionante arco de la ciudad Romana de Cáparra.

         Después de desayunar el café con leche y parte de los donuts que compré ayer en el supermercado, me dispongo a iniciar esta etapa, son apenas las seis de la mañana y la oscuridad de la noche aún cubre el ambiente, el día apenas comienza a despertar.
        
        Los días continúan siendo soleados, como ha sido la tónica estos últimos días, el calor característico de las primeras etapas está disminuyendo a medida que avanzamos hacia el norte a pesar de que todavía hace calor, ya no es tan intenso como lo era en el sur de Andalucía.

Un amanecer sereno revelando sombras a contraluz en el camino.

        Al salir de Carcaboso, el camino de la Vía se presenta bien señalizado, una guía clara para seguir adelante, inicialmente transito por un camino asfaltado y después de un cruce a la derecha y a unos cuatro kilómetros y medio de distancia, una flecha indica que debo pasar por la portilla que tengo a mi derecha, una vez que paso por ella, prosigo siguiendo las marcadas señales de la Vía de la Plata características de Extremadura, unos cubos de granito cubos con el arco de Cáparra con la huella de una rueda de una bicicleta, además de la icónica concha de Santiago.

        A lo largo del camino, atravieso diversas portillas o cancelas, deteniéndome a cada paso para pasar de una zona ganadera a otra. En un momento dado, diviso grandes sombras acercándose en mi dirección, a medida que se acercan descubro que se trata de vacas caminando en fila en dirección opuesta a la mía, con cautela, paso a su lado sin hacer el menor ruido evitando así cualquier molestia que pudiera asustarlas y causar algún contratiempo.

Cubo de granito indicador y una de las innumerables cancelas por las que he de pasar.

       El sendero serpentea entre el bosque mediterráneo, adornado con encinas y robles. A lo largo del camino, encuentro numerosas portillas, tantas que pierdo la cuenta rápidamente, a aunque el terreno permite una rápida progresión, lo cual invita a disfrutar de la velocidad, la frecuencia de las cancelas interrumpe constantemente el ritmo.

        Es una delicia sentir la velocidad en este entorno, pero la necesidad constante de detenerse para abrir y cerrar estas cancelas añade un contrapunto a la experiencia pero, a pesar de estas pausas el camino hace que con el amanecer, el frescor de la mañana y la conexión con la naturaleza hacen de este recorrido una aventura llena de contrastes y emociones.
        
El Camino se convierte en Senda entre encinas.

        Se camino se convierte en senda, todo un recorrido de experiencias, el sol ya ha salido completamente por el horizonte y aparece con todo su color anaranjado, dando una tonalidad al paisaje difícil de explicar.

        En el kilómetro doce cruzamos la carretera local CC-12.2, la Vía sigue por caminos de tierra, en este terreno me encuentro con un extenso rebaño de ovejas, me cruzo con el pastor quien avanza tras su rebaño en un vehículo algo desgastado, pero adecuado para circular por estos caminos rurales.

        Con la emoción que me lleva esta ruta, a las ocho de la mañana llega uno de los momentos más emotivos de la ruta y en especial de esta etapa, el reencontrarme con el arco de Cáparra, momento donde detuve el tiempo y me dediqué a disfrutar como si se tratara de un momento único.



        Pasé un buen rato degustando este momento, no sé porqué pero tenía especial interés en el reencuentro con el arco. quizá fue lo sorpresivamente que  surgió hace cuatro años en mi anterior camino de la Vía de la Plata, lo que sí tenia claro que este momento lo iba a disfrutar.

Yo debajo del imponente arco de la ciudad de Cáparra.

        Tras este momento gratificante prosigo mi ruta trazada, discurro entre caminos y sendas que se entrelazan entre los numerosos alcornoques, paso por varios pasos, creados con hileras de cubos de granito para facilitar el camino sobre los arroyos o pequeños riachuelos que hay que atravesar.

        Avanzo siguiendo los pasos marcados por las cancelas que delimitan los cotos de caza, y a medida que los kilómetros se deslizan, el panorama va cambiando, la fisonomía del entorno evoluciona de árboles dispersos a la emblemática dehesa extremeña, con sus extensas llanuras que invitan a la contemplación del paisaje y perderse en el lejano horizonte, tratando de descubrir algún animal que se encuentre distante de nosotros.

Paso formado de cubos de granito para facilitar el paso, (a los senderistas).

        La sierra de Béjar se va acercando cada vez más, todavía estoy siguiendo las indicaciones de la Vía de la Plata, cuando llevo recorridos treinta kilómetros me desvío de la citada vía para buscar el antiguo ferrocarril de Béjar.       

        Cuando la Vía de la Plata coincide con la carretera CC-15.1, es cuando tomo el cruce a la derecha para pasar posteriormente por los puentes sobre la autovía A-66 y la N-630 y en unos pabellones industriales adentrarme en la estación de Casas del Monte para ir por el Camino Natural Vía de la plata, el trazado de un viejo ferrocarril, en funcionamiento hasta el año 1985 para viajeros y 1995 para mercancías.

Entrada de la Vía Verde Vía de la Plata.

        El trazado e inclinación de esta Vía Verde se asemeja a otras vías de características similares, se han conservado las infraestructuras necesarias del antiguo ferrocarril para permitir su uso tanto para senderistas como para amantes del ciclismo, tiene un desnivel moderado y fácilmente superable y, un trazado cómodo con un buen firme y diversos puentes y pasos a nivel de su anterior historia, una serie de paneles indicadores resaltan la singularidad del recorrido, el paisaje circundante y los arroyos o gargantas por los cuales transitamos.

        A ocho kilómetros desde el inicio la vía,  transcurre al lado de la localidad de Aldeanueva del Camino y a siete kilómetros de distancia llega a Hervás, en esta última localidad, decido adentrarme en el centro con la intención de hacer una breve pausa para descansar y tomar algo de alimento, una buena hora ya que son las diez de la mañana, diviso un banco junto a una fuente y elijo ese lugar como el más adecuado para detenerme y recargar energías.

Municipio de Hervás, provincia de Cáceres, Extremadura

          En la localidad de Hervás paso un buen rato sentado en el banco e intentando disfrutar de la ruta de hoy, pero es hora de partir, así que voy hacia la antigua estación de tren para coge, de nuevo, el camino natural, a los pocos paso por un puente y más adelante paso por otro puente que se le conoce como el puente de hierro formado por cinco vanos dónde el central es una estructura metálica de 110 metros para salvar el cauce del río Ambroz.
     
Vista de Hervás desde el puente de hierro del Rio Ambroz.

       
A lo largo del trayecto, me cruzo con senderistas, así como con algunos ciclistas que disfrutan de este hermoso día, que salen en la mañana del domingo para su paseo habitual.

        El camino asciende gradualmente, regalándome vistas panorámicas desde las alturas como la autovía de la Vía de la Plata, el embalse de Baños de Montemayor, mientras dejamos atrás la extensa llanura de la dehesa extremeña, poco a poco me voy acercando al puerto de Béjar.

El embalse de Baños de Montemayor, Cáceres, Extremadura.

         A medida que avanzo, el camino continúa en su contante y suave ascenso, llevándome por las proximidades de Baños de Montemayor y el Puerto de Béjar, a partir de este punto, la pendiente se suaviza, convirtiéndose en un trayecto prácticamente llano, el camino pasará por las localidades de Cantagallo y de Béjar, una ciudad significativa en el sur de la provincia de Salamanca.

        La particularidad de Béjar que me encuentro es, que pasé por debajo y no pude contemplar nada de la ciudad, y es que la Vía Verde atraviesa la localidad en su totalidad por medio de un túnel de 370 metros de longitud y (como leí más tarde), con una profundidad de la Plaza Mayor de 50 metros, to el iluminado por puntos de luz automáticos que se van encendiendo a mi paso.

Entrada al túnel de Béjar.

Interior del túnel de Béjar.

        Al salir del túnel, la sensación es de haber emergido a un mundo distinto, es como si el paisaje hubiera transformado mientras se atravesaba su interior, desde esta nueva perspectiva, se vislumbra la ciudad desde otro ángulo, con largas edificaciones que alguna vez fueron el núcleo de la industria textil del que fue el motor económico de esta región.

Vista de la ciudad de Béjar una vez que se ha atravesado el túnel.

        Una vez que salgo del túnel ya me estoy acercando al final de la etapa, sólo queda salir de la Vía Verde y después de continuar un tramo por la carretera SA-220, no sin antes pasarme de largo en las dos intersecciones, debido a la velocidad con la que transito, es el momento de internarse en el monte por medio de un pequeño camino, casi desdibujado por las matas y así, de este modo llegar a La Calzada de Béjar.

        A la una menos cuarto de la tarde paso por la calle principal Salas Pombo, una larga calle que es la arteria principal de esta pequeña población, diezmada por el el impacto del éxodo de sus habitantes hacia la ciudad, donde las oportunidades y el progreso parecen más numerosos que en estos rincones apartados.
Calle principal de La Cazada de Béjar (Salamanca).


        A la una de la tarde y después de 76 kilómetros llegué a mi destino, La Calzada de Béjar un pequeño pueblo ubicado en la sierra de Béjar y con apenas medio centenar de habitantes, solo me queda atravesar la calle principal para llegar al albergue donde me alojaría, este no es otro que el Albergue Alba-Soralla, el mismo lugar donde me hospedé en mi ruta previa por la Plata.

        La recepción la hizo Manuela que junto con su marido Maxi, llevan el albergue junto a otras dos casas rurales y desde hace poco el bar, y es que como dicen ellos, un pueblo sin bar se muere, unos auténticos emprendedores en este lugar que si no fuese por ellos no seria más que un punto en el mapa, casi despoblado, suerte de que pasa la Vía de la Plata por aquí y algo de vida mantiene.

Mi alojamiento en La Calzada de Béjar el albergue Alba - Soraya.

        En el albergue coincidí con un peregrino de Alemania llamado Klaus, o algo parecido intercambiamos impresiones y aventuras del viaje.

        La comida a base de arroz campero casero que prepararon en el bar, aquí estuve charlando también con Maxi, comentando la dura que es la vida en pueblos pequeños apenas sin servicios y cada vez menos habitantes por culpa del éxodo  a las grandes ciudades.

Ayuntamiento de La Calzada de Béjar (Salamanca).

        El resto del día lo pasé, entre la siesta, para más tarde irme de paseo por los alrededores del pueblo y hacer el mantenimiento de la bici, tomar unas pequeñas notas, hacer el video diario, se hizo la hora de ir al bar a coger un buen bocadillo para dar con él a la hora de la cena.

        Después de la cena otra pequeña charla con Klaus, y así termina el día de hoy, muy satisfactorio por el reencuentro de muchas experiencias vividas anteriormente, que se repiten en la actualidad.

        ¡¡Hasta Mañana!!

Fuente y abrevadero en La Calzada de Béjar.



Etapa 7: Trujillo - Carcaboso.

 1 de Julio de 2023. 

Etapa 7: Trujillo - Carcaboso. 

Distancia:  93,24 km

Desnivel acumulado:  Positivo: 758 m. Negativo: 1.018 m mts.

Hora de Salida: 06:00 h.

Hora de Llegada: 13:00 h..

Tiempo empleado: 6 horas 48 minutos, (Según Wikiloc).



        La ruta de hoy no es propiamente de la ruta Mozárabe ni de la Vía de la Plata es la unión que realizo particularmente para llegar a Carcaboso, además de larga y aunque predominantemente es descendente, no quita para que nos encontremos con alguna fuerte pendiente, también he modificado, sobre todo en el inicio, ya que me han  recomendado ir al Parque Natural de Monfragüe por carretera y hacer el parque igualmente por asfalto.

El Parque Nacional Monfragüe está situado al norte de la provincia de Cáceres.

        Mi salida es a las seis de la mañana, así que cuando abandono el hostal no hay nadie en su recepción, por lo que dejo las llaves en la repisa de la ventanilla como quedamos ayer el propietario y yo.

        En la calle se respira tranquilidad, no se ve a nadie ni se escucha ningún ruido, quizá algún gato nocturno se cruza en mi camino, del hostal salgo hacia la plaza Mayor para darle mi adiós y con este gesto abandonar la ciudad de Trujillo.

Plaza de Trujillo en la oscuridad de la 

        Casi la totalidad de la ruta de hoy es por asfalto, ya que me recomendaron que no merecía la pena ir por monte, además a lo mejor estaba prohibido el paso de cualquier tipo de vehículos por el parque, además estuve mirando las rutas posibles y las fotografías que me encontré delataban unos pasos imposibles para hacer en cualquier tipo de bici, que no fuera llevándola al hombro, y en mi caso eso es imposible, así que la mejor opción, seguir la carretera.

        
La carretera EX-308, compañera en la primera parte del recorrido.

        Avanzo por la carretera EX-308 de Trujillo a Plasencia, con mis luces delanteras y traseras encendidas mientras amanece según avanzo en el camino. Los primeros kilómetros transcurren suavemente y con un descenso gradual en el desnivel. A esta hora, el tráfico es escaso, apenas un par de furgonetas de reparto se cruzan en mi camino.

        A ambos lados de la carretera se extienden tierras salpicadas de encinas, alcornoques y demás bosque bajo características de estas latitudes, dispersos por las dehesas extremeñas, a unos 17 kilómetros de distancia la carretera cruza el tranquilo río Tozo, mostrándose sereno y quieto bajo las sombras matutinas.

Amanece en el tranquilo río Tozo.

        A las siete y media de la mañana, el sol emerge como una enorme bola de fuego en el horizonte, anunciando un día de calor inminente, sin embargo el consuelo de que mi ruta se encamina hacia el norte donde las temperaturas no son tan extremadamente altas, me hace avanzar con determinación, por un asfalto que no se hace pesado a la hora de pedalear.

Amanece en en la llanura Extremeña.

   
        Al llegar al kilómetro veinticinco y después de un prolongado descenso que ha aliviado mis piernas, cruzamos el puente sobre el Río Almonte, en este punto, nos da la bienvenida el cartel que indica la entrada a la Reserva de la Biosfera de Monfragüe, sin embargo, no todo es descenso en esta ruta el descenso que acabo de disfrutar ahora toca revertirlo, ahora ha que enfrentare a la subida casi completa del desnivel que teníamos en Trujillo,  aunque afortunadamente no es mucho pero requiere un esfuerzo adicional.
        
Entrada al Parque Nacional de Monfragüe.

        Aunque el cartel nos da la bienvenida, todavía faltan muchos kilómetros hasta que entramos en la esencia del parque, de momento voy por la carretera solitaria, delante de mí una extensa llanura, y al fondo se quiere llegar a divisar una sierra que ocupa el horizonte, esa sierra es un conjunto de ellas que conforman el Parque Natural.

        A diez kilómetros del río Almonte se encuentra la localidad de Torrejón el Rubio, ubicada en el corazón de la provincia de Cáceres,  esta localidad se sitúa equidistante entre Plasencia y Trujillo, las dos a 38 Km de distancia, Torrejón el Rubio es el epicentro de Monfragüe y se encuentra a escasos 6 kilómetros del casco urbano del Parque Nacional.

Banco con una bonita frase en Torrejón El Rubio.

        A cuatro kilómetros de ésta última localidad la carretera se convierte en un zigzag de curvas en pendiente en descenso hasta llegar al puente que atraviesa el Arroyo de la Vid, voy entrando en Parque Natural, la orografía del terreno ha cambiado drásticamente, de las llanuras de la dehesa he pasado a otro paisaje más montañoso.

        La carretera de tener dos carriles bien demarcados y con anchura suficiente, se ha transformado en una carreta sin línea divisoria y sin arcén.
        
 Arroyo de la Vid, antesala del Parque de Monfragüe.

        La carretera coge la denominación de carretera paisajística, como reza el cartel indicado de entrada al Parque Natural de Monfragüe, en el camino se encuentra un aparcamiento con señalización de varias rutas senderistas, como la subida al castillo de Monfragüe y a unas cuevas prehistóricas.

        Las ruinas del castillo se dejan ver verde la carretera, sigo en mi camino rodeado por altos riscos a ambos lados, donde se llega a un mirador al margen izquierdo para observar el embalse de José M.ª Oriol / Alcántara II, o Alcántara, y las maravillosas vistas que desde aquí se contemplan.

El embalse de Alcántara en el río Tajo.

        Un buen lugar para hacer una parada y observar la maravillosa vista y las aves acuáticas o rapaces que te puedes encontrar, después de tantos kilómetros de olivos, encinas, llanuras y colinas, éste lugar parece como un oasis en medio de la Extremadura.

        El mirador en cuestión se llama el salto del gitano, también conocido como Peña Falcón que es un inmenso peñasco de cuarcita que cae sobre las aguas del río Tajo. 

        El impresionante acantilado que se forma entre los ríos Tajo y Tiétar, es un lugar dónde se pueden observar con un poco de detenimiento un montón de aves, desde buitres, águilas entre muchas otras especies. un lugar que bien merece una pequeña pausa en mi etapa de día.

Parque Nacional de Monfragüe, Cáceres (Extremadura).

Salto del Gitano, también conocido como Peña Falcón.

        Después de un breve descanso, continué mi camino, sin coger la marcha a un kilómetro y medio de distancia, avisté la indicación que señalaba la fuente del Inglés, así que decidí desviarme para buscarla y tomar un descanso para comer algo antes de seguir adelante, no obstante era una buena hora son las 10:00 de la mañana.

        Saqué un poco de comida de mis alforjas y preparé un almuerzo rápido, siempre es recomendable llevar algo de provisiones; nunca se sabe cuándo podría ser necesario recargar energías durante el camino.

Vista del viaducto desde la fuente del Inglés.

        Después de este pequeño tentempié sigo con la etapa de hoy, son las 10 y media de la mañana y quedan unos 41 kilómetros, al cruzar el viaducto estamos en el punto mas bajo de la altimetría de la etapa, por lo que ahora toca ir ascendiendo, nada más cruzar el Río Tajo, la frondosidad del bosque desaparece, para volver a los campos de la dehesa Extremeña.
        
Viaducto sobre el río Tajo en el embalse de Alcántara.

        En plena subida se supera la pedanía de Villareal de San Carlos, pequeño pueblo dedicado a todo lo relacionado con el turismo de esta zona relacionado con la visita al Parque Natural, también destaca la cantidad de aves que pueden ser vistas desde sus tierras, desde buitres leonados, buitres negros, alimoches, cigüeñas negras o águilas culebreras.

        
Ascendiendo después de cruzar el río Tajo en Villareal de San Carlos.

        Siguiendo la carretera que no he abandonado desde la salida de Trujillo y después de veintisiete kilómetros desde Villareal de San Carlos llego a la ciudad de Plasencia por un paisaje está marcado por la característica natural esta región, ofrece vistas de colinas y paisajes de campo abierto con cultivos y tierras de pastoreo.

Entrada a la Ciudad de Plasencia por el puente sobre el río Jerte.

        Son casi las doce de la mañana y no tenía planeado entrar en la ciudad de Plasencia, pero la carretera me deja sus pies, así que aprovechando el momento hago una pequeña incursión en su centro histórico.

        Aprovechando la ocasión entro en Plasencia por la Puerta de Trujillo y me interno por la calle peatonal hasta la catedral  donde a modo de incógnito pongo el oído en una visita guiada que en ese momento estaba brindando detalles sobre la historia y arquitectura del lugar.

        Así es que me enteré de que Plasencia cuenta con dos catedrales solapadas, la vieja del siglo XIII y la nueva del siglo XV, sin dudar es una situación curiosa, porque la construcción de la nueva catedral se comenzó pensando en derribar la antigua, según se construyese la nueva y al no finalizar la edificación de la nueva, quedaron las dos catedrales la nueva y la vieja.

Catedral de Plasencia.

Catedral Nueva de Plasencia.

        Tras escuchar detenidamente las explicaciones de la guía, continué caminando, con la bici a mi lado, por la calle hasta llegar a la plaza del ayuntamiento. Fue impresionante notar la cantidad de personas que se congregaban allí, generando un bullicio que generaba y daba vida a la plaza.

        Estuve buscando un lugar para tomar algo y pausar un ratito, pero el sol aunque no era muy molesto no encontré ningún lugar a la sombra, por lo que decidí continuar hasta Carcaboso.

Plaza Mayor de Plasencia.

        Tocan las campanas de la torre del ayuntamiento, con el autómata situado sobre la misma, conocido como “Abuelo Mayorga” y que es uno de los símbolos de identidad de la ciudad y que me llamó mucho la curiosidad.

Torre del reloj y el “Abuelo Mayorga” .


        Bueno ya es momento de abandonar la ciudad de Plasencia, me quedan unos once kilómetros de ruta hasta Carcaboso, he de comentar que tengo un especial recuerdo de Carcaboso de cuando hice la vía de la plata así que allá voy.

        Cojo la salida de Plasencia por la carretera de doble carril por sentido EX-370 y después de hacer cuatro rotondas, en la quinta, salgo por la vía de servicio, que me llevará a cruzar mediante un túnel la autopista A-66, que después de un pequeño despiste ya que al principio cogí un camino que no me llevaba a ningún sitio, eché un poco para atrás para rectificar y salir a la de nuevo a la carretera EX-370, una vez convertida en carretera convencional.

        Ya solo queda rodar por la citada carretera para llegar al destino de hoy, en donde la entrada de la localidad saluda un gran Carcaboso formado por unas grandes letras a los pies de una placita.

Entrada a Carcaboso y entrada a la vía de la Plata.

        Es la una menos cuarto, cuando hago la entrada a Carcaboso,  que se encuentra a los pies de la avenida principal, por donde discurre la carretera, enseguida localizo el alojamiento un poco antes se encuentra la casa de la señora Elena, donde estuve alojado cuatro años atrás y que tan gratos recuerdos me dejó.

        En esta ocasión me alojo en el Hostal Restaurante Cafetería, Ciudad de Caparra, con unas modernas instalaciones y muy bien atendido, como no puede ser de otra forma.

Iglesia parroquial de Santiago Apóstol en Carcaboso.

        Es un poco tarde para comer, o eso me parece a mí, todavía tengo que asearme y preparar las cosas para tenerlas a punto para mañana, así que me aseo rápidamente y hago la colada y bajo al restaurante para comer.

        Al final no era tan tarde pero me daba la impresión que no me daría tiempo apara llegar a tiempo, la comida estaba muy buena e incluso algún detalle que tuvo la chica que me sirvió me convenció de que había acertado con el lugar.

        Después me subí a la habitación, a terminar de cargar los cacharros electrónicos y tomar unos apuntes, para echarme una pequeña siesta.

Parque de los Miliarios en Carcaboso.

         Después decido dar una vuelta por las solitarias calles, que no quiere decir que estén muerta, todo lo contrario, en cada rincón de Carcaboso hay una imagen, un grafiti o un pequeño rincón  otorgando un carácter singular al lugar, convirtiéndolo en un auténtico museo al aire libre y dando valor añadido a su historia, como al llegar a la Iglesia de Santiago, dónde a su lado se encuentra el
 Parque de los Miliarios, donde se conservan seis miliarios de los emperadores Trajano y Adriano junto a restos del antiguo puente de Guinea.

Pinturas relativas al cine por las calles de Carcaboso.

Otra muestra de arte urbano en Carcaboso.


        El paseo por el entramado de esta localidad se convierte en un recorrido temático centrado en las estrellas de cine, a Charles Chaplin, Kirk Douglas como Espartaco, Fred Astaire, Laurel y Hardy o Shirley Temple bailando o actuando.

        Antes de cenar, me fui a la bastante surtida tienda de alimentación donde compre un cable para cargar el foco, ya que le cuesta cargar casi toda la noche y al tener uno solo lo tenía que compartir con otros dispositivo, además de reponer mis alforjas de alimentos que me pueden venir bien.

        Esta etapa que acabo de completar, aunque podría parecer monótona por transcurrir completamente sobre asfalto, resultó ser todo lo contrario, el recorrido por el Parque Natural de Monfragüe, rebosante de naturaleza, y la inesperada visita a la ciudad de Plasencia, le otorgan un toque especial que la hace muy valiosa, a parte de esa añoranza en la visita a la localidad de Carcaboso y los recuerdos que me trae.

Escuela de adultos y pinturas en Carcaboso.